(Topico)
Somos victimas de la falsa visión del amor que nos ha insertado la televisión cuando eramos niños, de la que luego nos damos cuenta a base de estacazos en las encias. Esto algo que todo el mundo sabe pero que me gustaría comentar. Estaban echando Willow en la televisión y he visto justo la escena en la que Madmartigan se curra a Shorsa en cuestión de segundos.
Madmartigan: Heroe guaperas que encima te cae de puta madre.
Sorsha: Tia cachonda que te cruje con la espada.
Y así es, cuando tienen a la niña en el campamento de los malos. Madmartigan se hace el duro con ella durante toda la peli, aunque la tesión sexual ya se nota. Y el muy picarón hechizado con no se que polvos del corazón roto entra en la tienda de campaña donde duerme la pava. Ella es de los malos malosos y custodia a la niña.
Ella duerme y Madmardigan -nombre chanante joder- se le acerca a susurrarle palabras preciosas, ella se despierta con espada en mano lista para rajarlo de arriba a abajo, pero el sigue con el rollo romantico del amor, de que da igual que muera pues solo importa el deseo que siente por ella.
Ella cae ante sus encantos y deja que se acerquen sus labios aún empuñando una espada de manera menos tensa y amenanzante, de repente se da cuenta de que nuestro simpatico personaje Willow ha cogido a la niña. Se cabrea y le llama embustero, pero da igual sus ojos nos dicen que su coño ya se ha hecho agua y no hay marcha atras.
Viva el amor.
Está mierda aún me ha tocado la fibra sensible para que negarlo. Y es que estamos traumados de por vida, aunque esta se empeñe en demostrarnos experiencia tras experiencia que esa mierda no existe. Que todo es falso.
Nos han inculcado que sí nuestro deseo por alguien es enorme, es decir, estamos enamorados, solo nos queda transmitir ese mismo sentimiento en palabras, o cartas para dar por satisfecho nuestro objetivo, falso joder falso.
Ese amor nunca puede surgir de unas bonitas palabras salidas de nosotros, que el deseo, el amor, es simplemente una masturbación mental que a veces es satisfecha por un tercer agente -ella- y a veces no, ambas con el mismo final, la desilusión y el asco, la vuelta a realidad, a la realidad de que estamos jodidamente solos.
¡Yo os maldigo cine infantil!
Pase lo de los reyes magos, pero esto joder, esto solo provoca cartas como las que hemos leido esta semana aqui.