Yo tampoco tengo mucho de qué quejarme porque hacía gimnasia rítmica (lo de hacer el gilipollas con cacharritos como de circo) , que no debería ser ni deporte, porque la técnica tira importando a poco y lo que importa está robado de la gimnasia deportiva. Y qué coño, era muy mala, nunca he pasado de un regional y cuando salía en combinado era muchas veces el refuerzo (el equivalente al banquillo). Pero sí, las torturas chinas eran parecidas y me las he comido igual (la palabra «acondicionamiento» sigue dándome sudores fríos a día de hoy), especialmente cuando atraviesas la barrera mágica de los doce años y empieza a costarte de verdad mantener lo que has ganado.
A mí me apuntaron a esa mierda porque mis padres no tienen criterio y yo estaba muy gorda y algo tenía que hacer. Lo de las rodillas, yo es que ya nací deforme (con los ligamentos cortos parece ser), pero no me daba mayores problemas. Lo que pasa es que adelgacé tanto que me quedé sin masa muscular y empecé a cargar el peso con ellas y con una más que con la otra. Me recuperé un poco al dejarlo pero como un par de años después me metí una hostia con la bici, me partí la rodilla mala y fue un lol. No obstante me he puesto musculoca y ya soy menos coja, pero como forma parte de mi personaje foril pues lo llevo con orgullo.
A los que tengáis hijas: apuntadlas a judo, por LOL os lo pido.