Escribo esto mientras escucho el you are my heart you are my soul de los modern talkings para sentirme inspirado. Es obligado escuchar esta canción y brother louie para entender lo que quiero transmitir.

Ambigüedad.Siempre me ha gustado este juego. Me siento vivo cuando por la calle, o en la disco, un señor se me queda mirando

( un chico guapo, se sobreentiende, como por ejemplo Piqué o Darek, mi polaco) y nuestras miradas se cruzan, y ninguno de los dos aparta la vista, deseándonos hasta el infinito, sabiendo además que es un juego prohibido. Mirandonos mutuamente con todo el descaro del mundo, observando nuestras atractivas y deseables anatomías, creyéndonos eternos e invencibles, deseables a causa de nuestros cuerpos jóvenes, vigorosos e inasequibles al desaliento, siempre dispuestos a entregarnos, a no dejar nada para el mañana, porque el mañana no existe, solo existe el aquí y el ahora. Fundiendo nuestras almas y cuerpos, desafiando el orden establecido por mentes obtusas incapaces de separarse del rebaño, desoyendo sus deseos internos, absteniéndose de cumplir sus deseos mas calientes e imperiosos.
Se que es un juego peligroso y arriesgado, pero me gusta el riesgo. No hay nada mas peligroso en la vida que el intentar pasar por el mundo sin correr ningún riesgo. Y a veces me ha jugado malas pasadas. Miradas malinterpretadas que me han costado no pocos peligros. Pero eso no me va a parar. Porque es parte del riesgo, y lo que lo hace tan interesante y deseable.
Siempre voy a todas partes muy arreglado, siempre dispuesto a gustar,

a la conquista, a vencer a la condición mortal del ser humano a través de las vivencias diarias, al disfrute del sexo con mis compañeros de viaje, iguales a mi , que no conocen el miedo , valientes y audaces, que no quieren dejar nada para el mañana. Me gusta gustar, lo reconozco. Me cuido al máximo: como todo muy sano, y mantengo un entrenamiento espartano

para estar siempre deseable, porque para mi no existe la palabra fealdad o dejadez. Cuando veo a mi presa, no me lo pienso dos veces, voy a cazarla, a hacerla mia. Incluso chicos que nunca habían mantenido relaciones homo no han podido resistirse a mis encantos, a mis musculos esculpidos sobre la dura y fría roca, a mi gallardia y arrojo. Y han disfrutado como nunca en la vida pensarían que seria posible, tal es mi poder que ejerzo sobre mis presas.
Visto atrevido, listo para gustar, para atraer a los dos sexos , aunque yo tengo preferencia por la virilidad de los eternos bellos cuerpos jóvenes
masculinos.

Por su decisión y determinación. No me gusta la pasividad de las chicas, quiero al que quiere conseguir lo que quiere. Al que no teme el peligro y se expone, dejándose la vida si es necesario.
Como he dicho me cuido al máximo, a mis 37 años aparento 27 y no tengo ni un gramo de grasa en mi esculpida anatomía,

desafiando el mandato de los dioses que ordenan el deterioro de los cuerpos con el paso del tiempo.
Es verdad que los dioses me dieron buenas cartas para jugar el juego de la vida, pero yo a través de sacrificios y disciplina espartana me he encargado de mejorar las cartas repartidas. Y el resultado no puede ser mas espectacular. Tengo unas espaldas anchas que despiertan admiración entre los dos sexos. Una cintura estrecha que provoca taquicardias con su sola visión. Y una musculatura que me hace merecedor de ser huésped del Olimpo, al lado de los dioses, eternamente bellos y jóvenes.

El jueves volveré a salir de caza y a cobrarme una nueva victima, a disfrutar con el roce de los cuerpos, con la pasión animal que provoco a mis conquistas.