De oídas de confianza, maravillas del Vietnam.
De investigación, y para los nómadas financieros/tecnológicos, Estonia y Georgia.
De primera mano, Canadá.
Pros y contras de todos, si alguien puede disparar, se apreciará. Y sumo a lo que van diciendo, que leo atentamente.
Del Vietnam, creo que lo comenté por aquí antes, un botón. Una empresa en la que curré hace unos años, tenía bastante negocio por allá. Pues bien, los comerciales que iban, firmaban cláusulas "especiales" o "alegales" para garantizar que se volvieran, porque a más de uno le daba por dejar aquí curro, mostachuda y pollos, y se arrejuntaba con una monilla vietnamita que le volvía loco. Loco, o no loco, porque a los dos días tenía montado el tinglado, familia de ella prestando, y competía contra la mi empresa.
A mi no me tocó probar suerte, que llevaba otras regiones.
De Estonia y Georgia, salvo que vayan cambiando mucho, se lee con frecuencia sus benevolentes bienvenidas a himbersores o currelas del remoto, con apertura chupada de sociedades a las que no gravan por beneficios. Irlanda style, pero quitando el tiempo infernal.
Del Canadá solo puedo decir maravillas, pero con dos peros monstruosos como la inmigración (controlada, pero tipo Benetton) y el feminacismo rampante.