Tiempo atrás, cuando la crisis económica no había aparecido, ya expuse brillantemente en un muy viejo hilo la teoría de la mujer pancha medio normal que prefiere mil veces un español que un pancho por ser por lo general el primero responsable, buen padre y buen provisor y ser el segundo también generalmente un simple gañán del que no fiarse. Sin embargo había mucha española follapanchos, follanicras, follamoros, etc.
La razón que daba es que las mujeres latinoamericanas vienen de un lugar en el que lejos de haber bienestar y lujos hay necesidad, a veces necesidades básicas. Por no haber no hay ni libertad ni seguridad, hay mucha violencia. En cambio en España pasaba lo contrario. Un país que te protegía, con mucha seguridad, con dinero, con provisiones, trabajo, pagas, etc, de modo en que esas españolas follanegros no debían preocuparse de esas cuestiones básicas y vitales cubiertas de por sí, por tanto tenían demasiado bien atada la vida y necesitaban buscar esos problemas que no existían en manos de un maltratador, corneador, sacacuartas, metehostias, hacellorar, etc, que tan bien encarnan hombres de culturas atrasadas.
Y mirad por donde que no son paranoias mías. Que desde que la crisis empezó a pegar medio en serio y de una manera gradual se ven cada vez menos parejas interraciales. Es ya más raro ver mujeres españolas cogidas de la mano de un inmi, cuando antes las había a patadas. Este país se ha endurecido, ya no es el paraíso que te daba de comer, y se ha convertido en un lugar en el que tienes que pasar más hambre e invertir más tiempo y esfuerzo para poder sobrevivir. Por tanto el mulatito cubano sabroso chulo, el Mohamé "pasión turca" o el Latin King ya no procede, ya sobra, ya no te sirve, ya no es aplicable. Ahora se vuelve a lo de siempre, a algo más útil y fiable, que es el español. Y seguro estoy de que si aterrizaran docenas de miles de suecos, u holandeses, o rubitos del Norte aquí a España a asentarse, que son si cabe más responsables que los españoles, se las iban a follar a todas, cuando a la mujer española en la vida le ha atraído el hombre nórdico (los guiris nunca se comen un rosco con españolas, y mira que cada verano los hay a patadas pero estas sudan, las imbéciles se tiran antes a un argentino o a un moro).