Sí, si no es cuestión de que sea más menos convincente, ojo, que no es sólo algo racional. Que en un momento dado que diría Cliffy puedo decir que sí, que tiene razón, que ok, que adelante con los faroles. Lo que ocurre es que no es todo la razón, ni todo el cuerpo. Que a lo mejor digo mecagoenmiputavida, me la follaba hasta fenecer. Pero que eso sería la parte lógica, la de la razón. Si no puedo con estas tías no es sólo por eso, es que siento una repulsión física, que no se deja manipular, una repulsión interior, que me lo impide, además de que me pueda resultar asqueroso hacer nada con una comebolsas. Es como si a ti te llega uno y con palabras harto convincentes te hace ver que oye, que lo de follar con tíos pues como que en el fondo es la misma cosa. Que puedes decir que sí, que sí, que es cierto. Pero que no, pero tu cuerpo dice que no, que hay una repulsión a hacerlo. Que sí pero que no.
Pues algo así me pasa a mí con las comebolsas de discoteca: que sí, pero que no. Que estás muy buena, vale. Que eres convincente, vale, que se te ve que cerdeas como una campeona, vale. Pero que así no, que así me das asco, y es superior a todo esto. Y no follo con quien me da asco. Por favor, aparta.
Que me ha pasado, Rastrer0, que ha habido tías que se han acercado a mí puestas hasta las cejas y con la mandíbula bailando la jota y les he dicho que no y han flipado. Y de haberse acercado a mí sin estar así, hubiera yo dado palmas con las orejas, pero así... así no.