Economía de la suscripción ¿El fin de la propiedad privada?

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Miembro eliminado FLM
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
Lo malo es que la democratización y el acceso inmediato y (casi) gratuito a música, pelis, libros... no ha venido acompañado de una mejora en el nivel cultural de la gente. Pero ese es otro tema.

:pensativo:

Yo suelo leer bastante y ahorro mucho dinero bajando epubs, lo mismo con alguna serie y/o peli por Telegram desde el trabajo. No me ha convertido en uno de los siete sabios de Grecia, pero me puedo formar una opinión más contrastada en base a esa información tan abundante y barata que antes había que pagar a precio de venta al público. Igual también no soy el caso atípico, igual soy un parásito cultural o igual las dos últimas premisas son ciertas.
 
Este hilo no se trata del acceso a la cultura ni si leemos una cosa u otra. Trata del cambio de paradigma. Del modelo de consumir sólo lo que se posee y pagar por esta posesión al modelo de pagar por el consumo y no poseer el objeto en sí. De pagar quince pavos al mes y tener a tu disposición diez mil pelis en tu casa sin ocupar sitio vs. pagar quince pavos por peli y poder ponerla en la estantería. De gastar veinte pavos en un disco y tenerlo en la estantería o gastar diez y disponer de millones sin que estén en la estantería.

Mucho mejor lo antiguo, porque cuando te habías gastado tus cinco mil pelas en un disco del grupo de moda era pa ti para siempre. Ahora puedes perderlo si te jaquean los rusos o te quitan internet para siempre arbitrariamente.
 
Entonces prefieres el modelo anterior, ¿no es así? Un disco, cinco mil pelas, treinta euros. O diez, mil seiscientas pelas, con suerte.

Tener una limitada discoteca de cien discos que te ha costado, no sé, ¿dos mil euros? Porque es más probable que no puedas escuchar online un disco que que tu disco físico de a cinco mil pavos se te raye, ¿no?

Convertir mi CD de 5000 pelas del 94 a MP3 y escucharlo en mi reproductor MP3 portatil de 10€ que no está conectado a nada? sí. Yo decido dónde, cuándo y cómo.
Comprar un LP directamente en MP3 por 10-14€ sin DRM para escucharlo en ese mismo reproductor? También. Sí, los venden. Como la tienda iTunes pero sin restricciones.
Si se me pierde/rompe/me roban el reproductor, tampoco he perdido mi música.

Como ves, no estoy en contra de los formatos digitales. Tienen muchas ventajas. Siempre que esos ficheros sean míos aunque cierre la empresa que los vende. El problema está en el modelo de streaming/alquiler/videoclub. Joder, es que se cae de cajón. "Oiga, que Discos Linacero ha quebrado, venimos a llevarnos los CDs que compró a esa tienda". Algo tan absurdo como éso, nos parece bien en un caso como Spotify o Netflix.

Y Grooveshark cerró. Era una plataforma de música online en la que, de repente, miles de usuarios perdieron sus cuentas. A pedir reclamaciones al maestro armero.

Porque ese libro que te leíste hace doce años y que desde entonces está en la estantería sin tocar y que no vas a volver a abrir jamás ahí lo tienes por si acaso llega el día que quieres. Prefieres haber pagado veinte pavos por él. Sesenta euros por una serie de TV que no vas a volver a ver jamás y ahí la tienes, en el salón cogiendo polvo, pero es tuya pa siempre. O la colección de pelis de a treinta pavos para ver cada una, no sé, ¿dos veces en tu vida?

Sí, tengo mucho acumulado y no se que haré con ello porque el tema de la vivienda está jodido y tendré que deshacerme de algo, cosa que me jode.
El mismo sistema de consumo que me lo ofreció, y yo acepté en vez de piratearmelo todos, ahora dice que tire mi colección a tomar por el culo y lo cambie por un sistema etéreo que estará disponible cuando ellos digan y yo no. Modelo Wallapop, lo que dije antes. A mi me parece una estafa y una forma de reirse en la cara del consumidor.

¿Vas en tu coche al aeropuerto cuando te vas viaje también? De tus palabras se colige que sí. Me gustaría ver de cuánto es la factura del parking a tu vuelta, ¿o es que lo aparcas gratis? Seguramente salga mucho más barata que ir en metro. Parece ser que todos los servicios te los vayan a jaquear sí o sí y te quedes sin ellos, pero el objeto físico sea de adamantium. Parece que es mil veces más probable que te jaqueen la cuenta de Cabify a que tu coche se averíe. Y sobre todo más barato.

A veces, necesitamos usar el coche para ir hasta el aeropuerto y pagar el parking, porque no hay conexión directa. Ya no vivo en Madrid (ahí por supuesto que uso el transporte público). Si elimino el coche de la ecuación, son mínimo 300 kms de autobús o de tren, con el consiguiente transbordo desde el centro de la ciudad hasta el aeropuerto. O incluso un día perdido. Menos mal que ALSA tiene servicio directo a la T4, pero si tengo que ir a El Prat, pues me jodo y a lo mejor tengo que pagarme, además, una noche de hotel o dos.

Uso las posibilidades que están en mi mano. Lo que no voy a hacer es aplaudir que me quiten algunas.

Pues vale. Buena pasta te debes dejar en sellos, porque entiendo que email no tendrás. No argumentas más que la posibilidad de jaqueo.

No se en qué momento has dejado de leer que trabajo en nuevas tecnologías, y hasta las uso en mi tiempo libre. Te lo repito otra vez más.
Lo que no quita que sea crítico con ellas y que veo que el modelo se dirige a "yo, empresa lo poseo todo: tus ficheros, tus mails, etc y te doy el servicio de consultarlos". Entonces mis datos, dejan de ser míos. Los estoy guardando en la casa de otra persona. Es una solución cómoda y paternalista. Lo contrario a la libertad.

De hecho, ése modelo ha hecho que otras empresas promocionen el "self-hosted", en el que el servidor puede ser alquilado pero el servicio y los datos son tuyos.
 
Leí éste artículo hace tiempo, y estoy totalmente de acuerdo con el autor:



22 de marzo de 2015
No sin mi iPod




AMPLIAR
¿Cómo era nuestra vida antes del iPod? Inmediatamente antes de que Steve Jobs presentara aquel artilugio con rueda y pantalla, uno tiraba mucho de minidisc: la fidelidad era alta y la capacidad de almacenamiento, poca; con lo que había que cargar con diez o doce minidisquetes para juntar un puñado escaso de canciones. Yo, que soy de caminar mucho y hacerlo con música en los oídos, llevaba los bolsillos que parecían alforjas. Hasta que llegó el aparatito y se fue perfeccionando.
Con la aparición de la versión Classic de 160 gigas alcanzamos muchos la felicidad deseada: cerca de 40.000 piezas podían organizarse en interminables listas de reproducción y dar respuesta para cada situación. Almacenar música era posible en medio paquete de tabaco, con lo que nos pusimos a digitalizar nuestras discotecas y, con el tiempo, a guardar los vinilos y acceder a la música a través de todo tipo de plataformas. Han sido quince años de felicidad mal contados. Alguien se ha preguntado por el sentido que tiene mantener un dispositivo como el iPod cuando la gente está siendo educada a no almacenar: que almacene otro a quien pagarle cuatro perras al año y poder conectarse con él mediante tarifa plana y escuchar lo que se quiera. A través de los smartphones, claro, que también le vendo yo. Incluso ese alguien, como Spotify, ya les elabora listas según su estado de ánimo o necesidades. Pues dejo de fabricar el iPod y arreando. Con dos cojones.
Soy, como muchos, de los que echo más en falta el iPod que el teléfono móvil. No hay paseo sin ilustración ni fiesta en la que no triunfemos Javier Caraballo, José Luis Salas o yo con nuestras selecciones. Eliminar este aparato de nuestras vidas es una traición de Apple que jamás pienso perdonar. Un smartphone que reproduce canciones en streaming no suena, para nada, ni de lejos, como suena un iPod. Es infinitamente más pobre, más plano, más soso. Los jartibles que antes de pasar una canción a través de iTunes la ecualizamos, la pulimos, le recortamos finales, sabemos que no tiene nada que ver. Pero claro, cuando se rompa nuestro último aparato que como todo lo de Apple tiene vida limitada, ¿qué haremos? El anuncio de la muerte del iPod ha desatado un mercado de segunda mano en el que ya se piden cantidades considerables, con lo que veremos pagar burradas por un Classic de 160 gigas. Al tiempo.
La empresa de Cupertino quiere que lo sustituyamos por el iTouch. Es cierto que este último tiene prestaciones añadidas, como el acceso a la Red o la reproducción de vídeos con más calidad, pero la capacidad solo alcanza, en el mejor de los casos, los 64 gigas. De 160 a 64 hay un trecho. Se me dirá que con 64 me sobra para escuchar lo que considero imprescindible, unas quince mil y pico piezas, que es más de lo que yo puedo escuchar a ritmo razonable. A lo que yo repongo: ¿y usted qué sabe que soy capaz de escuchar yo si me pongo? Y añado: ¿quién le ha dicho a usted que yo me tengo que comportar como la media de señores que solo apura su iPod en un treinta por ciento? La compañía, por demás, ha argumentado que cada día le cuesta más encontrar los materiales para su fabricación, lo cual es un cuento chino. Tienen que vender otras cosas marca de la casa, que es lo que hace Apple: al final has de cambiar el ordenador de mesa si has cambiado de iPad, por ejemplo, ya que no te deja actualizar softwares. No permite según qué compatibilidades, vaya. Y Apple no es barato. Lo dice uno que pertenece a La Secta, conste, pero que está muy cabreado. Ya veremos si este flamante iWatch de Superagente 86 nos da alguna alegría, pero hasta que no hagan crecer el iTouch que fenecerá a no tardar mucho habrá que cuidar nuestra joya de la ruedecilla como si fuera un niño pequeño.
Ya lo he escrito en más de una ocasión: no sin mi iPod. Lo siento.
 
Última edición por un moderador:
Leí éste artículo hace tiempo, y estoy totalmente de acuerdo con el autor:



22 de marzo de 2015
No sin mi iPod




AMPLIAR

¿Cómo era nuestra vida antes del iPod? Inmediatamente antes de que Steve Jobs presentara aquel artilugio con rueda y pantalla, uno tiraba mucho de minidisc: la fidelidad era alta y la capacidad de almacenamiento, poca; con lo que había que cargar con diez o doce minidisquetes para juntar un puñado escaso de canciones. Yo, que soy de caminar mucho y hacerlo con música en los oídos, llevaba los bolsillos que parecían alforjas. Hasta que llegó el aparatito y se fue perfeccionando.
Con la aparición de la versión Classic de 160 gigas alcanzamos muchos la felicidad deseada: cerca de 40.000 piezas podían organizarse en interminables listas de reproducción y dar respuesta para cada situación. Almacenar música era posible en medio paquete de tabaco, con lo que nos pusimos a digitalizar nuestras discotecas y, con el tiempo, a guardar los vinilos y acceder a la música a través de todo tipo de plataformas. Han sido quince años de felicidad mal contados. Alguien se ha preguntado por el sentido que tiene mantener un dispositivo como el iPod cuando la gente está siendo educada a no almacenar: que almacene otro a quien pagarle cuatro perras al año y poder conectarse con él mediante tarifa plana y escuchar lo que se quiera. A través de los smartphones, claro, que también le vendo yo. Incluso ese alguien, como Spotify, ya les elabora listas según su estado de ánimo o necesidades. Pues dejo de fabricar el iPod y arreando. Con dos cojones.
Soy, como muchos, de los que echo más en falta el iPod que el teléfono móvil. No hay paseo sin ilustración ni fiesta en la que no triunfemos Javier Caraballo, José Luis Salas o yo con nuestras selecciones. Eliminar este aparato de nuestras vidas es una traición de Apple que jamás pienso perdonar. Un smartphone que reproduce canciones en streaming no suena, para nada, ni de lejos, como suena un iPod. Es infinitamente más pobre, más plano, más soso. Los jartibles que antes de pasar una canción a través de iTunes la ecualizamos, la pulimos, le recortamos finales, sabemos que no tiene nada que ver. Pero claro, cuando se rompa nuestro último aparato que como todo lo de Apple tiene vida limitada, ¿qué haremos? El anuncio de la muerte del iPod ha desatado un mercado de segunda mano en el que ya se piden cantidades considerables, con lo que veremos pagar burradas por un Classic de 160 gigas. Al tiempo.
La empresa de Cupertino quiere que lo sustituyamos por el iTouch. Es cierto que este último tiene prestaciones añadidas, como el acceso a la Red o la reproducción de vídeos con más calidad, pero la capacidad solo alcanza, en el mejor de los casos, los 64 gigas. De 160 a 64 hay un trecho. Se me dirá que con 64 me sobra para escuchar lo que considero imprescindible, unas quince mil y pico piezas, que es más de lo que yo puedo escuchar a ritmo razonable. A lo que yo repongo: ¿y usted qué sabe que soy capaz de escuchar yo si me pongo? Y añado: ¿quién le ha dicho a usted que yo me tengo que comportar como la media de señores que solo apura su iPod en un treinta por ciento? La compañía, por demás, ha argumentado que cada día le cuesta más encontrar los materiales para su fabricación, lo cual es un cuento chino. Tienen que vender otras cosas marca de la casa, que es lo que hace Apple: al final has de cambiar el ordenador de mesa si has cambiado de iPad, por ejemplo, ya que no te deja actualizar softwares. No permite según qué compatibilidades, vaya. Y Apple no es barato. Lo dice uno que pertenece a La Secta, conste, pero que está muy cabreado. Ya veremos si este flamante iWatch de Superagente 86 nos da alguna alegría, pero hasta que no hagan crecer el iTouch que fenecerá a no tardar mucho habrá que cuidar nuestra joya de la ruedecilla como si fuera un niño pequeño.
Ya lo he escrito en más de una ocasión: no sin mi iPod. Lo siento.

Ese pollavieja es que no atina a soluciones internedias. Yo uso la versión gratuita de Spotify busco discos, mastico publicidad y cuando un disco es bueno y lo quiero lo busco en 320 kps y lo guardo en un disco duro de dos tb para ese propósito. Estoy almacenando y no estoy dependiendo de un servicio streaming. Creo que lo puede hacer cualquiera.
 
Última edición:
La propiedad privada naturalmente tiene un lugar en nuestra vida, desde que dejamos de cazar mamuts, dedicandonos a la agricultura y la ganadería, donde esto lo creamos con nuestro trabajo adquiria a un valor añadido para nosotros.
Pero una cosa es tener una propiedad para facilitarnos la vida y otra distinta de vivir para estas propiedades, de trabajar de sol a sol para poder tener cosas que en el fondo no necesitamos, 0ara tener un equipo Bang&Olufson para escuchar mejor King Africa, un SUV yankee de 2t y medio para ir 2 km al curro, de endeudarse hasta la coronilla para ir de vacaciones a los Seycheles a un hotel de lujo, para parecer mas que el vecino, siendo ser el mismo muerto de hambre que este.
No es rico uno que tiene mucho, sino el que necesita poco.
A lo que me refiero es que damos ya mas valor a las cosas que a las personas y esto es un desarrollo que ya no estoy dispuesto a seguir, dando el valor de la propiedad que merece, en el apartado "Varios", en el centro de mi vida hay cosas mas importantes.
Nada tiene que ver con alguna orientación política o miedo de fuerzas ocultas que nos manipulan, sino simplemente con una decisión ética personal.
 
Un hilo muy interesante
He leído un poco sobre las sociedades líquidas de Bauman, un hombre más que lúcido. Estaba pensando que, en efecto, la suscripción aplica hoy a casi todo, sin olvidar las relaciones: ¿por qué comprometerte con una persona toda la vida, si al siguiente clic quizá aparezca tu príncipe o tu princesa? Si acaso, lo uso y, en el momento en que falle, lo tiro a la basura, igual que tiré el último trapo que compré por cuatro euros en el Bershka.
 
Última edición:
Ese pollavieja es que no atina a soluciones internedias. Yo uso la versión gratuita de Spotify busco discos, mastico publicidad y cuando un disco es bueno y lo quiero lo busco en 320 kps y lo guardo en un disco duro de dos tb para ese propósito. Estoy almacenando y no estoy dependiendo de un servicio streaming. Creo que lo puede hacer cualquiera.

Lo impepinable del asunto, es que ya no está disponible el reproductor mp3 portátil de Apple de 30, 80 o 160 GBs. Y no lo está, porque a la empresa le ha salido de las pelotas no seguir fabricándolo, porque si quisiera los vendería mejorados, con disco de estado sólido y hasta con 1 TB de capacidad. Recuerdo que había DJs que llevaban GBs de su música a todas partes, gracias al iPod. Así pues, Apple traiciona a sus propios clientes, curiosamente los más fieles.

Todo por ese mantra de "no acumular". Es decir, un usuario se gasta sus buenos euros en música de iTunes y ahora resulta que sólo la puede escuchar a plazos en el iPhone, consumiendo datos o dependiendo de la wifi.

No es rico uno que tiene mucho, sino el que necesita poco.

Eso sería válido si cultivásemos relaciones personales y actividades que requieran pocos gastos materiales y se obtengan satisfacciones interiores. De verdad. El problema es que cambia la forma de consumir, pero siempre se trata de consumir. Consumir sin poseer.
 
Última edición por un moderador:
Lo impepinable del asunto, es que ya no está disponible el reproductor mp3 portátil de Apple de 30, 80 o 160 GBs. Y no lo está, porque a la empresa le ha salido de las pelotas no seguir fabricándolo, porque si quisiera los vendería mejorados, con disco de estado sólido y hasta con 1 TB de capacidad. Recuerdo que había DJs que llevaban GBs de su música a todas partes, gracias al iPod. Así pues, Apple traiciona a sus propios clientes, curiosamente los más fieles.

Todo por ese mantra de "no acumular". Es decir, un usuario se gasta sus buenos euros en música de iTunes y ahora resulta que sólo la puede escuchar a plazos en el iPhone, consumiendo datos o dependiendo de la wifi.



Eso sería válido si cultivásemos relaciones personales y actividades que requieran pocos gastos materiales y se obtengan satisfacciones interiores. De verdad. El problema es que cambia la forma de consumir, pero siempre se trata de consumir. Consumir sin poseer.

Yo tengo un ipod nano de primera generación y 4 gb. Va por su septima bateria. Habré usado unos 12 cables de carga. Hay aún muchísimas empresas que hacen piezas y reemplazos, desde baterías al embellecedor metálico trasero, disco duro o disco flash, etc. Si el tal Herrera vive en Madrid hay aún más posibilidades de dar con un técnico a buen precio. Pero me temo que este es de los que se rompen las cosas y no pone mucho empeño en arreglarlas. Ni que decir que uno con algo de mañana hace el reemplazo sin problema. Será por tutoriales de Youtube.
 
Yo tengo un ipod nano de primera generación y 4 gb. Va por su septima bateria. Habré usado unos 12 cables de carga. Hay aún muchísimas empresas que hacen piezas y reemplazos, desde baterías al embellecedor metálico trasero, disco duro o disco flash, etc. Si el tal Herrera vive en Madrid hay aún más posibilidades de dar con un técnico a buen precio. Pero me temo que este es de los que se rompen las cosas y no pone mucho empeño en arreglarlas. Ni que decir que uno con algo de mañana hace el reemplazo sin problema. Será por tutoriales de Youtube.

Me parece estupendo que haya tanto negocio alrededor de reparación de los iPod, y es una idea que me gusta.
A lo que me refiero es que mataron el concepto de "viajar con toda tu musica encima" que muchos conocidos míos defendían frente a otros reproductores como los Creative Nomad. Aparte del elitismo típico de Apple, hay que reconocer que su interface de la rueda está muy currada y la batería duraba bastante. Metieron mucho I+D allí.

Ya no habrá más, ni de los mismos modelos ni por supuesto tampoco nuevos. Sólo piezas de recambio y marcas que tratan de imitarlos (ahora ya no tanto).
 
El espotifai es la saluc. Lo dice uno con unos 600 cds físicos y 12.000 vinilos. Sí señores, de mi abuelo paterno heredé una maravillosa colección de música clásica compuesta por unos 12.000 vinilos. En el trastero están en sus estanterías. Y para que no se pudran he tenido que poner una puta deshumidificadora.

Joder, con el espotifai (de pago, eso yes) tengo la música que quiero y cuando quiero. Puedo hacer listas y descubro música nueva todos los días. A tomar por culo el formato físico joder ya...
 
Este hilo no se trata del acceso a la cultura ni si leemos una cosa u otra. Trata del cambio de paradigma. Del modelo de consumir sólo lo que se posee y pagar por esta posesión al modelo de pagar por el consumo y no poseer el objeto en sí. De pagar quince pavos al mes y tener a tu disposición diez mil pelis en tu casa sin ocupar sitio vs. pagar quince pavos por peli y poder ponerla en la estantería. De gastar veinte pavos en un disco y tenerlo en la estantería o gastar diez y disponer de millones sin que estén en la estantería.

Mucho mejor lo antiguo, porque cuando te habías gastado tus cinco mil pelas en un disco del grupo de moda era pa ti para siempre. Ahora puedes perderlo si te jaquean los rusos o te quitan internet para siempre arbitrariamente.
No creo que sea apropiado reducir el tema solo a esa cuestión, sería una simplicidad excesiva. Si reducimos la discusión a esos términos tu argumento es irrebatible. Es decir, dadas plenas condiciones de igualdad en todos los demas elementos de la ecuación, a excepción del soporte, es obvio que el digital supone un avance sobre el físico. El problema es que eso no es así. Las condiciones de los elementos de la ecuación no se mantienen, alterándose el resultado y, por tanto la conclusión a la que se llega. Pongamos el ejemplo de la música, la calidad del sonido no es igual en el digital que en el físico, la facilidad de acceso al contenido ha dado lugar a un aumento de la demanda que ha sido replicado con un aumento de la oferta equivalente en cuanto a cantidad, pero en ningún caso en cuanto a calidad. En cuanto a literatura más de los mismo, y no digamos ya a otras manifestaciones artísticas, como la fotografía por ejemplo (no menciono la pintura por razones obvias), no es igual tener una fotografía impresa que en el puto Ipad, de hecho al tenerla en el ipad o en el movil chino lo que suele pasar es que tengas multitud de fotos de mierda y muy pocas (o ninguna) buena. Es decir, ese cambio de soporte ha alterado la propia esencia del producto de tal forma que ha transformado su propia naturaleza.

Cuestión distinta es que los aceptemos por la comodidad que nos supone el formato, de igual modo que cuando salió el cassette o el cd era más comodo escuchar a los Dire Straits, en el sofa de casa, con aire acondicionado y un whiskey mientras tu novia te lame el tronco de lomo, que irte a la otra punta de la ciudad o incluso a otra ciudad o país, para escuchar esa misma música, sin las beneficios antes señalados y además una sola vez, y no tantas como quisieras.

En el fondo, llego a la misma conclusión que tú, prefiero el soporte digital aun con las externalidades que conlleva, pero tambien creo que sería un grave error ignorarlas.
 
Última edición:
No creo que sea apropiado reducir el tema solo a esa cuestión, sería una simplicidad excesiva. Si reducimos la discusión a esos términos tu argumento es irrebatible. Es decir, dadas plenas condiciones de igualdad en todos los demas elementos de la ecuación, a excepción del soporte, es obvio que el digital supone un avance sobre el físico. El problema es que eso no es así. Las condiciones de los elementos de la ecuación no se mantienen, alterándose el resultado y, por tanto la conclusión a la que se llega. Pongamos el ejemplo de la música, la calidad del sonido no es igual en el digital que en el físico, la facilidad de acceso al contenido ha dado lugar a un aumento de la demanda que ha sido replicado con un aumento de la oferta equivalente en cuanto a cantidad, pero en ningún caso en cuanto a calidad. En cuanto a literatura más de los mismo, y no digamos ya a otras manifestaciones artísticas, como la fotografía por ejemplo (no menciono la pintura por razones obvias), no es igual tener una fotografía impresa que en el puto Ipad, de hecho al tenerla en el ipad o en el movil chino lo que suele pasar es que tengas multitud de fotos de mierda y muy pocas (o ninguna) buena. Es decir, ese cambio de soporte ha alterado la propia esencia del producto de tal forma que ha transformado su propia naturaleza.

Cuestión distinta es que los aceptemos por la comodidad que nos supone el formato, de igual modo que cuando salió el cassette o el cd era más comodo escuchar a los Dire Straits, en el sofa de casa, con aire acondicionado y un whiskey mientras tu novia te lame el tronco de lomo, que irte a la otra punta de la ciudad o incluso a otra ciudad o país, para escuchar esa misma música, sin las beneficios antes señalados y además una sola vez, y no tantas como quisieras.

En el fondo, llego a la misma conclusión que tú, prefiero el soporte digital aun con las externalidades que conlleva, pero tambien creo que sería un grave error ignorarlas.
Pero es que el debate es entre el modelo de economía de suscripción o de la economía de la posesión, si interesa más pagar por el uso sin la posesión del bien en sí o si interesa más la posesión del bien en sí, y tú lo estás enfocando en un digital vs. físico que, francamente, no tiene nada que ver con el objeto de la discusión.
 
Este hilo no se trata del acceso a la cultura ni si leemos una cosa u otra. Trata del cambio de paradigma. Del modelo de consumir sólo lo que se posee y pagar por esta posesión al modelo de pagar por el consumo y no poseer el objeto en sí. De pagar quince pavos al mes y tener a tu disposición diez mil pelis en tu casa sin ocupar sitio vs. pagar quince pavos por peli y poder ponerla en la estantería. De gastar veinte pavos en un disco y tenerlo en la estantería o gastar diez y disponer de millones sin que estén en la estantería.

Mucho mejor lo antiguo, porque cuando te habías gastado tus cinco mil pelas en un disco del grupo de moda era pa ti para siempre. Ahora puedes perderlo si te jaquean los rusos o te quitan internet para siempre arbitrariamente.
En el mundo gamer es más comprometido.

Diselo a los q tenían la consola ounya cuando cerraron los servidores y quedaron con un pisapapeles caro,o el último calle of duty,cuando cierren los servers al salir el siguiente.
No siempre es así pero hay matices por todos lados.

Pero a nivel música y libros?...técnicamente son alquileres,a diferencia de los juegos donde la licencia final pertenece al comprador pero te tratan del mismo modo...
 
Comprar derechos es comprar papel mojado. Hay que comprar cosas tangibles como tierras, animales, inmuebles, armas... El dinero siempre en cosas que sigan ahí el día después del inminente fin de la civilización.
 
En el mundo gamer es más comprometido.

Diselo a los q tenían la consola ounya cuando cerraron los servidores y quedaron con un pisapapeles caro,o el último calle of duty,cuando cierren los servers al salir el siguiente.
No siempre es así pero hay matices por todos lados.

Pero a nivel música y libros?...técnicamente son alquileres,a diferencia de los juegos donde la licencia final pertenece al comprador pero te tratan del mismo modo...
Es que había que ser subnormal para comprar la ouya esa de los cojones.

Es obvio que la precaución que hay que tener en esta economía de servicios es que tus inversiones sean dentro de plataformas estables, con demostrada solvencia económica, too big to fail como suelen ser la mayoría en las que nos gastamos el dinero habitualmente (amazon, valve, apple). Los modelos de suscripción tampoco suponen ningún peligro en ese sentido porque en el improbable caso de que una empresa como Netflix quebrase, tú dejas de pagar tu cuota y fin del asunto.
 
Última edición:
Comprar derechos es comprar papel mojado. Hay que comprar cosas tangibles como tierras, animales, inmuebles, armas... El dinero siempre en cosas que sigan ahí el día después del inminente fin de la civilización.
Son los principios básicos del Taoismo, vivir en armonía con el TAO: tierras, armas y oro.
 
Pero es que el debate es entre el modelo de economía de suscripción o de la economía de la posesión, si interesa más pagar por el uso sin la posesión del bien en sí o si interesa más la posesión del bien en sí, y tú lo estás enfocando en un digital vs. físico que, francamente, no tiene nada que ver con el objeto de la discusión.

Sí, creeme que entiendo el debate, solo pretendo introducir dos elementos más que creo que no se deben ignorar:

- La primera es que la economia (llamémosla) de suscripción solo plantea problemas cuando el objeto sobre el que recae es intangible. Tambien sería economía de suscripción, por ejemplo, el renting de de un coche, de modo que pagas tu cuota mensual, y mientras tanto tienes tu coche, y cuando dejes de pagarlo, no. No obstante, si hay un apagón cibernético de ceros y unos, sigues teniendo el coche.

-La segunda que la economía de suscripción de intangibles tiene unas externalidades que pueden ser incluso mas perjudiciales que los beneficios que comportan, señaladamente disminución de la calidad, o consumo y producción masiva. Eso sin contar la tambien masiva cesión de datos personales solo por querer escuchar un poco de música.
 
Última edición:
Spotify es la zona desmilatarizada de la Corea del Norte y del Sur digital, es una de esas plataformas que está mediando entre la cultura musical y el fenomeno de masas. Por una parte hay que centrarse en lo que supone tener un disco fisico, tienes libertad total de uso en cualquier reproductor, has pagado por una pertenencia que puedes revender, compartir, regalar...etc, tambien incluye en ciertos estilos todo el arte que lleva detrás, lo que da trabajo e imagen a artistas plasticos y genera trabajo en la industria de la maquetación, grabación y distribución de material.

Por el otro lado tenemos discográficas que se han dado cuenta que sus artistas ya solo van de hit en hit, nadie de ese fenomeno de masas conoce más que un puñado de canciones y raro será que te mantenga la atención más allá de un puñado de ellas, en ese caso les ha venido perfecto porque pagan por una subscripción por la que ellos casi no tienen que hacer nada, el trabajo plastico es el minimo, la calidad de los audios no pasa de archivo digital subido a un servidor y todo eso ahorra a las compañías decenas de millones en fábricas, maquetación, publicidad y distribución de un producto que les estaba haciendo perder dinero, no ya por la piratería si no por la calidad del mismo.

¿Es Spotify una mierda o es oro? pues ni uno ni lo otro, me parece que si tuviese un poco más de factor red social seria sería acojonante, pero por ahora tiene cierta cabida para ser esa plataforma de onanismo para hacerse listas de temas o buscar alguna cosa antes de comprarla, ponerlo en sitios donde solo hay un pc y conexión...etc. Tambien me parece la plataforma que va a sustituir a la radio, tiene los botones de no pensar mucho con sus "listas del verano" o "lista para cagar" que llevan a cualquier casual de la música a darle un click y olvidarse mientras le llenan el cerebro de "papitos y mamitas" o "esos temas viejos que te suena el estribillo" y para el resto de gente que estamos un poco metidos en la música creo que le faltan algunas cosas.

En definitiva ¿ va a sustituir una plataforma así a la música? No, conviviran, todos los formatos lo han hecho, me preocuparía más por la radicalización social en estos casos en la que parece que todo debe morir para que nazca algo nuevo y esto es fomentado por adolescentes consumistas.

En lo de los archivos digitales no entro, no sé quien ha dicho lo de tener gigas en el pc, es un tema muy a parte de spotify e incluso la privacidad de spotify daría para mucho más.
 
No entiendo del tema, pero creo que siempre vais a caer en el debate entre lo físico y lo virtual, porque los dos modelos económicos están limitados y cada uno es apto para una cosa.

Si pensáis en el consumo del ocio y cultura, puede haber discusión en la diferencia entre poseer y no poseer tal libro o tal disco, ya que son productos que se pueden amoldar a la economía del alquiler. Incluso visto desde el punto de vista de la producción, este modelo es preferible, ya que un solo archivo digital se vende simultáneamente a miles de individuos sin costes añadidos de fabricación, envase, almacenamiento, distribución, etc.

Pero hay otros productos que no se pueden vender por su usufructo. Un móvil, por ejemplo. Tal vez tu compañía telefónica te cambie el terminal cada cierto tiempo, incluido en el precio mensual del servicio y a ti te parezca un rentig, pero no lo es, ya que cada individuo tiene un dispositivo. Y hay millones fabricados.

En mi opinión creo que el debate entre poseer y alquilar vale para pocas cosas, ya que no todo lo que consumimos acepta las dos versiones de producción. Y como pueden coexistir, vamos tirando de una u otra según nos convenga.
 
No me lo tengáis mucho en cuenta, puesto que he bebido más que comido:

- En cuanto a los bienes, el cambio de paradigma supone alquiler, por el mero hecho del programado susiliskaya, ya me entendéis, lavadoras, coches, etc.

- Está claro que a las corporaciones les interesa más una subscripión (algo seguro) que una picaeta de vez en cuando;

- ¿Hasta cuándo durará la bombilla famosa? Hay detractores;

- Por supuesto que es un cambio de paradigma. En mi caso, me gustan los libros, cómo huelen, el tacto, etc., pero me da un poco igual los discos, aunque los siga comprando. ¿Seguirán valiendo los reproductores dentro de veinte o cincuenta años? No lo sé


- Yo no me compré coche hasta los 37, porque no me hacía falta. ¿Me lo meto por el culo, ahora que está de moda¿ Recordad al vice de Clinton: "lo verde ganará cuando sea econòmicarentable"

Se me olvida un montón de cosas, por supuesto, pero tened en cuenta que, desde hace años, un montón de empresas importantes, han vuelto al papel. Porque el papel puede estar custodiado por cincuenta guardas de seguridad, pero lo que está en la red, igual los EEUU o Rusia o China o quién sabe usted, desde cualquier punto del mundo mundial, pueden acceder a ello
 
pero me da un poco igual los discos, aunque los siga comprando. ¿Seguirán valiendo los reproductores dentro de veinte o cincuenta años? No lo sé

Los reproductores con buen mantenimiento duran muchisimo, los lectores tienen piezas recambio y las grandes marcas siempre vuelven a reeditar sus productos, el vinilo siempre vas a tener reproductores de marcas hechas para DJ y empresas de sonido. Salvo hecatombe mundial los reproductores ahí están, ademas gracias a Spotify hoy te puedes hacer por unos 100€ con equipos que en su momento y en la pompa del Hi-fi pudieron valen 350.000ptas o más.

Hay gente que vive de lo que le gusta y gente que vive de espasmos cerebrales, esa segunda gasta mucho dinero que luego tira, de lo cual la primera a veces se aprovecha y otra se caga en su puta madre.
 
Esto de la propiedad igualmente es relativo ya que una propiedad deberia significar que puedes hacer con ella de lo que te sale de los huevos sin depende de terceros.
Pero no es asi, por mucho que compras un disco de la Leti, no puedes usarlo para sonorizar tu peluqueria, sin que la SGAE te toca las pelotas. Aunque puedes llamar a tu movil de 2000 euracos de tu propiedad, tu compañia te lo puede convertir en un pisapapeles si infringues su contrato, tu coche rapidamente se queda inmovilizado, si no pagas sus impuestos, seguros, multas, ITV....con tu casa lo mismo, si a urbanismo se le ocurre que tu finca es ideal para el trazado de una nueva autopista..
Pues esto, las diferencias entre dependencia por alquiler y independencia de propiedad se difumina, al final se paga igual con igual dependencia. No hay diferencia de ir de viaje, si el coche es propio o alquilado, es mas, si el de alquiler se queda tirado por una avería te cuesta a lo sumo una llamada, si es tu propio te cagas en la madre que lo parió cuando pagas la grua y el taller . ¿Libertad?
 
Y yo sigo comprando discos. Libros de papel, por supuesto :)
Esto de la propiedad igualmente es relativo ya que una propiedad deberia significar que puedes hacer con ella de lo que te sale de los huevos sin depende de terceros.
Pero no es asi, por mucho que compras un disco de la Leti, no puedes usarlo para sonorizar tu peluqueria, sin que la SGAE te toca las pelotas. Aunque puedes llamar a tu movil de 2000 euracos de tu propiedad, tu compañia te lo puede convertir en un pisapapeles si infringues su contrato, tu coche rapidamente se queda inmovilizado, si no pagas sus impuestos, seguros, multas, ITV....con tu casa lo mismo, si a urbanismo se le ocurre que tu finca es ideal para el trazado de una nueva autopista..
Pues esto, las diferencias entre dependencia por alquiler y independencia de propiedad se difumina, al final se paga igual con igual dependencia. No hay diferencia de ir de viaje, si el coche es propio o alquilado, es mas, si el de alquiler se queda tirado por una avería te cuesta a lo sumo una llamada, si es tu propio te cagas en la madre que lo parió cuando pagas la grua y el taller . ¿Libertad?

Yo respeto mucho la autoriía intelectual. Joder que les ha costado mucho dar, aunque sea una mierda.

Y respeto mucho las cosas bien hechas. ¿O acaso alguien se atrevee a atacar a Edgar Allan Poe? Joder, me diga algo
 
Arriba Pie