Pues mira, sobre todo es su coherencia. Ya no es que haya hecho de la ciudad más mierdera de España una ciudad semihabitable, sino que era una persona que no le bailaba el agua lo más mínimo a los batasunos, no tenía problemas en tener la bandera de España en el ayuntamiento porque, le gustase o no, era respetuoso. Le podías ver lo mismo en el chumarri urruna ese que tienen que suben al monte con un boKata y una KoKaKola que en la feria de abril de finos y jamón. Vamos, que tenía sus ideas, pero no le cegaba el odio irracional. Sabía aprovechar las cosas buenas de cada lugar y las respetaba.
Y la última fue cuando los batasunos quisieron quitar los cuadros de los alcaldes franquistas en el ayuntamiento, y dijo que una mierda, que eso era historia de Bilbao y que a chuparla. Un figura vaya...
Uno de sus mejores amigos el del PP de allí por cierto.