No se llega a ser alcohólico como objetivo vital, está claro que el alcohol es el veneno para matar demonios y fantasmas internos, que se vuelve adictivo porque quita temperatura al dolor, los traumas, las inseguridades… Por supuesto, que recomendaría abordar ese problema con un especialista cuando
@GoogleTM halla saciado su instinto de muerte y destrucción (salvo funebre/penal resultado), para poder empezar a reorganizar y construir algo sano y nuevo, pero..
Tengo que admitir que siento algo de envidia sana por los sujetos que pueden meterse en estas espirales de disfuncionalidad, donde saborean la más pura libertad, no inhiben la agresividad ni verbal ni física, hablan claro, rondan a la muerte tras cada cerveza y aún, así, piden otra ronda más para probar los límites de su autodesprecio y de su indiferencia por su bienestar… imagino que en algún punto es muy muy estimulante ese estilo de vida, a pesar de que todo se esté quemando a su alrededor.
Espero que al final de su espiral de odio,
@GoogleTM pueda encontrarse cara a cara con si mismo, mientras tanto, que destroce vaginas y vidas femeninas y nos lo vaya narrando!