SUNSHINE (Danny Boyle, 2007)
He revisionado varias veces este peliculón y he llegado a la conclusión de que es una pequeña Obra Maestra, quizá la mejor película del siempre interesante y a veces tramposo Danny Boyle.
Un equipo de astronautas: científicos, físicos, médicos y demás van de misión al Sol, que en un futuro no muy lejano es una estrella moribunda, a intentar reactivarlo por medio de una megaexplosión termonuclear en su núcleo que cree un microsol que reviva a éste.
A priori es una más del espacio y blao blao...
Pero hay que rascar más, mucho más...
Además de las típicas historias espaciales de crews aquí se mezclan cantidad de temas que trascienden la mera misión en sí.
Desde que el mundo es mundo, el primer ser vivo lo fue gracias al Sol y toda la evolución de la Tierra ha estado íntimamente ligada a esta enorme estrella. Religiones, imperios, disputas, guerras, creencias, teoremas... han partido o se han iniciado con el Sol. La mota cósmica que es La Tierra le debe TODO al SOL.
El Sol es LA VIDA y en esta película se muere. El SOL ha sido el DIOS para millones de creyentes. La ausencia de él es la oscuridad, el mal, el diablo...
Alabando la excepcional factura técnica (ayuda de la NASA) para tratarse de una película de presupuesto modesto, la dirección de arte, la fotografía que resulta sobrecogedora y el score de John Murphy con Underworld que es acojonante, un guión perfecto y unas actuaciones magníficas... todo ello supeditado a la grandeza del Astro Rey: creador y destructor de mundos.
No voy a spoilear porque hay que verla, pero resulta un ejercicio reconfortante y aterrador a partes iguales. Una misión de incierto final que salvará al mundo o lo destruirá.
No digo que sea perfecta pero me parece un peliculón scifi que ha pasado sin pena ni gloria y, aunque me repita, creo que tiene muchas más lecturas de las que aparenta.
Os dejo una crítica cojonuda de un pollavieja (en pitinglish) que sabe rascar bajo la enorme cantidad de capas que, a priori, no tiene esta película.
Y le pongo un
9 porque me sale de mis oscuros cojones.