Crónica del I Alacarga Tour por la N-301 - "En busca del Triplete".
Estaba tardando ya bastante en decidirme a conocer esta zona de PaPa´s (Paraguayas y Pagafantas), por lo que no hace mucho cogí mi coche, enfilé la N-IV hasta Ocaña, y desde allí empecé a bajar por esa gloriosa carretera que es la N-301 con la firme idea de conocer los clubs más importantes de esa zona y volverme a casa con un hat-trick en el bolsillo (si mi cuerpo lo aguantaba, que ya no está uno para muchos trotes).
Como vamos a ver a continuación, sólo conseguí lo primero.
El primer local que me encuentro se llama La Viña, pero obviamente el objetivo no era ese y además me faltaban aún algunos kms. para llegar a la "zona caliente" de esta carretera, por lo que proseguí la marcha.
Al rato, diviso por fin unas luces que me son muy familiares, por lo que decido aminorar la velocidad y compruebo cómo, a mi izqda., se alza el primero de los locales que tenía en mi agenda, que no es otro que:
Las Torres
Aparco en su amplia explanada, y para adentro. La primera impresión que me llevo es muy buena, buen local, buena iluminación y decoración, amplia barra con forma circular (aunque incompleta) y ambiente tranquilo.
Decido irme hacia el lado opuesto a la entrada y me siento tranquilamente en uno de los taburetes, no si antes intentar acercarlo un poco sin darme cuenta que está clavado al suelo (como los de las pelis americanas), arrancando la carcajada de un lugareño con una gorra, sin duda bastante mejor conocedor del terreno que yo. Owned para mí
Con la consumición de 7€ me entregan un boleto para un sorteo, creo que a jacuzzi + champán o algo así, bonito detalle "Rosa Élite style".
Nada más sentarme, se acerca la 1ª candidata:
Elena, natural de Rumanía, rubia con mechas de ojos bonitos, pero que no tenía nada que hacer pues no me desplazo hasta Asunción para acabar entrando con una rumana, así que la despacho sin más.
Al rato aparece
Paola, la primera guaya de la noche. Morena, jovencita, no muy alta; morbosa para mi gusto, sin duda podía haber sido el primer polvo de la noche si no se hubiera ido al poco de acercarseme, no sé si porque entendió mal mis intenciones o porque en ese momento entró en el local algún noviete que la iba a invitar a una copa. Queda en la agenda para la próxima vez.
La siguiente en acercarse es
Sara, paraguaya madurita, pelo liso a lo Cleopatra, con un vestido rosa o fucsia, morena de pelo también. Esta vez no era mi tipo, así que sigo aguantando en mi banqueta hasta que aparece
Nicole, guaraní también, de pelo rubio brillante -tintado- con un top y minifalda de volantes a juego, como con un estampado de flores, algo estrafalario. Como llevaba ya un rato allí y quería conocer más locales, subí con ella (en el hilo de experiencias colgaré la faena) por la tarifa habitual de 50 + 5 €.
No me gustó que la salida post-polvo fuera de nuevo por mitad de la sala, pero al menos me sirvió para comprarme una bolsa de patatas en la máquina expendedora que tienen en uno de los fondos, y así ir recuperando fuerzas
Enfilo de nuevo la Ruta del Amor, dejo atrás clubs como Lido y Aquarium que no había tiempo de conocer (si merece la pena o no, lo dejo a opinión de ustedes) y enseguida veo el aparcamiento de mi próxima parada:
Los Molinos
Vaya, pues no me gustó nada el sitio. Demasiado desangelado, demasiado iluminado, bastante humo en la sala... la primera impresión es la que cuenta, y a riesgo de que este local sea mejor que Las Torres, desde luego me gustó bastante menos. Supongo que la hora también cuenta.
De nuevo una especie de barra circular, incompleta también por la pasarela que lleva a la barra de striptease. Grupo amplio de chicas según entras a la derecha, parecían aburridas. De ahí emerge una chica paraguaya de la que, lo siento, no me acuerdo del nombre. No muy alta, normalita de físico (sin ser fea en ningún momento), no me atrajo lo suficiente.
Poco después se me presenta una chica bajo el nombre de
Isabella y bajo la nacionalidad de Marruecos. No tengo ni idea de la veracidad de su procedencia, pudiera ser gitana de Rumanía, la verdad es que las tres chicas con las que estaba tenían toda la pinta de ser de allí (típicas teens que estaban bastante bien, la verdad). De la que yo hablo es morena de ojos claros, pelo negro liso largo, joven, físico teen con poco pecho y poco culo, pero todo muy bien puesto.
Ocurre que yo llevaba la idea fija del triplete paraguayo, si llego a saber que la noche en el aspecto amoroso había tocado a su fin para mí igual hubiera aprovechado el viaje con esta Isabella, pero como tampoco tenía referencias de ella (aquí tendrán que hablar los expertos de la Ruta) y aún me quedaba conocer el Night Star, decliné su invitación.
No me llevé buenas sensaciones del club ni tampoco vi mucha calidad (sí bastante cantidad), pero supongo que habrá que darle una segunda oportunidad.
Vuelta a la carretera para poner rumbo al último objetivo de la noche:
Night Star
El más pequeño de los tres locales, a pesar de lo cual tiene dos barras y anda bastante bien nutrido de chicas. Es el que tiene más aspecto de club de toda la vida por su decoración y ambiente, pero la verdad es que tiene su encanto. Lo malo es que era tarde y no había mucha clientela.
Me pido un refresco y enseguida se me acercan dos hermanitas guayas bastante potentes... ¿
Tamara y Lorena pudiera ser?, tampoco me quedé bien con el nombre. Muy parecidas físicamente, una más alta que la otra pero las dos estaban bastante buenas, morenas, físico de mujer hecha y derecha pero sin que sobre nada.
El caso es que las digo que acababa de llegar y quería ver un poco el ambiente... y en qué puta hora. Se sentaron tranquilamente y ni una sola de las chicas que había se me acercaron en el rato largo que estuve en el local. No entiendo estas cosas, la verdad, no sé si sería el cansancio propio de la hora, el aburrimiento que tenían encima (bastante notorio en alguno de los casos) o qué cojones, pero el caso es que yo miraba y requetemiraba y allí no se acercaba ni el tato.
Y no me pasó sólo a mí, había también otras 2 ó 3 personas que estaban en mi misma situación. Yo desde luego paso de entrar a una tía en un club, sólo faltaba eso, así que me acabé la bebida y tiré para Madrid con un sabor agridulce. De todas formas también concederé al Night Star otra oportunidad, había unas cuantas opciones allí bastante válidas.
Bueno, pues con este
LADRILLAZO os informo de lo que fue mi paso por la N-301, con un claro triunfador que fue Las Torres, un fiasco en Los Molinos y un owned en el Night Star.
Son unas 4 horas de viaje entre la ida y la vuelta, más lo que gastas en estar por allí, pero seguro que otro día que vaya sobrado de tiempo repito la experiencia.
Un saludo a todos los habituales, si tenéis alguna duda o me queréis comentar algo, acabo de vaciar mi bandeja de MP´s