pastanaga rebuznó:
¿Pero para qué se restaura un edificio de dos mil años? ¿Para que siga haciendo su función original? ¿Para que no se caiga y pille debajo a un transeúnte? ¿Para que se pueda explotar turísticamente? ¿Para lucir las últimas tendencias técnicas y estéticas?
En el caso de la alcazaba esa, está claro que no se trata de que haga funciones defensivas. Si hay peligro de derrumbe, desde la ignorancia diría que lo más barato no es cascarle esa estructura. El turista (especialmente el americano) suele valorar lo aparentemente antiguo. Y si el único objetivo es desarrollar la vanguardia arquitectónica, mejor tirarlo todo abajo y desplegar los recursos más punteros desde cero, sin ataduras.
Pues tienes mucha razón. No puedo extenderme demasiado pero voy a intentar explicar mi visión.
Como digo, en Arquitectura, siempre, en base a unos mínimos, todo es relativo y no hay absolutos. Lo primero que hay que hacer al plantear o juzgar un intervención sobre un edificio existente es decidir cuál va a ser el uso final. ¿Va a ser adaptado como hotel? ¿Como residencia? ¿La restauración simplemente pretende que no se venga abajo? ¿Va a ser un foco de atracción turística?
En el último caso, que es el de la Alcazaba que tanto indigna a Curro, se ha, más o menos, extendido la idea, ya que en Arquitectura como digo no hay cuorum, que la intervención tiene que tener como brújula la sinceridad y honestidad en el proyecto. ¿Esto en qué se traduce? En intervenir de manera que el usuario, conocedor o no del proyecto y su devenir a lo largo de los años, sea capaz de entender volumétricamente las formas originarias de los volúmenes edificados, que, de alguna manera, se respire la sensación espacial que había cuando el edificio fue construido, y que, bajo ningún concepto, se haga pasar por histórico algo que se ha levantado hace tres días, es decir, que si una torre se ha caído, se reconstruya el volumen que ésta representa mediante técnicas y planteamientos contemporáneos, en esencia, porque la Arquitectura es un oficio que, como todos, responde a su tiempo y sólo tiene sentido cuando es coherente con la época en la que se desarrolla. Es decir, entre los expertos, que yo no lo soy, sería un error levantar una torre caída pretendiendo hacer ver que lleva desde el principio de los tiempos allí e intentando mimetizar lo nuevo con lo viejo.
A partir de aquí se abren muchas vías: que estos volúmenes que representan lo que ya no está se integren por similitud con el entorno edificado (escala cromática, textura material...); por contraste hacer justo lo contrario...
De ahí que, en principio, la Alcazaba sea una intervención que responde al canon primero: lo caído se alza con un material que compone el volumen que ha desaparecido, en una escala cromática similar, pero con materiales contemporáneos que, además, responden a técnicas constructivas opuestas (de ahí la gracia, al visualmente
similar pero ejecutado con un material ligero que requiere de estructura posterior y no trabaja por
por gravedad), y que, por su disposición pone en valor lo histórico y permite hacer una composición del proyecto original.
El resultado, además, tiene valores estéticos, proporción y cuidado detalle.
Otra cosa es que no nos guste, que puede pasar. Pero es un planteamiento que responde a una lógica proyectual y constructiva. Aunque el resultado haya gente a la que no le guste. Puede pasar.
En cuanto a lo del clasismo que decían por ahí, no le falta razón. Hay elitismo y mucho. Yo, como arquitecto mediocre, intento ser lo más humilde posible y nunca pontificar, sólo dar mi opinión, pero entendiendo y respetando las restantes. Por ejemplo, hay quien dirá que esa intervención se podría haber solventado con un proyectado de hormigón contemporáneo con una escala cromática más oscura o más clara o igual. Y tiene razón, y es un planteamiento válido. A mí me gusta menos pero es válido. Pero en esto, como en todo, para opinar, hay que tener unas herramientas o un bagaje, lo cual no quiere decir que haya que haber estudiado Arquitectura, dios me libre, la Arquitectura está hecha por y para los hombres y pensar que sólo una élite puede decidir es un craso error, pero para opinar con solidez y no decir banalidades que lo dejen a uno en evidencia, hay que tener unos mínimos conocimientos.
De nuevo digo que en Arquitectura no hay absolutos. Cuando se presenta un concurso de Arquitectura, hay como 30 estudios que hacen proyectos, todos ellos validísimos y todos ellos más que solventes al uso previsto. El jurado elegirá por moda, por estética o por qué se yo. Tuve un jefe que me dijo que lo primero que tenía que hacer al presentarme a un concurso era enterarme de quién era el jurado y aprenderme su obra, pera influirme por ella y tener más opciones de ganar. Como soy mediocre, nunca he hecho eso porque nunca he aspirado a ganar.
Por cierto, en el de Sagunto el planteamiento es similar al de la Alcazaba, con el agravante de que ahí, sí que se quería, además, dar un suso cotidiano como escenario de conciertos y representaciones, así que con más motivo hay que intervenir de manera activa.
Por último, los términos "pegote"y "no pega" nunca he terminado de entender qué cojones quieren decir.