Neutral Malvado
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Saria Dx rebuznó:He de reconocer que esos bebés son monísimos, pero para un rato. Está claro que las mujeres tenemos instinto maternal, pero no follamos para tener bebés.
Las mujeres folláis para retener y chantajear al varón. Dándole sexo os aseguráis que él permanece a vuestro lado respaldando el proyecto familiar y reproductivo. Nadie está diciendo que lo hagáis de manera premeditada ni que seais conscientes de que tal proyecto reproductivo existe. Al contrario, sois criaturas profundamente inconscientes en lo tocante a vuestra sexualidad. De hecho, es de vital importancia que sigáis siendo inconscientes, ya que vuestra responsabilidad reproductiva es mayor y debéis estar bien sujetas por el instinto y los sentimientos. Una hembra demasiado consciente no se reproduce como es debido. Precisamente la naturaleza os ha dado un cerebro con mayor interconexión entre ambos hemisferios para que en vosotras predomine el sentimiento sobre la razón. También los vaivenes hormonales del ciclo menstrual contribuyen a relegaros a la condición de criaturas atolondradas e irracionales, perfectas para la procreación inmediata. Por eso la mayoría de mujeres sois incapaces de descifrar el porqué de vuestra conducta sexual. También os falta habilidad para debatir sobre sexualidad de una forma honesta y cabal. Sois incapaces. Pero la culpa no es vuestra. Es la naturaleza que necesita tener a las hembras bien cogidas por los ovarios para que cumplan con su función reproductiva.
Los hombres también somos víctimas de autoengaños y espejismos sexuales, pero con menor frecuencia, ya que nuestra responsabilidad reproductiva es menor y la naturaleza no necesita tenernos tan engañados.
Werther rebuznó:Hay una contradicción en tu argumento. Si el instinto manda a la mujer querer tener hijos, ¿no debería pasar lo mismo con el hombre? La naturaleza ha creado la sexualidad precisamente para eso. Hombre y mujer poseen como fin natural procrear, luego ambos han de experimentar el instinto reproductivo. Además, el hecho de que normalmente un hombre esté dispuesto a darlo todo por sus hijos es un fortísimo indicio de que el instinto paternal (instinto de conservación de la prole) es, al menos, tan fuerte como el maternal, aunque se manifieste de distinta forma.
No tiene nada que ver el instinto maternal con el instinto paternal. No son comparables.
El instinto maternal es inherente a la fémina desde que nace. Tiene hondas raíces biológicas. Véase, si no, cómo las niñas juegan con muñecas. Eso es instinto maternal. Cuando a una niña le preguntas si tendrá hijos cuando sea mayor, la respuesta siempre es afirmativa. Cuando le cuentas cómo se hacen los niños, diciéndole aquello de que papá pone una semillita en mamá, te responde: "Aghh, qué asco, yo eso no lo voy a hacer, prefiero adoptar un niño". Es decir, que en la mente de la fémina, la idea de tener hijos o de adoptarlos es anterior a la idea de follar. Pero no creas que la cosa cambia mucho en mujeres adultas. Te pongo el ejemplo de mis hermanas. Una de 29 y la otra de 23. Cada una tiene su ordenador portátil. Un día hice una búsqueda de todos los archivos de vídeo que tenían en el disco duro para ver cuánto porno almacenaban. Resultado: Ni un vídeo porno. Luego hice una búsqueda de imágenes para ver si tenían fotos comprometidas. Sólo me encontré con fotos de bebés, perritos, gatitos y monitos. Y estamos hablando de mujeres adultas que han tenido sus novios y que han follado bastante más que yo. Y ahí las tienes. Coleccionando fotos de bebés y de cachorritos.
El instinto paternal, en cambio, suele surgir por imperativos culturales. Normalmente aparece cuando el hombre se mira al espejo y se da cuenta de que no va a vivir para siempre. O cuando ve que necesita un heredero al que dejarle su legado. Como el cazador prehistórico que quería tener un hijo para enseñarle a cazar. O el artesano que quería uno para enseñarle el oficio (y ya de paso, asegurarse la continuidad del negocio cuando él fuera viejo).
En general, cuando la mujer piensa en tener hijos, suele visualizar un bebé. En cambio, el hombre suele visualizar a un niño ya crecidito al que poder traspasarle su legado. Es decir, que el instinto maternal es un imperativo biológico, mientras que el instinto paternal es más bien un imperativo cultural, social o económico.