Cenobita
Ex-gordo deforme asqueroso
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Mi padre es muy de derechas, quería tener hijos varones. Pero tuvo dos niñas. Yo me moría por agradarle cuando era muy pequeñita, le pedía que me pusiera sus cintas grabadas de la radio, intentaba simular que me gustaban las mismas cosas que a él, ser un poco chicazo durante mi niñez. Incluso me fui una vez de caza con él, disparando a un conejo y tragándome las lágrimas cuando vi que le había dado, fingiendo una sonrisa. Pero fue inútil, él iba a su bola, a sus aficiones y a su trabajo. Jamás se interesó por mis estudios, mis amigos, mis cosas, mis juegos, mis problemas. Jamás en una función escolar, en una tarde de parque.
Nunca me pegó, sólo una bofetada en una ocasión por contestarle. Pero a veces amenazaba con hacerlo. Me daba miedo ese hombre siempre encerrado en una habitación fumando y viendo películas antiguas que no quería que viera con él.
Tal vez esa falta de atención en la infancia sea el origen de algunas faltas de seguridad y autoestima: todos los padres deben desear aunque sea un poco a sus hijas y hacerles sentir bonitas, dijo Darkiano.
Tal vez por eso siempre he buscado parejas algo mayores que yo, protectores y maduros mentalmente, cultos y grandes de constitución.
¿Te ha puesto alguna vez pegas con novios, con tu marido? ¿Y a tu hermana la ha tratado igual?