Morzhilla
Muerto por dentro
- Registro
- 2 Jun 2009
- Mensajes
- 35.657
- Reacciones
- 18.417
O al menos, uno de ellos.
Empecé pronto con las preparaciones, ya que la logística de viajar post-navidades son mas difíciles de lo habitual. Sales de un clima con una ropa, llegas a otro y necesitas mucha ropa más que tiene que estar a mano, los puñeteros regalos de navidad, comida distribuida en diferentes maletas, un puto puzle de 3000 piezas, vinilos que compré en Madrid y son un dolor de huevos para viajar, etc. Así que empecé pronto por la mañana preparando todas las maletas y dejando todo casi listo para el mediodía. Todo va correctamente hasta que me sacan los últimos restos del roscón de reyes con nata.
Maldita sea. Me estuvo repitiendo toda la tarde. Había estado muy regular de la tripa desde que llegué a Madrid a principios de año. Pero esto suele ser normal, con el cambio de agua y tal es normal estreñirse o aflojarse. Ah, que todavía no os he comentado que el peor día de mi vida - o al menos, uno de ellos- va sobre caca? Bueno, pues va sobre mucha caca. En fin, he estado varios días inapetente sin ganas de comer, muy hinchado, saciándome inusualmente rápido y comiendo poco para lo que soy yo. Lo achacaba a los empachos navideños pero visto lo visto, algo he pillado.
Total, maletas listas y buscando un sueño reparador con el que afrontar un vuelo con un bebe que no para quieto y demasiados bultos pesados para llegar un país que ha estado sumido en el caos por las nevadas que han caído desde el año nuevo. Me desvelan las primeras sinfonías estomacales, brbrbrbrbr que seguro os es familiar. Ya sospeche por la noche antes de acostarme cuando varios pedos silenciosos llenaban la estancia de aromas pestilentes de muerto viviente pero ni por asomo imaginaba lo que me esperaba. Una vez desvelado y aguantando el máximo posible en la cama a las 3 de la mañana no me queda más remedio que ir a cagar. En mi tripa había verdaderos movimientos sísmicos.
La primera descarga me sorprende, yo pensando que seria soltar un truño y volver a la cama ya que no había tenido ningún calambre ni nada parecido. Iluso de mi. En el momento que me senté en la taza me transforme en una fuente humana. Un kartcher de sacar caca a presión. Un rotor de caca.
La descarga era rápida, saliendo con mucha presión, a chorro fuerte como quien abre las compuertas de una presa en un monte valenciano en plena Dana. Soltada la mierda, viendo que no pasa nada más lo doy por finiquitado, me levanto y otro movimiento descendiente se sucede en mi tripa. A la taza de nuevo. Así las primeras 4 veces. En mi vida he olido algo peor. Menos mal que estaba todo el mundo dormido porque a ver con que cara me quedo yo al llenar de tal olor a MIERDA la casa de mis suegros. Esta situación se repitió a lo largo de toda la noche hasta el punto que solo echaba agua y el asunto ni si quiera olía más. Llego la hora del toque de diana y pude mandar a un familiar a la farmacia a por el muy esperado Fortasec, a las 8 de la mañana. Me he pasado cegándome vivo de 3 a 8, ahora prepárate tu para ir al puto aeropuerto. 0 energías, nada de nada, totalmente vacío. Estuve a punto de ponerme un pañal del niño dentro del pantalón esperándome lo peor.
A partir de aquí no hay mucho que contar referente a la caca, por suerte el Fortasec hizo efecto y en el aeropuerto solté una descarga y en el avión otra, que coincidió; como no, pillándome cagando con una zona de turbulencias duras. Me cago en mi puta vida eh, sentado en ese angosto y claustrofóbico vater, dando saltos y agarrándome a lo que podía mientras me salía la puta caca a presión. El llegar fue una autentica agonía, con la mochila cargada de cosas, las maletas, el niño a cuestas, en total podía estar cargando 60 kilos extra sin tener una pizca de energía. Al llegar me hice un caldo con hueso de jamón que he traído del bendito Mercado, a 1 euro tu, con verde de puerro que sentó como gloria y las 20.30 en la cama.
Empecé pronto con las preparaciones, ya que la logística de viajar post-navidades son mas difíciles de lo habitual. Sales de un clima con una ropa, llegas a otro y necesitas mucha ropa más que tiene que estar a mano, los puñeteros regalos de navidad, comida distribuida en diferentes maletas, un puto puzle de 3000 piezas, vinilos que compré en Madrid y son un dolor de huevos para viajar, etc. Así que empecé pronto por la mañana preparando todas las maletas y dejando todo casi listo para el mediodía. Todo va correctamente hasta que me sacan los últimos restos del roscón de reyes con nata.
Maldita sea. Me estuvo repitiendo toda la tarde. Había estado muy regular de la tripa desde que llegué a Madrid a principios de año. Pero esto suele ser normal, con el cambio de agua y tal es normal estreñirse o aflojarse. Ah, que todavía no os he comentado que el peor día de mi vida - o al menos, uno de ellos- va sobre caca? Bueno, pues va sobre mucha caca. En fin, he estado varios días inapetente sin ganas de comer, muy hinchado, saciándome inusualmente rápido y comiendo poco para lo que soy yo. Lo achacaba a los empachos navideños pero visto lo visto, algo he pillado.
Total, maletas listas y buscando un sueño reparador con el que afrontar un vuelo con un bebe que no para quieto y demasiados bultos pesados para llegar un país que ha estado sumido en el caos por las nevadas que han caído desde el año nuevo. Me desvelan las primeras sinfonías estomacales, brbrbrbrbr que seguro os es familiar. Ya sospeche por la noche antes de acostarme cuando varios pedos silenciosos llenaban la estancia de aromas pestilentes de muerto viviente pero ni por asomo imaginaba lo que me esperaba. Una vez desvelado y aguantando el máximo posible en la cama a las 3 de la mañana no me queda más remedio que ir a cagar. En mi tripa había verdaderos movimientos sísmicos.
La primera descarga me sorprende, yo pensando que seria soltar un truño y volver a la cama ya que no había tenido ningún calambre ni nada parecido. Iluso de mi. En el momento que me senté en la taza me transforme en una fuente humana. Un kartcher de sacar caca a presión. Un rotor de caca.
La descarga era rápida, saliendo con mucha presión, a chorro fuerte como quien abre las compuertas de una presa en un monte valenciano en plena Dana. Soltada la mierda, viendo que no pasa nada más lo doy por finiquitado, me levanto y otro movimiento descendiente se sucede en mi tripa. A la taza de nuevo. Así las primeras 4 veces. En mi vida he olido algo peor. Menos mal que estaba todo el mundo dormido porque a ver con que cara me quedo yo al llenar de tal olor a MIERDA la casa de mis suegros. Esta situación se repitió a lo largo de toda la noche hasta el punto que solo echaba agua y el asunto ni si quiera olía más. Llego la hora del toque de diana y pude mandar a un familiar a la farmacia a por el muy esperado Fortasec, a las 8 de la mañana. Me he pasado cegándome vivo de 3 a 8, ahora prepárate tu para ir al puto aeropuerto. 0 energías, nada de nada, totalmente vacío. Estuve a punto de ponerme un pañal del niño dentro del pantalón esperándome lo peor.
A partir de aquí no hay mucho que contar referente a la caca, por suerte el Fortasec hizo efecto y en el aeropuerto solté una descarga y en el avión otra, que coincidió; como no, pillándome cagando con una zona de turbulencias duras. Me cago en mi puta vida eh, sentado en ese angosto y claustrofóbico vater, dando saltos y agarrándome a lo que podía mientras me salía la puta caca a presión. El llegar fue una autentica agonía, con la mochila cargada de cosas, las maletas, el niño a cuestas, en total podía estar cargando 60 kilos extra sin tener una pizca de energía. Al llegar me hice un caldo con hueso de jamón que he traído del bendito Mercado, a 1 euro tu, con verde de puerro que sentó como gloria y las 20.30 en la cama.