No se tienen hijos por la confluencia de muchísimos factores, no de uno solo, ni de dos ni, de tres. La dificultad de acceso a la vivienda y lo pobre de los sueldos de la gente son dos de esos muchísimos factores. No querer renunciar a cierto nivel de vida, naturalmente, es otro. No querer vivir en 2023 como en 1939 también, claro. Ideologías, hedonismos, egoísmos, legislaciones que te previenen no ya de tener hijos sino de emparejarte, distracciones, postergación de la vida adulta, infantilismo, síndromes de Peter Pan, zorreríos, golferíos, abundante oferta sexual teórica, feminismo y demás son otros, y aun me dejo muchos más en el tintero.
En lo más puramente económico y material, para tener hijos hoy día hay que, naturalmente, querer. Pero también poder darles un nivel de vida acorde con los tiempos y que tú tengas también un nivel de vida acorde con los tiempos. Para la grandísima mayoría de la gente es o lo uno o lo otro. O tienen un hijo y entonces hay que vivir como en la posguerra los padres y el hijo, los tres, o los padres viven moderadamente bien conforme al año 23. Hoy no se puede criar un hijo dándole lo que se le daba en 1939. Los costes de crianza de un hijo eran entonces poco más que la comida y un par de mudas, y a los catorce años ya los tenías trabajando. Hoy tú no puedes criar a tus hijos como nuestros abuelos criaban a los suyos. O sí, vaya, pero no son formas acordes a estos tiempos, tiempos en los que un sueldo normal ya no da, como hace cincuenta años daba, para tener casa y mantener a tu mujer y a dos niños.
Nada, nada, que dos mileuristas hoy si no tienen hijos es porque no quieren y punto, que en la posguerra bien que los tenían.