Elhombre
Forero del todo a cien
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- 22 Feb 2007
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Cuando los ponentes de la constitución del 78 optaron rescatar el concepto de autonomía, tomandolo de la Segunda República, su intencíon era implicar a los nacionalistas en el nuevo régimen. Seguramente creían que, tal y como había ocurrido cuarenta años antes, solo se crearían autonomías en las regiones con fuertes sentimientos nacionalistas. Vamos, que habría tres, tal vez alguna más.
En aquel momento parecía una buena idea...
No cayeron en la cuenta que este era un país en el que ya se llevaba denunciando el caciquismo un siglo (aunque no es un fenómeno exclusivamente español, ni mucho menos), una verdadera epidemia.
Poner semejante chollo en manos de españoles era una locura. Era de esperar que toda una nueva clase de políticos se lanzaran a que les entregaran el bandeja poder, montañas de pasta pública y la agradable sensación de sentirse superior a que aspira a todo español.
Así se crearon comunidades autónomas por todo el territorio, de forma más o menos arbitraria, y a veces un tanto cutre. Y otros envidiosos no han dejado de malmeter y quejarse de porque La Rioja es Autonomía, y no lo es León, o Burgos, o el Valle de Aran, etc.
Y así cada sátrapa favoreció a redes clientelares, creo medios públicos adictos y nutrió a una horda de funcionarios, hasta provocar que la máxima aspiración de todo español sea llegar a ser un esbirro estatal.
Y el dinero se despilfarró, se gastó en tonterías, desapareció como lágrimas en la lluvia.
Amigos lo que tenemos en España es una mierda de sistema que no es ni centralizado ni descentralizado, sino donde las estructuras redundan y se solapan para dar de comer a los parásitos.
¡Basta! Este país puede ser gobernado por un simple sistema de provincias y TODOS lo sabemos. Todos sabemos que el estado que tenemos esta muy por encima de nuestras necesidades, y callamos por apatía o por interés. Pocas voces, pero cada vez más angustiadas nos advierten de que este sistema puede ser la ruina del país.
Notareis que todavía no he mencionado a nuestros queridos amigos, los nacionalistas periféricos. No lo he hecho porque ellos solo son la parte más sangrante del problema, pero el PSOE y el PP no son mancos en absoluto. Pues bien, sin las autonomías los nacionalistas no serán nada, no existiran. Si siguen teniendo presencia en el congreso y senado, tendrán que implicarse mal que bien en las políticas nacionales. Eso unido al deshogo que supondría para las arcas públicas podría ser suficiente para dar un nuevo impulso al país.
Hay que empezar a murmurar de ciudadano en ciudadano, no podemos confiar en ningún partido que haya tenido un emperadorzuelo del tres al cuarto, porque jamás renunciaran a tener mando en plaza. Hasta crear un sentimiento popular. Con solo que el descontento se perciba y los politicos reduzcan las tendencias más nocivas para intentar convencer de que las autonomías son viables ya habremos ganado mucho...
En aquel momento parecía una buena idea...
No cayeron en la cuenta que este era un país en el que ya se llevaba denunciando el caciquismo un siglo (aunque no es un fenómeno exclusivamente español, ni mucho menos), una verdadera epidemia.
Poner semejante chollo en manos de españoles era una locura. Era de esperar que toda una nueva clase de políticos se lanzaran a que les entregaran el bandeja poder, montañas de pasta pública y la agradable sensación de sentirse superior a que aspira a todo español.
Así se crearon comunidades autónomas por todo el territorio, de forma más o menos arbitraria, y a veces un tanto cutre. Y otros envidiosos no han dejado de malmeter y quejarse de porque La Rioja es Autonomía, y no lo es León, o Burgos, o el Valle de Aran, etc.
Y así cada sátrapa favoreció a redes clientelares, creo medios públicos adictos y nutrió a una horda de funcionarios, hasta provocar que la máxima aspiración de todo español sea llegar a ser un esbirro estatal.
Y el dinero se despilfarró, se gastó en tonterías, desapareció como lágrimas en la lluvia.
Amigos lo que tenemos en España es una mierda de sistema que no es ni centralizado ni descentralizado, sino donde las estructuras redundan y se solapan para dar de comer a los parásitos.
¡Basta! Este país puede ser gobernado por un simple sistema de provincias y TODOS lo sabemos. Todos sabemos que el estado que tenemos esta muy por encima de nuestras necesidades, y callamos por apatía o por interés. Pocas voces, pero cada vez más angustiadas nos advierten de que este sistema puede ser la ruina del país.
Notareis que todavía no he mencionado a nuestros queridos amigos, los nacionalistas periféricos. No lo he hecho porque ellos solo son la parte más sangrante del problema, pero el PSOE y el PP no son mancos en absoluto. Pues bien, sin las autonomías los nacionalistas no serán nada, no existiran. Si siguen teniendo presencia en el congreso y senado, tendrán que implicarse mal que bien en las políticas nacionales. Eso unido al deshogo que supondría para las arcas públicas podría ser suficiente para dar un nuevo impulso al país.
Hay que empezar a murmurar de ciudadano en ciudadano, no podemos confiar en ningún partido que haya tenido un emperadorzuelo del tres al cuarto, porque jamás renunciaran a tener mando en plaza. Hasta crear un sentimiento popular. Con solo que el descontento se perciba y los politicos reduzcan las tendencias más nocivas para intentar convencer de que las autonomías son viables ya habremos ganado mucho...