Yo soy un subnormal que hasta a cenas invitaba a desconocidos que había conocido durante la noche.
Salía un viernes noche, iba a un restaurante, salía de fiesta, el sábado siguiente estaba todo el día de fiesta, de doblete, y el sábado por la noche aparecía en el mismo restaurante al que había ido 24 h antes, con la misma ropa, pero con un acompañante diferente, un desconocido al que conocía de 12 horas.
Ya me conocían de sobra en el sitio y no se sorprendían de la TAJADA Y LA ENFARLOPADA MÁXIMA con la que aparecía exactamente un día después tras 24 horas de fiesta ininterrumpida.
Una vez, uno de esos resultó ser guardia civil y me libré semanas después de una multa.
La fábula de Androcles y pai-mei.