Este fin de semana he estado en MadriC. He tenido dos experiencias paranormales que me han servido para crecer como mujer y como ser humano, a saber:
-Constatar que o vas a MadriC con un gps en condiciones (y yo lo he hecho), o lo mejor que puedes hacer es entrar a 250 km/h por Gran Vía, y estrellarte contra algún cine que tenga la alfombra roja por donde vayan pasando famosetes y chupóCteros en general. Esto de por sí, es válido para cualquier circunstancia, pero es razonable tenerlo como ariete argumentístico si erestan suPnormal como para ir a ese infecto agujero sin una guía adecuada.
-La NABITAT sólo saben disfrutarla los niños y los Seres Superiores. Me explico. Soportando estoicamente una sesión de compras navideñas con mi esposa que lo es, presencié una conversación entre los miembros de una familia de claros rasgos SUDAQUILES , sobre la celebración de la NABITAT, sus preparativos, sus compras y sus regalos de rigor. Más o menos el extracto aproximado sería tal que así:
(Actores: Madre sudaquil(MS), Hija sudaquil 1(Ha1), Hija sudaquil 2(Ha2), Hija sudaquil 3(Ha3), Hija sudaquil 4(Ha4), Hijo sudaquil 1(Ho1))
MS: Pues todavía tenemos que comprar los regalos de Nelson Enrique y de Wilson Alfonso de María, así que apúrense y ayúdenme con las bolsas. Y las papas, tenemos que comprar las papas rojas para la sena de esta noche.
Ha1: Mamá, también tenemos que comprar el arrós, no lo olvide. Ahorita vamos Evelyn María y yo a la tienda de los bolsos a elegir el que vimos, ése encarnado brillante tan bonito. Espérennos en la puerta del Corte Inglés, que allí veremos el regalo de papá también, si les parese.
Ha2: Mamá, ¿puedo ir yo también con Evelyn María y Katerina? Quiero mirar también un bolso para mí, y tengo el dinero ahorrado. no te preocupes que después no más terminemos vendremos a buscar el regalo de papá.
Ho1: Yo quiero ir a ver los Transformers a la tienda de los juguetes grande, mamá, quiero el Transforme Rojo y Blanco y Asul con los brasos con ruedas y que se convierte en camión, pero no se lo diré a Santa Claus porque le voy a pedir una patineta.
MS: Qué lindo, no te preocupes que iremos a ver tu juguete, mi bien, dame la mano y vamos a esperar a las hermanas allí, que estaremos calentitos.
Ha4: Yo me voy ahora que he quedado con Evaristo Jesús para ir al sine, no me esperéis a mí, ya iré a casa esta noche.
MS: ¿No quieres ir con tus hermanas a mirar los bolsos?
Ha4: No, ya veré de buscar lo que quiero otro día, además, ya tengo un bolso nuevo que me ha regalado Evaristo Jesús, así que no me hase falta otro.
MS: Dile a Evaristo Jesús que tenga cuidado con lo que busca, que tu padre ya ha hablado con él y le tiene ojerisa, no sea que tengamos un disgusto.
Ha1: Vámonos, que hay mucha gente. Hemos hecho bien en empesar a comprar los regalos tan pronto, no como el año pasado. Menos mal.
MS: Vamos, apúrense que todavía tenemos que haser la sena de esta noche.
Ho1: ir a ver los Transformers a la tienda de los juguetes grande, mamá, quiero el Transforme Rojo y Blanco y Asul con los brasos con ruedas y que se convierte en camión.
MS: Sí mi amol, mi bien, ahora vamos a verlo, no te preocupes.
Después de aquello, que transcurrió durante aproximadamente los 5 minutos que tuve que esperar a que mi esposa se decidiera a entrar en una tienda a comprarse un vestido bastante caro que probablemente sólo se pondrá una vez, la Mamá Sudaquil y su prole se perdieron entre la multitud, todavía hablando animadamente sobre la compra de regalos, lo que trabajan los padres, que Dios les bendiga, y lo poco formal que parece Evaristo Jesús, y la mala influencia que está ejersiendo sobre la niña.
Evidentemente, la "niña" en cuestión tenía una pinta de PUTA que tiraba de espaldas, a través de la cual se podía adivinar perfectamente que el tal Evaristo Jesús era un miembro activo de las Maras, o de los Ñetas, Latin Kings, o alguna otra asociación cultural SUDACA afincada en nuestro país.
El caso es que salvo la niña con pinta de PUTA, toda la familia estaba disfrutando de sus compras, en un estado casi de beatífica excitación consumista, y de éxtasis de felicidad cada vez que señalaban el escaparate de una tienda adornada con los ornamentos habituales de estas fechas.
Yo creo que deberíamos dejarles la NABITAT a ellos, que son los que verdaderamente entienden su significado y su profundo sentido espiritual.