Conozco el caso de una señora, medio tocada del ala y con cara de loca, que a los 45 decide que quiere tener un hije. Obviamente el óvulo tiene que ser de donante, y como está arrejuntada con un tipo de 50 y pico, le pide que si le da unas gotas de grumo. Él se niega, porque dice que ya no está para esos trotes, así que ella recibe óvulo y grumo de donantes, y tiene a la niña.
A día de hoy ella vive con la niña, el tío ejerce de padre a ratos pero sin mucho ahínco. Y la niña, que no se parece a uno ni a otro sino a Gila, les llama papá y mamá por no llamarles hijos de puta. Que es lo que hará cuando se entere del sindiós que la trajo al mundo.