Hace tiempo estoy con la idea de empezar este hilo, que seguramente quedará una puta mierda como el 90% de lo que vomito si no más. El caso es que hace años en mi universidad había una tía que estaba para hacerse una paja a la crema con ella.
Recuerdo que era una pija malagueña con un cuerpo de infarto. De cara era más gñe, pero pasaba desapercibida ante la escultura griega sobre la que iba colocada.
Yo estuve metiendo fichas a muerte una temporada confiando en que ella fuese consciente de su cara gñe y rebajara el nivel para tirarse a un insecto como yo pero mis frutos fueron nulos. Como fueron nulos para todos los de la universidad excepto para un amigo mío, que el cabrón era feo, sin gracia, sin chispa, soso, desgarbado... pero ella estaba loca por él. La gente en la escuela no entendía nada de nada. Se la follaba cuando él quería, si él decía ven y chupa ella iba y chupaba. Era como el plan B de ese cabrón. Después salía, lo intentaba con otras, le decían que no porque era feo de cojones y nada divertido, y entonces llamaba a esta diosa que bajaba del Olimpo a dejarse hacer de todo por él. Algo rarísimo.
Y un día estábamos estudiando juntos y ya le digo: con ésta qué tal?.
Me responde que no la quiere ver más, que pasa, que no le gusta... y yo claro le digo que qué coño dice, que está media ciudad universitaria detrás de ella, y su respuesta fue ésta (palabra por palabra):
“No sé tío... es que tiene el chocho raro...”
Yo ante esto pues claro, me dio la risa y le dije que era un marica por dejar a tremendo pibón por una cosa que sería una manía de él más que una realidad.
Pues años después me encontré con mi propio chocho raro. La tía era un 10. A ver, un 10 es un decir. Era guapa, no delgada pero con un cuerpo muy bonito de gimnasio y yoga, y sobre todo muy inteligente y una crack en su trabajo (abogada de Naciones Unidas y del Tribunal de Derechos Humanos en Ginebra, entre otras cosas. Casi nada... y para mí esas cosas cuentan mucho: la inteligencia, el destacar en la vida... no me vale una zorra de polígono). Su casa guapa, su cochazo... y su chocho raro.
El primer día que follamos nos empezamos a quitar la ropa y de repente veo ESO. Era como un chocho con escudo. Era como que los labios exteriores eran GIGANTES y tenías que apartar con las manos aquello para llegar al asunto. Se me bajó al acto. No follamos hasta las 6 de la mañana creo. Dije que me puse nervioso porque me gustaba mucho, ella se lo creyó y me dijo que no pasaba nada, que me relajara y se abrazo a mí y se durmió. Era comprensión sincera la de ella, y estuve toda la noche despierto y jodido pensando que en unas horas tocaba dar la talla sí o sí. Joder qué puto agobio llevaba... al final pude medio trempar pensando en una que conocía que me ponía berraco y bueno, una de mis peores actuaciones gracias a un chocho raro.
Os ha pasado a vosotros? Habéis tenido chochos raros en vuestra vida?