Señor
Arquitecto, para que compruebe que sus consejos no caen en saco roto, le demuestro que siguiendo sus sugerencias ya he ido haciendo mis prácticas por si llegase el momento...
Mojcú'80: El
Osito Misha, todo bondad y ternura al más puro estilo comunista previo al político calvo de la mancha de café en la cabeza.
Como decía en su canción,
"Vámonos vámonos para otro paíiiiis..." ...éste aprovechó la charanga y pandereta de tanto festejo para pasar el telón de acero y refugiarse camuflado, entre zíngaros de circo, en Alemaña del Oeste, por lo menos.
Los Angeles'84: En plena era de la Guerra Fría, estos americanos aprovecharon para hacer una propaganda exhaustiva que ni los del Carreful, vistiendo al aguilucho
Sam con la banderita de los cojones hasta en el gorro y los calcetines.
Seúl'88: El Tigre
Hodori, un felino con bombín inglés muy simpaticón sin duda muy bien elegido por estos chinos, máxime cuando allí lo que triunfa son los mangas de sus vecinos, de esos con ojos como platos soperos, algo que nadie puede explicarse cuando todo asiático nativo de toda la vida tiene los ojos oblícuos como ranuras de buzón.
Barcelona'92: como de costumbre, Espain is diferent. En este país se piensa que porque un menda dibuje un garabato amorfo con los pies, el diseño resulta más moderno y nos pone a la cabeza de los europeos más fachion. Triunfó el muñecajo Cobi, y solo por ser hispánico como nosotros le doto de un cimbrel censurado que no se lo salta un gitano, porque si de algo presume todo buen español, es de tener la polla más larga que ninguno.
Atlanta'96: Esta mierda con ojos de huevo que casi me gasta la tinta negra del censurado respondía al nombre de
Izzy, algo asín como una abreviatura de "Whatizzit", un chiste que solo alcanzan a pillar los americanos pero que traducido debe de tener poca más gracia que el de la vaca. Observen mi total devoción por lo americano en el tamaño de los rectángulos genitales que presupongo a las dos mascotas yankis de la colección.
Sydney'00: los juegos que más lejos nos pillaron cuyas tres mascotas pasaron totalmente sin pena ni gloria por la historia de las olimpiadas.
Ollie, Syd y Millie (la hermana de Vanilli), uséase un aguililla, un ornotorrinco y un remedo de Espinete, bastante chulos los tres, pero difícilmente copiables por los niños, al fin y al cabo los que más disfrutan con estas cosas y cuyos garabatos de lápices Alpino son difícilmente descifrables incluso para los padres más sacrificados.
Que aprendan de
Cobi, coño, que con levantar los dedos índice, meñique y pulgar de una mano y hacer sombra con ella, ¡hale hop...! ya tenemos su silueta reflejada en la pared.
Atenas'04: se ve que la cultura mediterránea pega fuerte entre los griegos como lo hace entre los españoles: de nuevo un par de mascotas mal dibujadas y feas con avaricia,
Athena y Phevos, se hacen con el honor de representar un acontecimiento de mundial trascendencia.
Me imagino a decenas de pobres y esforzados diseñadores tirándose de los pelos comprobando cómo sus dibujos frutos de horas de trabajo se ven superados, en concurso amañado, por dos monigotes pintados por un artista conceptual de renombre con un lápiz en el culo.
Para mayor cachondeo, observen las tetas de la supuesta fémina del par mascotil, representadas como un par de cruces celtas a la altura del pechamen, y los pies de ambos que ríanse ustedes de las peanas del 54 que calza el mismísimo Roberto Dueñas.
Particularmente no apostaría por que
Madrid fuese finalmente la sede elegida por el COI, no obstante por lo que sí apostaría es que, en el remoto caso de que lo consiguiera, su mascota sería cualquier horrible pintarrajo realizado por un artista de postín.
Probablemente el dibujante de
Cuttlas.