El hilo de los catalanes de mierda

PatoLaqueado rebuznó:
(...)

Como soy un inculto no le conocía, pero al ver el nombre me ha llamado la atención porque sí había leído a Josefina R. Aldecoa, y me parece buena, voy a la wiki y resulta que es la mujer del tal Ignacio, si es igual de bueno que su mujer ya merecerá la pena.

Como siempre amigo Victor se aprende algo de tus post, ahora bien eso de que te hayas hecho expañol me ha dolido, y a Raul no quiero ni contárselo porque acabaríamos como el Rosario de la Aurora.


(...)

Soy demasiado emotivo para este país, lo siento demasiado mío y todo me lastima. Por eso prefiero contemplarlo como una referencia histórica y gloriosa que como una realidad decadente. Por eso ser expañol es la mayor declaración de amor que se le puede hacer la Patria. Un expañol es un español con más amor y lucidez, con más pureza e ideales. Mejor recordar que sufrir. Expaña...mi Hellas, mi Roma, mi Egipto caucásico.

En cuanto a Don Ignacio, no pierdas la ocasión de deleitarse con sus relatos. Hay dos llenos de realismo y melancolía, de anhelos y desencanto vital. "Los pájaros de Baden Baden" y "Young Sánchez". Si empiezas por ellos, el placer está asegurado pero el resto de la obra te parecerá menor y no sería justo. Siempre que tengo ocasión reivindico a este autor, cada día más relegado por los Harry Potters y las aventuras templarias.
 
Falopio rebuznó:
Discrepo.
Dado que el sistema educativo lo manejan los nacionalistas, ahí tienen un excelente medio para adoctrinar a la gente desde pequeñitos.

De una educación franquista que pretendía adoctrinar a los niños en el nacionalcatolicismo surgió una generación de anarquistas apátridas, antiespañoles, antifascistas, demócratas, comunistas e independentistas. Cualquiera con un mínimo de raciocinio es capaz de poner en duda lo que le pueda contar un profesor. Te lo digo más que nada porque yo he sido "educado" en el catalanismo, por profesores catalanistas que llegaba el 12 de Octubre y nos instaban a hacer huelga, que nos daban discursos antiespañoles y nos intentaban adoctrinar en su odio a España y sin embargo no consiguieron nada, pero ni conmigo ni con la inmensa mayoría de chavales que iban a mi clase y con los que ahora hablo de estos temas.

Por cierto, también hay profesores que se pasan por el forro de los cojones el sistema establecido, alguno nos llegó a reconocer abiertamente su desacuerdo con el "catalanismo" y con el sistema de inmersión lingüística.
 
semensatan rebuznó:
Yo, todos los useños blancos que he conocido, estudian castellano en el colegio, y es totalmente lógico que sea el segundo idioma entre los wasp, ya que con el francés en recesión en norteamérica, es desde hace tiempo el segundo idioma.

¿O sea que todos esos que están diciendo que el idioma Español es el del lumpen en los USA hablan de oídas como yo me imaginaba no? No es que me extrañe, al menos de slk, pero es que ha habido otros foreros a los que tengo en otra estima que parecían decir lo mismo, está bien confirmarlo, ya que mi limitada experiencia era justo la contraria.

Categorico rebuznó:
En cuanto a Don Ignacio, ... "Los pájaros de Baden Baden" y "Young Sánchez".

Me apunto esos dos, gracias amigo Victor.
 
semensatan rebuznó:
ya que con el francés en recesión en norteamérica, [/SPOILER]

No diga "francés en recesión",diga que el francés no es el "flavour of the month" en EEUU,y chanará más.Palabra de angloparlo.
 
Entiendo que os sintáis inferiores ante un catalán, ver un ser de luz no todo el mundo está preparado, pero el primer paso es reconocerlo.

España es bastante triste, patética, zafia y paleta, ¿Por qué os sentís orgullosos? No śe, es como tener la desgracia de ser moro y no preferir ser blanco, es de subnormal profundo.
 
Falopio rebuznó:
Puede ser, pero lo que sí que está claro es que alguien que escribe extrangero es analfabeto en cualquier lugar del mundo.

No en catalunya, donde extranjero se escribe extranger. O en inglés stranger.
Puta Espanya, por cierto.
 
Miss Justice rebuznó:
No en catalunya, donde extranjero se escribe extranger. O en inglés stranger.
Puta Espanya, por cierto.

De hecho no, también se escribe estranger :lol:
 
Lo que está claro es que el independentismo "catalanista" tiene un discurso muy elaborado. Es normal que nos sintamos inferiores ante unos argumentos tan contundentes...

Creep rebuznó:
Entiendo que os sintáis inferiores ante un catalán, ver un ser de luz no todo el mundo está preparado, pero el primer paso es reconocerlo.

España es bastante triste, patética, zafia y paleta, ¿Por qué os sentís orgullosos? No śe, es como tener la desgracia de ser moro y no preferir ser blanco, es de subnormal profundo.

Miss Justice rebuznó:
Puta Espanya, por cierto.
 
Churruca el Barniz rebuznó:
De una educación franquista que pretendía adoctrinar a los niños en el nacionalcatolicismo surgió una generación de anarquistas apátridas, antiespañoles, antifascistas, demócratas, comunistas e independentistas. Cualquiera con un mínimo de raciocinio es capaz de poner en duda lo que le pueda contar un profesor. Te lo digo más que nada porque yo he sido "educado" en el catalanismo, por profesores catalanistas que llegaba el 12 de Octubre y nos instaban a hacer huelga, que nos daban discursos antiespañoles y nos intentaban adoctrinar en su odio a España y sin embargo no consiguieron nada, pero ni conmigo ni con la inmensa mayoría de chavales que iban a mi clase y con los que ahora hablo de estos temas.

Por cierto, también hay profesores que se pasan por el forro de los cojones el sistema establecido, alguno nos llegó a reconocer abiertamente su desacuerdo con el "catalanismo" y con el sistema de inmersión lingüística.
Pues chico, no sé, a mí de primeras me parece bastante sencillo inculcar a alguien el nacionalismo desde pequeño. A lo mejor lo que ocurre es que lo hacen de una forma demasiado exagerada.

Miss Justice rebuznó:
No en catalunya, donde extranjero se escribe extranger. O en inglés stranger.
Puta Espanya, por cierto.
Extranjero -> correcto
Extranger -> correcte
Extrangero -> ANALFABETO
 
si a algun forero le quedare el traje, se lo pusiere...
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Mi opinión es que España como nación tiene un futuro incierto. No es fácil imaginar de qué modo Cataluña conseguirá la independencia, pero tampoco es fácil imaginar cómo España podrá sobrevivir dos décadas más soportando estos conflictos internos. Así de grave es la situación de España.

Lo cierto es que España se ha convertido en un país ingobernable. Es un país que se ha quedado sin márgenes de maniobra. En otras palabras: si España quisiera acometer las reformas que necesita para sobrevivir, no podría, debido a sus tensiones internas. España como nación está maniatada.

Pensadlo: España tiene un modelo territorial que no solamente es ruinoso, sino que ha establecido barreras internas efectivas que encorsetan la movilidad interna y fomentan, por consiguiente, el surgimiento de localismos. España es un país con una demografía desastrosamente repartida, que tiene regiones como las Castillas que son páramos poblacionales donde puedes hacer decenas de km por autovía sin ver un pueblo de magnitud. Pero no podemos hacer NADA. No podemos coger el toro por los cuernos, y ¿por qué? España ya no tiene capacidad de diseñar un plan demográfico, hidrológico, energético en condiciones. Es un país que se va a hundir empujado por el peso de un modelo territorial insostenible del que sin embargo no puede desatarse en virtud de intereses conflictivos entre sus partes. Partes que NO sirven a España, que son leales únicamente a sí mismas.

Una de estas partes es Cataluña. Cataluña políticamente es leal a sí misma. Su relación con el resto de España se ha convertido de facto en una relación de igual a igual. Una relación parecida a la de una mujer con su marido borracho (Cataluña), ante quien se cuida todo el tiempo de no dar una voz más alta que la otra, de no pisar demasiado fuerte, de no ser demasiado sarcástica, porque sabe que a la mínima recibirá un guantazo. Que Cataluña tenga la fuerza de la razón es una cosa opinable; que tiene la razón de la fuerza está fuera de toda discusión. Esto, claro, los nacionalistas lo verán justo al contrario, pero desde la falsa premisa de que Cataluña es el país (remito a mapas).

A esto añadimos un desapego, si no un odio, brutal hacia España por parte de muchos catalanes, muchos más que cuatro gatos. Sólo hace falta que os paséis por el Racó Català. Se trata de españoles que han asimilado una dialéctica España/Cataluña. Los que no sienten absolutamente ningún apego por el resto de España y la tratan como un país extranjero, sienten desprecio, e incluso profesan un sentimiento bastante repelente de superioridad.

Una gran porción de la juventud catalana está absolutamente despegada de la nación española con todas sus consecuencias. Que no son españoles no es una idea tonta con la que jugueteen: lo tienen tan claro como que la tierra es redonda. Yo mismo, que no soy catalán, me he movido por pueblecitos de Lleida y he hablado con catalanes, y he visto cosas que me dejaron sin habla. Una noche estuve tomándome algo con unos conocidos y se sentó un matrimonio bastante fumador con su crío. Yo me limité a observar; sin saber que yo era un "español" empezaron a hacer comentarios de un odio y un rencor absolutamente viscerales hacia "España". Un amigo de la mesa, catalán de apellidos, me habló luego de esta familia, y de cómo siente miedo ante el radicalismo que algunos padres inculcan a sus hijos. El crío de esta familia concretamente se dedicaba a arrancar la palabra "España" de las cajetillas de tabaco. Esto me lo contó porque lo había visto.

La ideología y la política se retroalimentan. La política extiende el "discurso", que no se trata tanto de opiniones concretas como de un mapa conceptual con el que leer y descifrar la realidad. A saber: Cataluña es una nación, catalán y español son cualidades incompatibles, España nos oprime y nos roba, etc.

El victimismo está a la orden del día. Sólo hay que recordar el episodio del Estatut, obra maestra del nacionalismo. El Estatut fue una jugada maestra. Los políticos catalanes redactaron un texto legal ILEGAL del que sabían que iba a ser recortado, a fin de que lo que técnicamente iba a ser una ganancia fuera interpretado como una pérdida. Resultado: Cataluña tiene más autonomía que nunca, Cataluña está más agraviada y ofendida que nunca. De ningún modo se podía permitir que el Estatuto nuevo fuera el "fin de la historia": tenía que ser un avance, pero había de ser interpretado como un bofetón. Lo consiguieron: decenas de miles de personas en las calles con banderas independentistas. Pero más autonomía que nunca. Una nueva ocasión para el enfrentamiento y la discordia. Pero más autonomía que nunca.

¿Cómo salir de este atolladero? ¿Cómo resolver este rompecabezas? Hemos llegado a un punto de no retorno. Las posiciones de ambas partes (españoles, nacionalistas catalanes) son irreductibles. O ganan ellos, o ganamos nosotros. Pero nada de lo que se les dé les calmará. Luego querrán más y más y más, porque son insaciables, y porque, como dije antes, en su lista de lealtades no figura España. Sus intereses pueden confluir temporalmente con los de la nación española, pero será de un modo casual o coyuntural, no moral. O damos la batalla y reformamos este país a la fuerza aun si el país prende fuego, o los dejamos ir YA. Porque si dejamos correr las cosas NO vamos a ganar. La dirección de la historia es clara.
 
Dios Vengativo rebuznó:
Mi opinión es que España como nación tiene un futuro incierto. No es fácil imaginar de qué modo Cataluña conseguirá la independencia, pero tampoco es fácil imaginar cómo España podrá sobrevivir dos décadas más soportando estos conflictos internos. Así de grave es la situación de España.

Lo cierto es que España se ha convertido en un país ingobernable. Es un país que se ha quedado sin márgenes de maniobra. En otras palabras: si España quisiera acometer las reformas que necesita para sobrevivir, no podría, debido a sus tensiones internas. España como nación está maniatada.

Pensadlo: España tiene un modelo territorial que no solamente es ruinoso, sino que ha establecido barreras internas efectivas que encorsetan la movilidad interna y fomentan, por consiguiente, el surgimiento de localismos. España es un país con una demografía desastrosamente repartida, que tiene regiones como las Castillas que son páramos poblacionales donde puedes hacer decenas de km por autovía sin ver un pueblo de magnitud. Pero no podemos hacer NADA. No podemos coger el toro por los cuernos, y ¿por qué? España ya no tiene capacidad de diseñar un plan demográfico, hidrológico, energético en condiciones. Es un país que se va a hundir empujado por el peso de un modelo territorial insostenible del que sin embargo no puede desatarse en virtud de intereses conflictivos entre sus partes. Partes que NO sirven a España, que son leales únicamente a sí mismas.

Una de estas partes es Cataluña. Cataluña políticamente es leal a sí misma. Su relación con el resto de España se ha convertido de facto en una relación de igual a igual. Una relación parecida a la de una mujer con su marido borracho (Cataluña), ante quien se cuida todo el tiempo de no dar una voz más alta que la otra, de no pisar demasiado fuerte, de no ser demasiado sarcástica, porque sabe que a la mínima recibirá un guantazo. Que Cataluña tenga la fuerza de la razón es una cosa opinable; que tiene la razón de la fuerza está fuera de toda discusión. Esto, claro, los nacionalistas lo verán justo al contrario, pero desde la falsa premisa de que Cataluña es el país (remito a mapas).

A esto añadimos un desapego, si no un odio, brutal hacia España por parte de muchos catalanes, muchos más que cuatro gatos. Sólo hace falta que os paséis por el Racó Català. Se trata de españoles que han asimilado una dialéctica España/Cataluña. Los que no sienten absolutamente ningún apego por el resto de España y la tratan como un país extranjero, sienten desprecio, e incluso profesan un sentimiento bastante repelente de superioridad.

Una gran porción de la juventud catalana está absolutamente despegada de la nación española con todas sus consecuencias. Que no son españoles no es una idea tonta con la que jugueteen: lo tienen tan claro como que la tierra es redonda. Yo mismo, que no soy catalán, me he movido por pueblecitos de Lleida y he hablado con catalanes, y he visto cosas que me dejaron sin habla. Una noche estuve tomándome algo con unos conocidos y se sentó un matrimonio bastante fumador con su crío. Yo me limité a observar; sin saber que yo era un "español" empezaron a hacer comentarios de un odio y un rencor absolutamente viscerales hacia "España". Un amigo de la mesa, catalán de apellidos, me habló luego de esta familia, y de cómo siente miedo ante el radicalismo que algunos padres inculcan a sus hijos. El crío de esta familia concretamente se dedicaba a arrancar la palabra "España" de las cajetillas de tabaco. Esto me lo contó porque lo había visto.

La ideología y la política se retroalimentan. La política extiende el "discurso", que no se trata tanto de opiniones concretas como de un mapa conceptual con el que leer y descifrar la realidad. A saber: Cataluña es una nación, catalán y español son cualidades incompatibles, España nos oprime y nos roba, etc.

El victimismo está a la orden del día. Sólo hay que recordar el episodio del Estatut, obra maestra del nacionalismo. El Estatut fue una jugada maestra. Los políticos catalanes redactaron un texto legal ILEGAL del que sabían que iba a ser recortado, a fin de que lo que técnicamente iba a ser una ganancia fuera interpretado como una pérdida. Resultado: Cataluña tiene más autonomía que nunca, Cataluña está más agraviada y ofendida que nunca. De ningún modo se podía permitir que el Estatuto nuevo fuera el "fin de la historia": tenía que ser un avance, pero había de ser interpretado como un bofetón. Lo consiguieron: decenas de miles de personas en las calles con banderas independentistas. Pero más autonomía que nunca. Una nueva ocasión para el enfrentamiento y la discordia. Pero más autonomía que nunca.

¿Cómo salir de este atolladero? ¿Cómo resolver este rompecabezas? Hemos llegado a un punto de no retorno. Las posiciones de ambas partes (españoles, nacionalistas catalanes) son irreductibles. O ganan ellos, o ganamos nosotros. Pero nada de lo que se les dé les calmará. Luego querrán más y más y más, porque son insaciables, y porque, como dije antes, en su lista de lealtades no figura España. Sus intereses pueden confluir temporalmente con los de la nación española, pero será de un modo casual o coyuntural, no moral. O damos la batalla y reformamos este país a la fuerza aun si el país prende fuego, o los dejamos ir YA. Porque si dejamos correr las cosas NO vamos a ganar. La dirección de la historia es clara
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Hace unas semanas "regañaste" al pobre Estilita por decir algo muy parecido a esto. Anteriormente también lo habían hecho Marxito, en términos muy ofensivos aunque luego se disculpó como el caballero que es, y Becerro, apelando la irredentismo ibérico. Hoy sus posturas se acercan cada vez más a la mía. Por estas y otras cosas, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) por la clara conciencia de un destino inevitable, me declaré expañol o hispánico y no
español, porque consideraba que mi antigua patria estaba en una situación terminal. Sólo una cirugía radical, una operación desesperada a vida o muerte puede reanimar al moribundo.

Desde hace un par años que vengo incidiendo en este sacrosanto Foro en la misma idea. La independencia de Cataluña y el País Vasco nos beneficia a todos. A ellos porque satisfacen sus legítimas aspiraciones y a nosotros porque nos permite construir un país real y no esta amalgama amorfa que somos hoy en día. Repito una y mil veces que menos es más y nunca una pérdida nos podría resultar más ventajosa. Lo mejor es tener afiliaciones robustas y no sospechas, no estar siempre negociando con condiciones, moviéndose con cautelas y escrúpulos incomprensibles. Hay que dar un paso adelante hacia la liberta de España, Cataluña y el País Vasco. Cada uno por separado será mejor, será más real.

Desde el respeto y la fraternidad peninsular mi voto es pro España y pro independencia de las regiones periféricas. Con un mínimo de lucidez todos podemos comprobar que la situación no puede reconducirse y asumida la dirección hacia la que caminamos lo mejor es que seamos previsores con el viaje que nos espera. Lo último que España necesita es una balcanización, empecinarse en lo que ya no le conviene. Para España será soltar lastre, para Cataluña y el País Vasco, volar hacia la libertad. La resolución no debería dilatarse, más allá de las cuestiones legales, el procedimiento y el status de los españoles en los nuevas naciones.
 
Hola Cáncer, vamos a seguir haciendo el gilipollas o ya hemos parado?
 
Tras el affaire "extranger", deberíamos sentar unas bases mínimas. No pueden defender la superioridad del castellano los foreros como norteño, que apenas debe saber firmar más allá de un aspa, mientras que los catalanes que optan por la independencia, están obligados a defender un nivell D de dominio de la lengua vernácula.

Todo lo demás son berridos de taberna.
 
Categorico rebuznó:
Hace unas semanas "regañaste" al pobre Estilita por decir algo muy parecido a esto. Anteriormente también lo habían hecho Marxito, en términos muy ofensivos aunque luego se disculpó como el caballero que es, y Becerro, apelando la irredentismo ibérico...

Yo me he limitado a enunciar unos hechos. Creo que he sido bastante fiel a la realidad. En cualquier caso, si el conocimiento de los hechos no obliga a actuar de una forma determinada, sí que es una ventaja a la hora de tomar decisiones más adecuadas.

Pensar que España se puede deshacer con la facilidad con que se deshace un lazo, que tras la ruptura todos seremos felices y enterraremos el hacha de guerra, y que los molestos compañeros de piso se convertirán en excelentes y cordiales vecinos, es ser muy ingenuo. Una separación siempre es traumática. Muchos catalanes estarán en contra del nuevo Estado. Muchos españoles, por no decir la inmensa mayoría, estarán indignados y con razón por el hecho de que les hayan robado un territorio como Cataluña, que por ley pertenece al conjunto de los españoles. No olvidemos que Cataluña es tan de los asturianos como Asturias de los catalanes. España es una nación política, no un Estado del antiguo régimen compuesto de reynos, ducados y principados.

No hay que olvidar que la deslealtad de tantos catalanes a España es una deslealtad fomentada. En Cataluña se han dedicado durante 30 años a "fer nació" (expresión suya, no mía), inundando el entorno de un discurso de ideas que de tantas veces repetidas han terminado haciéndose evidentes por sí mismas.

Yo, si en mi análisis de la realidad me acerco acaso a Estilita, disiento de él en la solución. Ya dijo Escipión: Roma no paga traidores. ¿Tendrá España encima que comprarles las armas a los suyos? Lo que desde el punto de vista de Estilita es un gesto noble, a mi parecer es una rendición total y completa. A los nacionalistas catalanes del Racó Català, si bien estamos en polos opuestos (nacionales), les reconozco su tesón y su intransigencia. Ni piden perdón ni tontean con ideas de reconciliación o cesión. Ellos quieren una Cataluña independiente, y a los "espanyols" que les den por el culo. Los que defendemos España fuera y dentro de Cataluña hemos de dar la batalla ideológica y hemos de aspirar a ganar. Y si hay que anular el Estado de las Autonomías, cerrar las todas las televisiones autonómicas incluyendo la TV3 y anular el sistema de inmersión lingüística, se hace, aunque se desate la guerra.

Mejor morir en batalla que morir en retirada. Ahora bien: si no vamos a mover un dedo, ellos ganan. Pero sin ninguna duda.
 
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