Killmister
Novato de mierda
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- 1 Dic 2009
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No es objeto de la chapa de este hilo el discutir sobre la ética, moralidad o bondad de las infidelidades o si de deben o no cometer. No, para eso ya se han abierto en el pasado docenas de hilos en los que se ha discutido hasta la saciedad.
Se trata de verter algunas reglas sencillas en las que se fije un protocolo de actuación en el que el infiel se refugie para tratar de minimizar las probabilidades de ser cazados por su pareja cornuda.
Casi todo lo que vamos a comentar son cosas sabidas y de sentido común más elemental, pero que por no ser tenidas presentes, han provocado que el infiel sea cazado desatándose la tragedia en su vida.
1.- No te enamores: La infidelidad tiene sentido en si misma, no en el vinculo emocional con la persona con la que la cometes. Si no pretendes poner en cuestión tu vida de pareja, toma la infidelidad como lo que es pura diversión y entretenimiento, sin mayor vinculo emocional. Si empiezas a sentir algo mas, malo, no sigas por hay. Se infiel pero con otras personas por las que no sientas más que atracción sexual..
2.- No tengas cargo de conciencia. No hay vínculo emocional por lo que es solo diversión. Traicionas a alguien. Si. Olvídate de ello, ojos que no ven corazón que no siente. Si empiezas a cuestionarte la moralidad de tus actos y tienes cargo de conciencia, estas abocado al desastre. Cometerás un error queriendo limpiar tu conciencia y serás cazado. Seguro.
3.- No repitas. No es fácil, pero si no repites mejor. Las infidelidades son como muescas en la culata del revólver, no hace falta matar dos veces a la misma persona. Es difícil no repetir, pero es lo más prudente, la repetición te pone cada vez en mayor riesgo de incumplir alguna de las dos anteriores reglas y de ser descuidado.
4.- No lo cuentes. Es difícil ya que una de las gracias de follarte a alguien es contarlo. No. Se discreto, ni tu mejor amigo está libre de soltar una indiscreción que llegue a oídos de quien tu no quieres.
5.- No frecuentes tus sitios habituales. Debes tratar de desvincular la infidelidad de cualquier aspecto rutinario o habitual de tu vida. No la lleves a sitios que frecuentes, cambia de ciudad, de barrio, de zona o de locales, pero cambia.
6.- No las lleves en tu coche ni las metas en tu casa. Así de sencillo, la manía de perder pelos u objetos que no pueden ser tuyos es casi tan grande como la de tu pareja de encontrarlos. Para casi todo hay explicación, pero dar explicaciones te convierte en sospechoso, y no queremos ser sospechosos ya que nos sitúa en riesgo.
7.- No te asees. Algún imbécil llega a casa después de lo que se supone una noche de juerga oliendo a jabón de hotel. Cuando vuelves de fiesta hueles a alcohol, tabaco y sudor, ni se te ocurra ducharte, lavarte manos o cara o siquiera lavarte los dientes. Para disimular el perfume ajeno, basta uno propio fuerte, y si preguntan te encontraste con una conocida y le diste los dos besos de rigor.
8.- No dejes rastros. Se precavido y asegúrate que no hay rastros de tus correrías. Elimina mensajes y llamadas de los móviles, elimina correos, chats, mesengers y demás de tu ordenador, no llames desde el teléfono de casa, no olvides mirarte al espejo al llegar a casa, revisa si hay pelos en tu ropa o en tu cara (esa barba de dos días es un imán para los pelos ajenos) revisa que no han olvidado nada en tu coche etc…
9.- No des detalles de tu vida. Cuanto menos sepan de ti mejor, no tiene facobook, ni tuenti, ni nada de eso, si no das tu nombre mejor, debes ser un fantasma para la amante el día que decidas desaparecer, que si es el primero, mejor.
10.- No te vayas con cualquiera. Se prudente en tal sentido, trata de huir de personas desequilibradas, con taras evidentes o con salud sexual dudosa. Son mejores en tal sentido las casadas o con pareja que las solteras.
A partir de hay, suerte...
Se trata de verter algunas reglas sencillas en las que se fije un protocolo de actuación en el que el infiel se refugie para tratar de minimizar las probabilidades de ser cazados por su pareja cornuda.
Casi todo lo que vamos a comentar son cosas sabidas y de sentido común más elemental, pero que por no ser tenidas presentes, han provocado que el infiel sea cazado desatándose la tragedia en su vida.
1.- No te enamores: La infidelidad tiene sentido en si misma, no en el vinculo emocional con la persona con la que la cometes. Si no pretendes poner en cuestión tu vida de pareja, toma la infidelidad como lo que es pura diversión y entretenimiento, sin mayor vinculo emocional. Si empiezas a sentir algo mas, malo, no sigas por hay. Se infiel pero con otras personas por las que no sientas más que atracción sexual..
2.- No tengas cargo de conciencia. No hay vínculo emocional por lo que es solo diversión. Traicionas a alguien. Si. Olvídate de ello, ojos que no ven corazón que no siente. Si empiezas a cuestionarte la moralidad de tus actos y tienes cargo de conciencia, estas abocado al desastre. Cometerás un error queriendo limpiar tu conciencia y serás cazado. Seguro.
3.- No repitas. No es fácil, pero si no repites mejor. Las infidelidades son como muescas en la culata del revólver, no hace falta matar dos veces a la misma persona. Es difícil no repetir, pero es lo más prudente, la repetición te pone cada vez en mayor riesgo de incumplir alguna de las dos anteriores reglas y de ser descuidado.
4.- No lo cuentes. Es difícil ya que una de las gracias de follarte a alguien es contarlo. No. Se discreto, ni tu mejor amigo está libre de soltar una indiscreción que llegue a oídos de quien tu no quieres.
5.- No frecuentes tus sitios habituales. Debes tratar de desvincular la infidelidad de cualquier aspecto rutinario o habitual de tu vida. No la lleves a sitios que frecuentes, cambia de ciudad, de barrio, de zona o de locales, pero cambia.
6.- No las lleves en tu coche ni las metas en tu casa. Así de sencillo, la manía de perder pelos u objetos que no pueden ser tuyos es casi tan grande como la de tu pareja de encontrarlos. Para casi todo hay explicación, pero dar explicaciones te convierte en sospechoso, y no queremos ser sospechosos ya que nos sitúa en riesgo.
7.- No te asees. Algún imbécil llega a casa después de lo que se supone una noche de juerga oliendo a jabón de hotel. Cuando vuelves de fiesta hueles a alcohol, tabaco y sudor, ni se te ocurra ducharte, lavarte manos o cara o siquiera lavarte los dientes. Para disimular el perfume ajeno, basta uno propio fuerte, y si preguntan te encontraste con una conocida y le diste los dos besos de rigor.
8.- No dejes rastros. Se precavido y asegúrate que no hay rastros de tus correrías. Elimina mensajes y llamadas de los móviles, elimina correos, chats, mesengers y demás de tu ordenador, no llames desde el teléfono de casa, no olvides mirarte al espejo al llegar a casa, revisa si hay pelos en tu ropa o en tu cara (esa barba de dos días es un imán para los pelos ajenos) revisa que no han olvidado nada en tu coche etc…
9.- No des detalles de tu vida. Cuanto menos sepan de ti mejor, no tiene facobook, ni tuenti, ni nada de eso, si no das tu nombre mejor, debes ser un fantasma para la amante el día que decidas desaparecer, que si es el primero, mejor.
10.- No te vayas con cualquiera. Se prudente en tal sentido, trata de huir de personas desequilibradas, con taras evidentes o con salud sexual dudosa. Son mejores en tal sentido las casadas o con pareja que las solteras.
A partir de hay, suerte...