No lo pillo, explícamelo como si fuera yo zurraspas...
La aplicación soft del famoso 155 se basa en el axioma militar: “al enemigo que huye, puente de plata”.
Rajoy lo que no quiere es una victoria que cree resentimientos, con un reguero de mártires y argumentos para una mayor victimización de la parte derrotada (porque aquí hay vencedores y vencidos y cuando uno se ha propuesto una “República Catalana Independiente” y la bandera española sigue ondeando en la cúpula del Palau de la Generalitat, es que ha sido derrotado en toda línea).
Lo que Rajoy no busca es “derribar el Barrio de la Rivera” –lo que hizo Felipe V tras la caída de Barcelona en 1714- sino simplemente restablecer la normalidad. De ahí su política de “apaissement” (apaciguamiento). En 1934, ver a todos los irresponsables que habían participado en la “independencia de las 10 horas”, con Companys al frente, entre rejas, fue uno de los elementos que generaron la victoria del Frente Popular en febrero de 1936. Los “mártires”, de momento, son dos cretinos integrales, mezcla de chalados y de aprovechados, que resultan insoportables hasta para sus compañeros de celda, “los dos jordis”...
A muchos “unionistas” les ha preocupado que Rajoy no pusiera especial énfasis en actuar sobre los dos principales puntales de los indepes en estos momentos: a educación y los medios de comunicación de la gencat. Los funcionarios de los segundos han “amenazado” con no respetar las reglas que les vengan impuestas… Bueno,
TV3% tiene apenas un 13% de cuota de audiencia en Cataluña, lo que quiere decir que su audiencia es muy limitada, para “convencidos” (conozco indepes que han hecho voto de ver solamente TV3%...) y con pérdida progresiva de audiencia… así que ¿para qué dar importancia a algo que es pura anécdota?
Lo de la educación es mucho más grave. Desde quince días antes de que se anunciara la aplicación del 155, los sectores nacionalistas más sensibilizados habían iniciado una campaña (especialmente en pueblos) “La escuela catalana no se toca”… Es significativo. Más significativo todavía es que
partidos como CUP tienen una mayoría de cuadros que son maestros en la escuela pública. En este terreno, Rajoy ha intentado de nuevo no tocar un punto sensible para evitar que el animalico herido, la gencat, se revolviera: pero
dudo que se le haya escapado que si ha existido en 2017 un absurdo proceso soberanista, ha sido después de 20 años de “inmersión lingüística” y de casi cuarenta años de “historia de ficción” y adoctrinamiento en las escuelas catalanas.
¿Que la gencat nacionalista no quiere que se toque la escuela catalan? ¿Qué no quiere lo que sería normal, esto es que cada familia elija la lengua en la que quiere que se eduque a sus hijos? Bien… eso lo único que implicaría es que
el Estado debería crear en Cataluña una red de escuelas paralelas con un programa de estudios propio y enseñantes propios. ¿Se atreverá el Estado a tomar una medida así? De momento, no se lo ha planteado nadie, pero resultad evidente que una de las consecuencias de esta crisis es que todas las partes se han quitado las caretas: ahora ya está claro el adoctrinamiento operado en las escuelas de la gencat y el que en lugar de “ciudadanos del Estado”, lo que han intentado ha sido crear “ciudadanos de la república catalana independiente”. Ahora hace falta partir de cero en este terreno: seleccionar profesorado, elaborar planes de estudios y, sobre todo, articular una escuela eficiente desde el punto de vista pedagógico (que la actual escuela de la gencat dista mucho de ser).
A un mes del 1-O | INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà