el polvo que nunca echaras

lo mismo me coge de la mano y me tira para su habitación y le hubiera dicho que no (JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA),
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Pero bueno, ¿y este hilo sin mi aportación? Yo, que soy el "pierde polvos". He perdido muchos polvos con tipas que, ni fu ni fa, salvo en este caso.

Verano tórrido en Andasulía, un puto jueves. Yo, taitantos, petado y bronceado cual modelo de calzoncillos (no flipado, es que estaba así), voy a una especie de beach club de estos de piscina/discoteca a tope de ciclos, tatoos bizarros, zorras en tacones, bañadores tanga y maquillaje a prueba de agua, postureo infinito, "si eres gordo no vayas".
Estoy ahí con unos colegas en nuestra jaima vip inflándonos a cubatas, mirando culos y fichando grupos de zorras.
Nos metemos en el agua, y empieza el perreo...jugando con las colchonetas, pelotas hinchables y demás, contactamos con un grupo de zorrones de plástico.
Pensábamos que eran putas de un puti que hay cerca y suelen ir de chill por allí, porque había una Lituana, una mulata de tetones brutales y un par de españolas retocadas. Al final no eran putas profesionales.
Al final con el jijijiji,jajaaja,jejeje, les pedimos el teléfono y les proponemos salir a tomar algo esa misma noche. Al final sólo se animan dos, la mulata y una española. De nosotros, me apunto yo y un tío que yo no conocía que era madero y estaba allí por amigos comunes.

Salimos por el centro de tapeo y nos encontramos con las tipas, debidamente maqueadas, unas tapillas y ya nos piramos de copeteo a la terraza de moda.
El que venía conmigo resultó ser un triste de cojones (por lo visto se había divorciado hacía poco) y pasó a un segundo plano rápido.
Yo, sin embargo, iba encendido y me sentía master and commander. Las pibas bailando, dándolo todo conmigo, metiéndome mano, sobándome los abdominales y el pecho, duro y depilado, por debajo de la camisa (la verdad es que yo estaba flipando).
Total, que en un receso para pillar bebida en la barra, me comenta la mulata -me pones, pero le gustas a mi amiga- a lo que respondí -a mi me gustas tú-
La verdad es que las dos estaban buenas, pero la mulata era demasiado pepino y yo nunca había catado coño marrón. La blanca ya se da cuenta de que hago más caso a la canelita y empieza a hablar con unos colegas que se había encontrado allí, así que tuve vía libre para seguir a saco pegándome unos roces con la otra brutales.

Llegan las seis de la mañana, y digo -joder, yo tengo que ir a currar en dos horas- se lo digo a la pava, y me dice que me lleva a mi casa. Recuerdo que tenía un WPolo totalmente reventado sin espejos retrovisores, abollado por todas partes, que me quedé...."joder, WTF"
Total, que me lleva a mi casa, aparca en la puerta, apaga el motor y se me tira encima comiéndome el cuello, oliéndose mientras me decía que que bien olía, que subiéramos a mi casa. ¿Qué paso?

Pues pasó que truño dijo -no, no puedo, tengo que ir a la oficina dentro de una hora- (leed esto con voz de Forrest Gump, por favor)
Para que luego digan de los funcionarios, hijos de puta.


No contaré más, porque me da rabia. Simplemente, os confirmo que este subnormal que escribe perdió el polvo.



Como bonus track, añadir que he perdido del orden de cuatro o cinco polvos porque tenía la casa llena de mierda y me daba vergüenza subir a la tía.
Por desastre, he dejado unos cuantos coños humeando, la verdad.
 
Última edición:
Que subforo es este.

Estando en Vietnam de vacaciones conté casi en directo en un forochat que conocí fugazmente a una compatriota la primera noche en el hostal y como soy un tío enrollado acabó metida conmigo en la piltra en una habitación de seis camas de esas que son nichos en la pared (como los hoteles capsula pero estilo Ikea en vez de futurista). Estábamos hablando de chorradas, y en un momento le pregunté si hubiese gustado de folhar right there right now, si las circunstancias hubiesen sido otras, a lo que respondió sin asomo de duda que sí.

Y es que a los lados y encima teníamos personitas, a cosa de un metro. Cualquier ruido era delator.

Y esa fue la última vez que casi pero no, que es un tema recurrente en mi vida, pero que no da para anécdotas.
¿Pero no te enganchó del cacahuete? ¿No le tocaste el chocho siquiera? La próxima dale al edredoning hijoputa, que pareces nuevo. O piensa qué harían los de León, que no te pueda el miedo y que sea lo que tenga que ser.
 
Lo gracioso (tragicómico) para mí es que quedé de puta madre, pero no por inteligencia o moral, sino por trisomía pura. Que en realidad lo mismo me coge de la mano y me tira para su habitación y le hubiera dicho que no (JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA), pero lo que me duele es no haber tenido esa oportunidad de elegir, no haberme dado cuenta de la pequeña ventana de oportunidad que se abrió delante mía.
Y en el improbable caso de que no hubiera sido una calentada de pollas por parte de una tía que acababa de romper con el novio y necesitaba sentirse validada, ¿hubieras tenido los huevos de fockarte a la amiga de mujer con tu mujer en la habitación de al lado tras haber salido juntos los tres y teniéndoos que ver en el desayuno?

Tú eres un suicida.

Lo que está claro, es que muchos de los polvos que perdimos, a parte de por nuestra trisonomia, fue por ser unos caballeros de mierda que no valen ni para tomar por culo.
En el relato que conté, desde luego. Sólo me separó una cosa de liarme con esa tía, y era no mandar a tomar por culo a la tipa con la que estaba. Podía haberme liado con ella paralelamente, desde luego, pero me pareció mal engañarla, y me pareció mal dejarla por egoísmo. Qué gilipollas :lol:
 
En el relato que conté, desde luego. Sólo me separó una cosa de liarme con esa tía, y era no mandar a tomar por culo a la tipa con la que estaba. Podía haberme liado con ella paralelamente, desde luego, pero me pareció mal engañarla, y me pareció mal dejarla por egoísmo. Qué gilipollas :lol:
Pues yo creo que no quería nada contigo.
Era una esquizofrénica neoludita que estaba haciendo un experimento antropológico contigo, en el que eras el sujeto b control en un test de doble ciego sobre la cría experimental de homúnculos en Paramaribo.
Hazme caso que te estaba calentando la polla for the sake of it. Mi veredicto: cockteaser de mierda con estudios y esquizofrénica.
Vamos, es que hay que estar ciego para no verlo.
 
Última edición:
Pues yo creo que no quería nada contigo.
Era una esquizofrénica neoludita que estaba haciendo un experimento antropológico contigo, en el que eras el sujeto b control en un test de doble ciego sobre la cría experimental de homúnculos en Paramaribo.
Hazme caso que te estaba calentando la polla for the sake of it. Mi veredicto: cockteaser de mierda con estudios y esquizofrénica.
Vamos, es que hay que estar ciego para no verlo.
Pudiera ser. ¡Cualquiera sabe qué pasa por la mente de una mujer!
 
Al mono le faltan unos ZAPATOS monos de la muerte para ser totalmente fiel.
 
Creia que había perdido un polvo en una ocasión, pero luego me di cuenta de que lo llevaba encima, como pasa a veces con las gafas.
 
Estando en Vietnam de vacaciones conté casi en directo en un forochat que conocí fugazmente a una compatriota la primera noche en el hostal y como soy un tío enrollado acabó metida conmigo en la piltra en una habitación de seis camas de esas que son nichos en la pared (como los hoteles capsula pero estilo Ikea en vez de futurista). Estábamos hablando de chorradas, y en un momento le pregunté si hubiese gustado de folhar right there right now, si las circunstancias hubiesen sido otras, a lo que respondió sin asomo de duda que sí.

Y es que a los lados y encima teníamos personitas, a cosa de un metro. Cualquier ruido era delator.
En unas vacaciones en Tailandia hice con mi ex una excursión a la jungla en la que íbamos con un grupo de gente y dormíamos todos bajo el mismo techo en una choza en mitad de la puta nada. Sólo nos separaban algunas cortinas de tela fina y no siempre opaca a unos de otros. Me la follé allí, sin importarme el ruido ni que se enterara nadie. A la mañana siguiente una amiga de mi ex decía que se oía todo y que el suelo (sobre el que dormíamos) temblaba y que no había pasado más vergüenza en su puta vida y que ya nos valía. Mi ex también se avergonzó. A mí me sudó la polla mil.
 
Estando en Vietnam de vacaciones conté casi en directo en un forochat que conocí fugazmente a una compatriota la primera noche en el hostal y como soy un tío enrollado acabó metida conmigo en la piltra en una habitación de seis camas de esas que son nichos en la pared (como los hoteles capsula pero estilo Ikea en vez de futurista). Estábamos hablando de chorradas, y en un momento le pregunté si hubiese gustado de folhar right there right now, si las circunstancias hubiesen sido otras, a lo que respondió sin asomo de duda que sí.
En Manzanillo, Cuba, en un campus universitario, conviví varios días infiltrado como un universitario más. Comí su comida carcelaria, asistí a sus juergas con alcohol robado del hospital y dormí varias noches en los zulacos donde viven, cuatro o cinco literas por zulo, y allí follando todos con todos y volando los condones por la ventana. Por el otro hilo creo que cagué fotos y alguna historieta de aquellos inolvidables días. La próxima ya sabe: a lo cubano, cabrón.
 
Los factores que veo que intervienen en perderse polvos son la vergüenza y el temor. A mí me dio cosa mandar al carajo a la tía con la que salía para follarme al cañonaco con el que me lo hubiera pasado fetén; a @LeChuck le dio que le pudieran oír, a @Césped Alí también el temor le impidió que la tía le dijera "me has malinterpretado", a @Tiboroski la vergüenza le hizo perderse polvos...

Mucho miedo y mucha vergüenza veo que hemos tenido todos por aquí. Está claro que ni lo uno ni lo otro sirven para nada cuando de follar se trata.
 
Los factores que veo que intervienen en perderse polvos son la vergüenza y el temor. A mí me dio cosa mandar al carajo a la tía con la que salía para follarme al cañonaco con el que me lo hubiera pasado fetén; a @LeChuck le dio que le pudieran oír, a @Césped Alí también el temor le impidió que la tía le dijera "me has malinterpretado", a @Tiboroski la vergüenza le hizo perderse polvos...

Mucho miedo y mucha vergüenza veo que hemos tenido todos por aquí. Está claro que ni lo uno ni lo otro sirven para nada cuando de follar se trata.
Matiz importante en mi caso: a mí no me pudo el miedo, sino la subnormalidad.

En el fondo es lo que más me jode: no haber tenido la oportunidad en ese momento de decidir si iba en plan suicida con todo, sin comerme el miedo o bien sonreir y decirle que no me parecía adecuado, yéndome con la satisfacción de haber puesto en su sitio a una calientapollas. EL PROBLEMA ES QUE NO ME DI CUENTA.
 
Mi historia es la siguiente: Yo tenía 14 años y ella 21 años. Mi familia tenía una tienda de muebles y nos iba muy bien. Ella entró a trabajar allí y tal. A esa edad empecé con el tema de entrenar e ir al gimnasio y la tía de un momento a otro empezó a decirme cosas del estilo: Que guapo te estas poniendo, que fuerte, que pito y que flauta. Como a esa edad ya había empezado a darle a Manuela como sino hubiese un mañana, estaba empanadísimo y pasaba de ella. Luego la hija de puta empezó a ser mas intensa y me tocaba la polla, me abrazaba, me daba besos en el cuello y yo con el miedo de que me vieran mis padres, no me dejaba y huía.

La tía de estatura era de 1,70 aproximadamente, delgada y con buena delantera, de cara no era la gran cosa pero vamos, podías pasear con ella sin remordimientos. Recuerdo que la muy cabrona me pillaba por la espalda y me decía al oído: Estoy cachonda, te espero en el taller que no hay nadie, y yo como buen tontorrón que era en la adolescencia, me empezaba a temblar el cuerpo y no iba, en repetidas oportunidades me lo decía. Así pasó varios meses hasta que vino otro que trabajaba allí y ese si le dio como a pandereta de gitana, nunca mas me dijo nada hasta que dejó de trabajar con nosotros. A los 16 años fui consciente de tan craso error cometido por la falta de hervor y tuve que esperar mi debut a los 17 años con una zorrilla que me beneficié después de unos tragos.
 
Ángela. Compañera de clase. 15 años ambos, ella desde los 14 dando sutiles señales, no era guapísima pero tenía unos melonacos que no he visto cosa igual. Estaba ella saliendo con uno de 22, y yo, que era un pavo no podía imaginar que las tías fueran tan guarras. Trabajo del cole, nos toca juntos. Subimos en su vespino y para su casa que no estaban sus padres. En su casa no tarda en descararse, sacar unos condones del novio y... ¡Eh! Esperad. ¡Que sí que me la follé! Me folló ella más bien y me desvirgó. Siento haberme desviado del hilo.
 
Estábamos hablando de chorradas, y en un momento le pregunté si hubiese gustado de folhar right there right now, si las circunstancias hubiesen sido otras, a lo que respondió sin asomo de duda que sí.

Y es que a los lados y encima teníamos personitas, a cosa de un metro. Cualquier ruido era delator.
Pero hijodeputa tal cual te dice que sí te la llevas al hostal de al lado con habitación privada por 9 putos euros y se la metes hasta que le explote la cabeza
 
Aviso de brick as big dick.

Dentro polla:

Nunca he ocultado mi condición de putero y tampoco es que lo vaya exhibiendo, simplemente conoces a alguien, empiezas a hablar de nadaderías, luego de alguna intimidad, profundizas, sale el tema del follercio y definitivamente de las putas. Bueno también de mujeras, pero mas de follar, ya me entienden.

En esta tesitura frecuento un lupanar al que alguna vez ya he referido en este egregio albañal y que no diré “ ustedes ya saben a cuál me refiero”, porque bastantes mermaos pasan por aquí como para acordarse de lo que yo pudiera excretar. Si obstante, hay hilo al respecto. Si se acercan al Botxo, háganme caso Guguenjein, barra de pintxos y enjoy your life:


En este pintoresco piso tienen una multiplicidad de servicios, obras y compromisos de entre los cuales hay uno que por su carácter social y explorativo se halla en la vanguardia del mundo puteril. Una auténtica vorágine en la que la neurona orbita entre la epistemología y la metafísica y que puede terminar dejándote exhausto y que lleva como término vocativo “ hacer máscaras”.

Y qué es ésto? Pues que te ponen una máscara y te estabulan en una habitación donde está todo el mundo conejeando a discreción. Lo que viene siendo una orgía, vaya. La verdad es que es entretenido, conoces gente, haces temática comparativa y aprendes a meter codos como hacia Bergomi a Rummenigue en el Mundial 82. Lo digo porque hay mucho cliente que gusta de comer Oscar Mayer y a la que te descuides tu honrada y noble condición de empotra lumis se puede ver debilitada por la voracidad de los que se follan a todo lo que se ponga a tiro. Ah, tiempos difíciles para ser varón heterosexual camaradas.

Evacuado los antecedentes, vayamos al meollo del ladrillo ya que todo empieza con la siguiente frase:

“ Tú eres el que haces eso de “las máscaras”?

Quien percute tan potencial interrogativa es una moza de edad indeterminada ( mas de treinta y menos de cuarenta) pero con un determinado físico que se me antoja remedo de Jennifer Anniston, la Rachel de Friends, sólo que con un cuerpo pulido con horas de alguna mefistofélica actividad ( tipo zumbafitness-mortalcombat-glúteosapretaos). Sus músculos de brazos y cuello parecen perfilados con fotoshop y las piernas están embutidas en uno de esos leggins de los que, si la justicia hiciera su trabajo, no permitiría su venta so pena de permitir amorrrarse sobre ellos como hacen los perros que se pajean con los cojines de casa. En fin, un pivonazo que le da por abundar en materia:

“ Y eso ¿ cómo va? Me han dicho un poco por encima lo que se hace y la verdad es que me da un morbo que te mueres”

La sangre de mi neurona, haciendo un esfuerzo sobrehumano, indecente y superlativo consigue no ponerse de aliada con la gravedad y que se me baje al pitilín, así que consigo dar una respuesta que no deja lugar a dudas “ ehhhhhhhh… a ver...yooo...”

Y con estos sólidos argumentos y tras comprobar por todos los flancos que no se trataba de una broma oculta, me pongo de pie y procedo a disertar sobre la temática pertinente: Capítulo I, lección 1ª, “ El camarote de los hermanos Marx en versión porno”.

Y digo que me puse de pies porque en el momento que fui interpelado por la susodicha había sido noqueado por el saco de boxeo y mis cuarenta y cinco segundos de darle a fullpower de catabolismo muscular, hasta que mis depósitos de glúcidos dijeron basta y me derrumbé sin remisión sobre la lona. En fin, que me dejo caer de pascuas a ramos en un gimnasio a hacer guantes y supongo que se me “escaparía” algún comentario sobre el putetxe referido y que le llegaría al pivón. Pivón de los que ni qué decir tiene, pertenece al ejército de hembras de los que jamás repararía en quien esto suscribe. Hasta ese día.

Aclararé que quizá para sus señorías esta situación no pudiera tener mayor trascendencia, pero para quien suscribe y su entorno era todo una novedad. Ya sé que por aquí se lee que si follamigas, cuadrillas mixtas, cenar con parejitas y demás extravagancias, pero mi recua de amigos imaginarios somos unos pollaviejas que añoramos los tiempos de tener canas en los huevos ya que nuestras gónadas ya están en la estadía alopécicas premium. Y de contacto con hembras poca cosa, salvo parientas amarga vidas, putes y la médico de empresa. Alguno sale de vez en cuando, pero mas a emborracharse que otra cosa y lo de Tinder Badoo nos suena a refuerzo de alapivot del Retabet Basket Bilbo.

En totá, que durante unos cuantos días estuve hablando con la moza sobre el tan manido piso. Y enseguida me quedó sucinta la situación. Por lo visto la muchacha es bisexual y que las pollas se las comía dobladas con un solo chasquido de dedos, pero que lo de retozar con hembras no lo había practicado o lo había hecho muy muy poco. “ Tetas grandes y pollas gordas es lo que busco”. ( “ Búscate un travelo” le dije, ahí estuve sembrao). Lo primero podría encaminárselo. Lo otro como que no como buen forero de micropene in pectore, si bien conozco a un colega de guantes que se la benefició, y efectivamente, el cabestro no puede mirar al suelo porque se tropieza.

Así que ahí estuve varios días contándole una peli porno a una hembra como para pagarle la hipoteca, en medio de un ring y vestido con mi chándal Qechua de trapero proyectando una orden mental a San Lorenzo, patrón de los cuerpos cavernosos y destructor de la ley de la gravedad, para que no permitiera el continuo empalme que dibujaba la tienda de campaña en mi entrepierna. Ya dije que lo de ser hetero tiene su dificultad.

Finalmente, concerté cita para visitar mi segmento de ocio favorito y acudí ante la aprendiz de putera embebido de una legitimidad poderosa, biológica casi telúrica, alguien que como recomiendan las tazas serigrafiadas iba a luchar por tus sueños: el sueño de follar a un pivón que no fuera puta.

Claro que sí, por qué no? En mitad del caos fornicativo, seguro que había oportunidad de meter el micromachine en su agujero del amor.

Y en un arranque de yihadismo bilbaíno me suelto a puerta gayola:

“ Y oye, que no te preocupes que invito yo. Que ya sabes que la primera dosis siempre es gratis, je, je...”

Y bueno, la respuesta no fue exactamente la que esperaba. De hecho, no hacía falta ser experto en dinámicas sociales para intuir que la estrategia había sido sobreoptimizada. Concretaré:

“ No, a ver, pero esto sería para ir con mi novio”.

Reconozco que si el buen Satán hubiera decidido finiquitar el planeta y hubiera abierto el tajo justo debajo de mis pies, con gusto me hubiera dejado caer pillando plaza en el averno ad eternum, pero en fín había que disimular. No sé lo que dije, alguna incoherencia repleta de falsa sonrisa. Ella, algo de que si escribes y todo, y de que si soy un medio poeta ( le escribí algún mensaje con varías esdrújulas y algún subjuntivo, se ve que a las logse girls esto te devienen en intelectuá), y de que quien lo iba a decir con lo calladito que eres y bla, bla,…

La gente con estudio recomienda para tales epopeyas una mezcla de sentido común, estoicismo y naturalidad para evitar el triple combo letal que cualquier forero rapiñista reconoce:

- Meter la pata.

- Hacerse pesado.

- Caer en el ridìculo espantoso.

O como fue mi caso, todo a la vez. Quien en fin, no se ha presentado en un tanatorio y al abrazar a los deudos en vez de dar el pésame, se le ha escapado “ Enhorabuena a los premiados”. Será por eso por lo que aún soy un mocito soltero como decía mi difunta madre.

Y bueno, un pajarito me contó que la moza en cuestión se registró en el foro para echar un vistazo al hilo del piso y saber de mi nick aquí. Quien sabe, puede que incluso le diera por leer este cubo de pendantería infame. Si así fuera saludos “I”. No pongo su nombre no por nada, es que se trata de un nombre de esos euskéricos que a los castellanos os parece nombre de ciudad siberiana o medicamento para la prostata. Así que dejémoslo en algo mas sencillito, María. Marieta que estamos entre amigos. Quién no conoce a Marieta?

(( mentón erguido y puño al pecho que viene el himno de este subforo))

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Teniendo yo 15-16 años, en 4º de la eso (madre mía lo que ha llovido y ha escampado como diría mi abuela) nos juntaron en alguna asignatura optativa a tres clases, habiendo en la otra clase una chica muy guapa con la que nunca había hablado, ni sabía su nombre aunque llevaba viéndola 10 años 😬 nos pusieron en pupitres bastante cerca y enseguida empezamos a hablar y a tontear, aunque era una chavala bastante inocente y por qué no decirlo, con pintas de estrecha. Era una empollona de dos pares de cojones (sé que hizo un doctorado en derecho y hace como 10 años que no sé nada de ella) y me la quería follar como un salvaje, es más, quería que fuera mi novia :1: para poder pasearla por la ciudad cogiditos de la mano y que todos los kinkis hijos de puta y chuloputas repetidores lo vieran, porque la tía esa traía de cabeza a medio pueblo y yo era más chulo y cabrón que ninguno.

Ese mismo año vino al instituto una chavala nueva, 2 cursos menos pero de mi edad, había repetido un par de veces en un colegio lleno de escoria y se ganó enseguida fama de zorrón supremo, perfeccionado tras años de compartir aula con los vástagos de lo más bajo y ponzoñoso de la sociedad.

Por motivos que no sabía (ni nunca supe, me importaba 2 cojones) esas dos tías eran rivales, enemigas acérrimas, supongo porque todos los tíos querían estar con ellas, la una por guapa y la otra porque les descubriría placeres adolescentes para muchos aún ignotos.

Tras varias semanas camelándome a la morena de mi clase y haciendo algunos progresos aunque ni siquiera nos habíamos besado ni insinuado nada por el estilo :face: solíamos juntarnos su grupo de amigas y el de mis amigos en varios locales de mi pueblo, que en aquella época estaban a rebosar cada fin de semana y eran una puta mina de dinero, y el tonteo era extremo aunque extremadamente inocente y lento. En eso que por ahí pasaba la chica nueva esa con fama de guarra, al parecer estaba sola porque sus amigos eran chavalillos de su clase, que no les habían dejado entrar, los porteros hacían la vista gorda con gente de 16 años pero con 14 era un canteo y esos no entraban, por lo que la tía esa entraba sola a zorrear. Supongo que me vio y con motivo de putear a la otra, su archienemiga mortal escolar, me vino y me entró a saco, ante la mirada de incredulidad de la otra :sufromucho: que veía como su pasividad le podría costar un romance con un apuesto joven como era yo antes de conocer los foros del internec, no sólo eso si no perder a su galán a manos de quien consideraba una arpía, hija del mismísimo satán. Salimos fuera y nos empezamos a enrollar, nos alejamos unas calles de la zona de fiesta y acabamos debajo de un puente :???: nos empezamos a liar y ay inocente de mí, ni condones tenía, hoy en día le hubiera dicho de follar a pelo y ya me correría en sus tetas o en una pared pero en aquella época creíamos que meterla a pelo=preñada 🤪 nos besuqueamos un rato, le metí mano, me meneó un poco el rabo pero no llegó ni a ordeñarme, por lo menos luego pude presumir ante mis amigos "mira mira, huele a coño que no? :trump: "

Estuvimos hablando el domingo por MSN y quedamos que esa semana cualquier día que no hubiera nadie en mi casa o en la suya nos íbamos juntos después del colegio y terminabamos lo del sábado, joder, me estaba palpitando el nabo de imaginar las folladas que le iba a meter, vamos que mi plan era tenerla de guarrilla para poder follar frecuentemente, ante esa posibilidad de sexo vicioso y posiblemente todas las semanas ya casi ni me acordaba de la otra :pegeele: .

Al tener amigos en común, supongo que la otra chica que me gustaba, se enteró por filtración de la caverna mediática que no habíamos follado pero que era inminente, por lo que en un arrebato de valentía el lunes me dijo si podíamos hablar de una cosa, al final ese fue el día en que le dije claramente que me gustaba y que quería salir con ella en plan novios, a lo que aceptó en un momento pasteloso que haría vomitar a una quinceañera viendo una comedia romántica.

La otra, la "guarrilla" se pilló un mosqueo de dos pares de cojones por el plantón que me di y se puso a salir con un mocoso de su clase, haciendome creer que se lo iba a follar hasta dejarlo muerto y que yo podría haber sido él. En realidad con la chica esta que empecé a salir nos fue relativamente bien y estuvimos saliendo año y medio, aunque en términos puramente sexuales no me la follé hasta llevar saliendo casi 5 meses y era una estrella de mar, supongo que estaba enamorado y pesó más en la balanza al decidir elegir a esa sobre la otra, aunque aún a día de hoy me acuerdo de los polvos que dejé escapar con la loba esa. Madre mía qué tonto fui y menudo regalo le hice al niño ese que se la folló tras mi rechazo, debería enterarme quien era ese maricón y pedirle 300 pavos por hacerle el favor de su vida.
 
Hace poco hablé de un trabajo en un evento relativamente grande de pádel y me ha traído a la memoria un polvo que nunca echaré.

Empecé de montador pero acabé haciendo de todo.

Uno de los patrocinadores principales del evento, un empresario mallorquín bastante majo, llegó rodeado de una cohorte de azafatas de mucho nivel. No me fijé en ellas, porque por muy buenas que estén, el perfil de personalidad de una azafata me suele repugnar. Solamente reparé en lo curioso de la escena. Pero entre la chusma de la cuál yo era parte, empezaron a hablar mucho de una tal Mar, era la clara favorita no sólo de ese grupo, por lo que pude escuchar.

A esas alturas del trabajo, después de unos 5 días muy duros de entre 14 y 16 horas de curro, mi cuerpo priorizaba la supervivencia y mi rabo cedió el control a otras funciones básicas como no quedarme dormido de pie. No tenía ojos para otra carne que la de mi humilde sustento.

Llevando el cinturón de montador, me vino el señor empresario y me pidió ayuda con la electricidad de su caseta. A decir verdad no recuerdo ni qué hice, pero era algo del nivel de subir un fusible o encender un interruptor. El caso es que el hombre se mostró entusiasmado y celebraba la reparación en el último momento antes de la apertura de puertas como si fuera algo grandioso.

- Ven, que te quiero presentar a una amiga.

Y me presentó oficialmente a Mar. Pose perfecta de azafata, manos entrelazadas a la altura del pubis, dio el primer paso para darme dos besos. A mí, que me daba asco a mí mismo.

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Su delicado y delicioso aroma me recordó que yo no me había echado desodorante esa mañana tras una ducha que tuvo más propósito de despertarme que de limpiarme. Me sentí muy incómodo ante el contraste y toda mi atención estaba irremediablemente en pasar desapercibido.

Obviamente no tenía ni tiempo ni capacidad neuronal para dar conversación insustancial, ya que es algo que no sé hacer ni en plenitud de mis facultades. El buen hombre que me retenía allí lubricó muy bien la situación hasta que alguien vino corriendo requiriendo mi atención sobre otro asunto de mierda.

Cuando el evento estaba en marcha, me dieron otra ropa y me pusieron en control de accesos de la pista principal, donde hacías más de azafato abrepuertas que de segurata. Y en un momento dado, Mar se pasó por allí no solamente para saludarme, sino para llevarme viandas. Me ofreció una bandeja de bollería que devoré como un niño salvaje tras días de inanición. Me dio un poco de conversación, que en ese momento sí aprecié porque los minutos de plantón en la puerta parecían horas. Fue ahí cuando sonrió de otra manera, menos protocolaria. Y no sé si era la luz del atardecer o lo buenas que estaban las mini napolitanas, pero me pareció que esos ojos y esa sonrisa eran mucho más bonitos de lo que ninguno de los cerdos presentes alcanzaría jamás a valorar.

En menos tiempo del que necesitaba mi estómago para vaciarse, Mar regresó con más comida y con agua, en un gesto de generosidad excesiva que vi cómo daba lugar a susurros entre todos los miembros del personal que contemplaban la escena de reojo. En la conversación que mantuvimos esa vez, Mar dejó caer en qué hotel estaban quedándose y en cierto momento se tocó el pelo de esa manera que tienen las mujeres de tocarse el pelo para decirte que la pelota está en tu tejado.

No os voy a mentir. El cansancio acumulado y la expectativa de una noche entera sin dormir antes del día de desmontar, que iba a ser el más duro de todos, fueron solamente excusas que le puse a mis impulsos primarios. Pero la verdadera razón por la que me hice el sueco y seguí el camino del sufrimiento en esa semana de trabajo fue porque tenía novia.

No tuvo que pasar mucho tiempo hasta que mi cerebro, mi corazón y mi rabo se reunieran en un antro lleno de humo, tras la enésima bronca con aquella novia de ojos y sonrisa que nada tenían que envidiar a las de Mar, pero carácter que ya quisiera Satanás en sus filas, y afirmaran entre trago y calada: TENÍAS QUE HABERTE FOLLADO A MAR.
 
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