lemikox rebuznó:
Siguiendo con el tema de la pérdida original...
Se dice que sólo se ama una vez, la primera. Aunque no esté de acuerdo, sí es verdad que como la primera vez no se quiere nunca. Precisamente es a partir de esa primera vez que te parten el alma, cuando empiezas a aprender y a tener lo vulgarmente conocido como 'callo' o 'colmillo retorcido'.
La inocencia de la primera vez es lo que la hace tan especial y tan irrepetible. Siempre recordaré la primera vez que me dijeron 'te quiero'. Ni sentí pánico ni cinismo ni nada.
Luego me dejó por teléfono... y hasta hoy.
iskariote rebuznó:
La pérdida original. La patada en el culo que te echó del paraíso. Y otro balón fuera más.
Aprendí a conducir al volante de un Renault 21.
Sí. De eso estamos hablando. Justo. De coches. De cosas.
Tú encima pensarás que ligas cuando vas de putas.
Que alguien le explique de qué va el hilo.
O no.
Yo aprendí con un corsa y le tenía mucho cariño. Pero cuando lo cambié por un Land Cruiser no eché ni una lagrimita.
Sin embargo cuando hoy recuerdo el primer beso que dí a esa primera chica que me dijo 'te quiero', aún se me encoge un poquito el corazón.
Es la diferencia entre personas y cosas...
iskariote rebuznó:
Las relaciones humanas se basan en el egoísmo más puro, en una forma de egoísmo tal que cobra cierta belleza.
No estoy de acuerdo.
Las relaciones de verdad, no las comerciales, profesionales, y eso, sino las de verdad, las humanas de pura cepa, funcionan cuando ambas partes dan sin esperar nada a cambio, de manera desinteresada. Por eso hay tan pocas relaciones de verdad
Las mejores cosas que he hecho en mi vida las he hecho sin querer nada por ellas. Y las mejores que he recibido han sido igual.
Lo demás es comercio. Con o sin etiqueta de precio.