Del noble arte de la tauromaquia.

En cuanto a lo que se argumenta sobre la desaparición del toro bravo, me parece tal gilipollez como decir no a las vacunas, porque vaya a ser que desaparezca la viruela. Si el único destino de este hermoso animal es la fiesta, mejor que desaparezca para siempre.

Cuando algun bocazas, mal llamado ecologista, dice que da igual que desaparezcan los toros bravos, pero se tira de los pelos porque la malvasia autoctona se esta cruzando con la americana, es que es para que se lo mire algun especialista.

El toro bravo es una raza autoctona española que merece la misma proteccion que otras razas autoctonas, y especies de la peninsula. Es mas, el sistema de cria extensivo es de los mas respetuosos con el medio ambiente. Vale la pena subvencionar la cria de toro de lidia para la conservacion de muchas dehesas, de la misma manera que se meten millones y millones de euros para restuarar iglesias y castillos.

El rechazo al toro de lidia es pura hipocresia. Todo el mundo comemos carne, y nadie quiere saber de donde viene. Las corridas de toros nos lo recuerdan de una manera brutal, pero a diferencia de un matadero donde todo el pulcro y en cadena, en la plaza se ve la sangre y el sufrimiento. Comemos carne gracias a la crueldad innata de la naturaleza. La muerte de otro ser vivo, nos da la vida.
 
Ver hace poco un par de ratos "Tendido cero" fue una sorpresa.

En primer lugar, por engancharlo un fin de semana al mediodía, cuando representa que el horario infantil está vigente. Si el reglamento de TVE no permitía la emisión de corridas en horario protegido, no sé cómo podían justificar que un programa que las fomenta sí que fuese adecuado.

La sorpresa mayor sin embargo fue la imagen que intentaba transmitir el programa. La segunda vez, habían filmado una visita escolar a una ganadería o algo así (lo pillé a medias), y sacaban a los niños (con uniforme de colegio de pago) diciendo "con mucha naturalidad" que les había encantado la experiencia, que tenían muchas ganas de asistir a una corrida y que encima era un espectáculo asequible para cualquier bolsillo, como les habían informado durante la visita (lo declararon dos o tres críos).

Una o dos semanas antes habían sacado a varios estudiantes de Ciencias de la Información de no recuerdo qué universidad opinando sobre la actualidad taurómaca. La gracia estaba en que lo presentaban como si hubiesen preguntado al azar, como si la juventud de hoy en día, por muy periodista informado que se quiera ser, estuviese al tanto de los devenires del mundo del toreo. Y ahí estaba el 100% de los interrogados, chicos y chicas, con una opinión formada y meditada sobre lo que se les pedía.

O necesitan manipular la realidad para que la tauromaquia parezca interesar a los jóvenes más allá de la bandera de Osborne, o vivo en un país totalmente distinto al de esa universidad.
 
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