kerouac
Veterano
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Hace años me encontré con una chavalita con la que estuve saliendo siendo adolescente. Quedamos unas cuantas veces a partir de ese reencuentro para ir al cine o tomar algo. Ella estaba terminando la carrera de derecho y el novio trabajaba para una gran empresa; con veintipocos años ganaba bastante y viajaba en el ave frecuentemente con su maletín, traje etc.
Quedar con esta tipa significaba estar escuchando las historias de pijos de ella y su novio ingeniero informático, las andanzas de su novio con la tuna y demás. Recuerdo que una vez me dijo que ella estaba estudiando derecho y tenía planes, que ella no iba a estar nunca detrás de un mostrador (en aquella época yo trabajaba detrás de un mostrador); o aquel día en que le comenté que iba a iniciar un curso de informática a lo que ella se río diciendo "tú, informática tú?"
Hasta que un día me dice que no podremos quedar más, que iba a casarse y ya no podríamos quedar más para tomar algo etc, que no tenía ya cabida en su vida.
El año pasado volví a ver a esta tía, ya casada y con dos hijos. Nos dimos los teléfonos, quedamos algunas veces. Me contaba ahora que la empresa del marido quebró, por lo que tuvo que montar una empresa él que fue fatal. Montó otra con la que subsisten a duras penas, llenos de deudas y teniendo que pedir dinero a los padres para poder comer. El marido la trata fatal, llegando a veces a decirle que se vaya de casa (la casa es de él, la compró cuando era el rey del mambo y ganaba un pastizal) y ella estaba en tratos para trabajar en...una cafetería. Sí, la que decía que no trabajaría detrás de un mostrador.
Siempre que me escribía por wassat o quedábamos era para contame penas, además de contar historias que me aburrían soberanamente (historias de los hijos, de colegios etc) hasta que me harté y le dije lo mismo que me dijo ella a mí, que tenía planes y ella ya no tenía cabida en mi vida.
Quedar con esta tipa significaba estar escuchando las historias de pijos de ella y su novio ingeniero informático, las andanzas de su novio con la tuna y demás. Recuerdo que una vez me dijo que ella estaba estudiando derecho y tenía planes, que ella no iba a estar nunca detrás de un mostrador (en aquella época yo trabajaba detrás de un mostrador); o aquel día en que le comenté que iba a iniciar un curso de informática a lo que ella se río diciendo "tú, informática tú?"
Hasta que un día me dice que no podremos quedar más, que iba a casarse y ya no podríamos quedar más para tomar algo etc, que no tenía ya cabida en su vida.
El año pasado volví a ver a esta tía, ya casada y con dos hijos. Nos dimos los teléfonos, quedamos algunas veces. Me contaba ahora que la empresa del marido quebró, por lo que tuvo que montar una empresa él que fue fatal. Montó otra con la que subsisten a duras penas, llenos de deudas y teniendo que pedir dinero a los padres para poder comer. El marido la trata fatal, llegando a veces a decirle que se vaya de casa (la casa es de él, la compró cuando era el rey del mambo y ganaba un pastizal) y ella estaba en tratos para trabajar en...una cafetería. Sí, la que decía que no trabajaría detrás de un mostrador.
Siempre que me escribía por wassat o quedábamos era para contame penas, además de contar historias que me aburrían soberanamente (historias de los hijos, de colegios etc) hasta que me harté y le dije lo mismo que me dijo ella a mí, que tenía planes y ella ya no tenía cabida en mi vida.