Seguimos en Fortaleza, Alice Veras, 20 años, independiente sacada de web. No tiene dónde recibir y atiende a domicilio, 250R$ la hora (46€), francés hasta el final y muy besucona aunque no hace anal, desplazamiento incluido, llegó en moto-uber y se volvió a pie hasta el gimnasio que le quedaba a mitad camino y de allí luego a su casa.
Vino directamente a verme con ropa fitness, eso me dio un morbo extra. Ahí está en mi baño mientras se vestía después de la sesión.
Fortaleza como ciudad no es muy bonita, aunque la sigo prefiriendo a Recife. Las playas del centro (Meireles e Iracema) han mejorado una pizca su aspecto, ahora están más limpias, ya se ven algunas sombrillas y más gente aunque personalmente prefiero desplazarme unos 15 minutos en uber hasta Praia do Futuro, mejora algo el panorama, hay unas barracas de lujo bien montadas con buenas hamacas, buen papeo y algunas con piscinas, el problema es que o son en plan familiar con toboganes y niños, o bien en plan “adult only”, el problema en éstas es que los findes prevalecen los grupos de maricones y huele eso a culo sudado que no veas.
Al igual que Recife (dónde estuve un par de días únicamente y no repetiría) se palpa una cierta inseguridad si te metes de noche en según que calles si no hay mucha gente, con lo barato que es Uber más vale no tomar riesgos.
Para el resto de la semana, hay sitios muy guapos, aunque muy difícilmente veremos golfas “pro”, tenemos, el club disco Austin para jueves y viernes; Pagode da Diretoira los domingos; Giz, Turatti y Moleskine bares cojonudos para cualquier día. Para el sábado existen varias alternativas, el Kukukaia de forró en vivo, bailes y picoteo (aquí no es difícil el ligoteo estándar), o bien el Hoots que está muy de moda, las tías más buenas de la ciudad vienen por aquí, también treintañeras y cuarentañeras de nivel medio-alto con sus Iphones aunque difíciles de entrar. Y el Living muy famoso pero no me metí por la cantidad de niñatos que había a la entrada y no pintaba nada yo allí.