Nosotros también fuimos emigrantes, no lo olvidéis. Como la mayoría de las familias gallegas, incluso hoy en día. Hubo un tiempo en el que los menas éramos nosotros, en Argentina, en México, en Moscú... Pero ahora nos estorban esos niños, la memoria es muy frágil.
Yo no olvido: mi abuelo apareció de bebé flotando en un río de Yugoslavia; solo con una probeta y un microcospio y tuvo que descubrir enfermedades y curaciones. Se hizo un cuenco de barro que le sirvió de barco, de casa y de coche; se alimentó de algas y sueños. Mi abuelo fue el primer negro en votar de Francia.
Hasta con las letras de mi apellido se puede formar la palabra MENA. Ese es el secreto de la familia, somos negros.