Yo no tengo hamijos. O tengo uno en la actualidad que es como si no lo tuviera porque cuando se echó novia ya nuestra relación no ha desaparecido pero ya no es lo mismo.
No he tenido amigos o he tenido un par de una manera algo superficial por decisión propia, es que yo soy así.
Es más, mi carácter ha ido evolucionando y abriéndose algo más con el tiempo por pura presión social, por pura obligación. Soy introvertido y eso en un país latino está mal visto. Está mal visto incluso en hombres, porque los hombres españoles se comportan como mujeres en ese aspecto. Para un hombre español por lo general ir al cine solo, por ejemplo, es sinónimo de ser raro. Un chaval español no puede ni ir a cagar sin sus amiguitos.
Hace poco conocí a una chica eslava que era lo opuesto a mí. Es una chica muy extrovertida provinente de un lugar en que sus gentes son frías como el hielo, casi autistas; un lugar en que una persona tan abierta y habladora es vista como una loca. Me contaba la chica que emigró a estas nuestras tierras porque no podía soportar el no encajar allí, el tener que fingir y hacerse la introvertida para que no la prejuzgaran ni señalaran.
En mi niñez tuve amigos, no abundantes pero bueno, lo típico de esas edades. En mi adolescencia cuando fui al instituto nada de nada. Fracasé en los estudios, cambié de instituto y allí conocí a un tipo que era muy lol y se puede decir que fue mi primer hamijo real, me cayó en gracia, me inició en el mundo del fumeteo, conocí a sus amigos que se conviertieron más o menos en mis amigos, aunque en el fondo todos sabíamos que amigos eramos él y yo, porque respecto a los demás yo era un acoplado. Principalmente más desde mi perspectiva y posición hacia ellos. No es que me molestaran, pero quien me caía bien era él y ellos pues venían en el paquete. En ese grupo según mi parecer existía un exceso de adicción a la droga, así que con 20 años desaparecí sin ni siquiera despedirme. No me interesó, llegaba a rallarme tener que soportar siempre lo mismo, gente sin ninguna otra inquietud que no fuera el meterse unas líneas de coca. Encofradores, peones y mierdas de esas.
Ya superé los 30 años de edad y se puede decir que desde aquellos tiempos hasta hoy conocí únicamente a un segundo amigo. Este ya era otra cosa, no estaba rodeado de garrulos. Aunque básicamente es un amigo de fiesteo. La de tias que nos ligamos juntos... creo que en cierto modo una de las ventajas que me aportó era esa, el no asustar a las tias yendo solo de discotecas. Lo sigo manteniendo, es este que decía al principio que la novia lo tiene atado.
La cuestión es que me importa una mierda no tener amigos. De hecho suelo caer bien a la gente, si no los tengo es porque soy muy solitario y voy a mi bola. Lo que me pesa a mí es que la gente mire raro a alguien como yo. Me ha presionado en más de una ocasión.
Lo que sí he tenido es muchas amantes. He sido siempre muy mujeriego y carnalmente he necesitado relacionarme con chicas.
Uno de mis miedos, de mis pesadillas, de mis preocupaciones, es pensar en el día de mi boda, que entiendo que llegará tarde o temprano. Siento pánico de imaginarme en la celebración sin invitados amigos. Socialmente sería algo tristérrimo. Ciertamente pienso mucho en ese detalle.