Hola amigos, pues estaba yo hoy moviendo cosas por mi extensa hacienda cuando al levantar unas matas ha salido huyendo un diminuto ratoncito.
Por cuestiones que no vienen al caso ahora, por culpa de este precioso y diminuto ratoncito y sus congéneres, he tenido pérdidas de miles de tokens, pero bueno, de esto no gastáis, para qué voy a hablar de dineros y fortunas.
He iniciado una persecución, un divertimento en realidad, pues el ratoncito no podía escapar ni tenía donde esconderse, al no haber un objeto, ni una mísera mata en la que cobijarse en una extensión similar a un campo de fútbol.
El terreno tampoco ayudaba a la huida del roedor, por lo que lo alcanzaba en dos zancadas. El malo siempre va andando, no os olvidéis de recordar.
Huía a toda prisa, notaba como lo alcanzaba, se volvía contra mí, yo le daba una leve patada, lo volvía a intentar, le pisaba la cola, y me complacía verlo patalear miedoso, lo volvía a soltar...
Tras unos minutos así, el ratoncito se paraba unos instantes.
Temblaba, el corazón le iba a mil, lo podía ver a menos de un metro. Incluso parecía mojado, fatigado y con el pelo revuelto. Cogía un poco de fuerzas y lo volvía a intentar.
Hasta que ha decidido pararse, abandonarse, quedarse quieto, inmóvil, con la esperanza de ser invisible o que lo diera por muerto.
El ratoncito ha dejado de luchar, se ha entregado a Dios, se ha resignado, ha encontrado la paz de espíritu.
Bueno, pues el juego se acabó, me digo. Tenía ya una pala, o un cenicero,
nomacuerdo, en tó lo alto para darle el golpe de gracia al pobre desgraciado, cuando en un gesto de magnanimidad que ni el mismísimo
@Nueces en sus mejores sueños, he decidido dejarle ir y perdonarle la vida.
!Ya t´engancharé bien enganchau!- le gritaba mientras se alejaba.
Hoy lo perdono, pero sabiendo que ya se abrirá la veda.
Bueno, pues vosotros sois el ratoncito. Aceptad lo inevitable. Embrace your destiny.