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naxo rebuznó:Es que eso no tiene nada que ver con lo que tú dices. Tú hablas de involucrarse en política de forma activa, de desarrollar ideas...y todavía no me has dicho que ideas desarrollaron las tres personas que te he mencionado para que las consideres intelectuales.
naxo rebuznó:Hombre, ya estamos con los "según tú" que después se pierden en el limbo del foro sin ser explicados. Ya sabes, quoteo (bien hecho) y lo hablamos.
Y de paso, medita por qué te he puesto tres de los cuatro nombres que has dado, siendo Angel Ganivet el que no he puesto, y también me lo dices mañana.
Te contesto que estás ansioso y parece que no hay otra cosa que hacer que meterse en el foro. Para que el resto del personal se entere, estamos hablando de Francisco Ayala, Melchor Almagro, Pedro Antonio de Alarcón y Ángel Ganivet.
Me alegra que ya des por válido a Ángel Ganivet como intelectual. Todavía no sé si es únicamente por ser escritor (como has mencionado por la página 96 ó 97) o porque entra dentro de la definición que yo he dado. Vamos progresando adecuadamente.
El suspenso te lo llevas con Francisco Ayala. Y te lo llevas porque si hay una persona que reúna todas las características de un intelectual, ése es Francisco Ayala, al que cuando murió definieron su muerte "como la del último intelectual". Me pides que te diga cual es el desarrollo del pensamiento político de este hombre. Pues bien, me pides que te hable del que posiblemente ha sido el politólogo más importante de España, el que más ha escrito sobre el tema y el pensador español que se tiene por punto de referencia en la carrera de Ciencias políticas, tanto en España como fuera de ella (principalmente en Alemania). Así a bote pronto (y tirando del listado de Wikipedia) me salen las siguientes obras en las que desarrolla un pensamiento político:
El derecho social en la Constitución de la República española
El problema del liberalismo
Historia de la libertad
Los políticos
Histrionismo y representación
Una doble experiencia política: España e Italia
Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo
Ensayos de sociología política
Derechos de la persona individual para una sociedad de masas
La integración social en América
Tecnología y libertad
España a la fecha
La imagen de España
Contra el poder y otros ensayos
Quizás te parezcan pocas. Pero es lo que hay.
Con Melchor Almagro no es que te lleves buena nota. Pero lo vamos a dejar pasar por lo desconocido del personaje. Es lo que tiene apoyar al bando nacional: que ahí no había intelectuales y apenas sabían leer ni escribir. A pesar de ello Melchor Almagro pudo desarrollar su pensamiento a través de estos libros, el cual va desarrollando desde el Maurismo:
Historia política de la España contemporánea
Historia del reinado de Don Alfonso XIII
Orígenes del régimen constitucional en España
La emancipación de América y su reflejo en la conciencia española
Catalanismo y República española
Historia de la República Española
Repúblicas Centro y Sudamericanas
Por qué cayó Alfonso XIII: Evolución y disolución de los partidos históricos durante su reinado
Viaje al siglo XX
En torno al 98: política y literatura
Y por último nos ocupamos del bueno de Pedro Antonio de Alarcón. Claro, uno escucha el nombre y lo asocia con el jolgorio y la diversión. Y resulta que detrás se encuentra un gran escritor, una persona de grandes inquietudes intelectuales y que mantuvo un interés por la política y reformar su Patria durante su vida. La evolución de Pedro Antonio de Alarcón fue grande, pasando desde terrenos anti-clericales y anti-monárquicos al tradicionalismo, considerándose siempre un ferviente patriota español (se enroló voluntario en la Guerra de África en 1859). Estuvo en todos los líos habidos y por por haber del s.XIX, participando en la Vicalvarada y La Gloriosa; se enroló en la Unión Liberal; le perdonaron la vida en un duelo por motivaciones políticas...
Como dato curioso, Pedro Antonio de Alarcón fue un precursor de un cierto racismo "a lo español" a través de su nacionalismo exacerbado, sus tesis colonialistas e imperialistas (lo que se conocía en la época como un "africanista") y su desprecio "por lo moro". Pero a la par sentía una atracción indudable por África (en su obra Moros y cristianos describe a África como "...la Jauja de los malhechores, el seguro de la impunidad, el campo neutral de los hombres y de las fieras, protegido por el calor y la extensión de los desiertos.").
Era también una persona interesada por la etnología y la fisonomía racial (por ejemplo, de Almería capital dice en su obra Viajes Andaluces: "No se crea, sin embargo, que, considerada socialmente, la ciudad que describo tiene también algo de berberisca y antieuropea... Muy al contrario, es una de las poblaciones más cultas de España; lo cual proviene de que, hace mucho tiempo, se buscó la vida por mar, a falta de comunicación terrestre con el mundo civilizado, y entró en íntimas relaciones industriales y comerciales con Inglaterra, ni más ni menos que Cádiz y Málaga, a las cuales se parece muchísimo (especialmente a la última) en el orden intelectual y moral. Quiero decir con esto que las personas acomodadas de Almería viven un poco a la inglesa, piensan un poco en inglés, son tan corteses y formales como los más célebres comerciantes de la Gran Bretaña, y consideran indispensable tomar mucho té, mudarse de camisa todos los días, leerse de cabo a rabo un periódico, afeitarse, cuando menos, cada veinticuatro horas, y hablar mejor o peor la lengua de lord Byron.")
Sus planteamientos políticos quizás están mejor recogidos en sus escritos como periodista-soldado de la Guerra de África que recogió en un libro titulado Diario de un testigo de la Guerra de África.
Existe un texto titulado Ideología y novela en Pedro Antonio de Alarcón que es un buen resumen (y breve) de lo que te comento.
Y espero que con esto quede saldada su curiosidad.
Spawner rebuznó:Te equivocas, con cada vez más frecuencia se dice que se ha intervenido en las obras de recuperación y adaptación del edificio que corresponda. De hecho, hablar de que un arquitecto se dedica a restaurar no tiene excesivo caché.
No se trata de caché o no, ni de la terminología que utilicéis ahora. Me refiero al hecho de la interpretación literal de una definición. Y que si nos guiamos por dicha interpretación literal, un arquitecto nunca iba a restaurar nada (o casi nunca). Por lo demás no tiene mayor interés seguir dándole vueltas a lo mismo.