Traigo la genial anécdota down de Tunak para reconducir el hilo
CRIMEN Y CASTIGO DE UN DOWNIE
CAPITULO 1: CRIMEN
Miguel Martin Martin, a priori ese nombre de pequeño no me decia nada pero con el paso de los años llegue a entender que tanta coincidencia en los apellidos tenia que ser por fuerza una violacion a las Leyes de Darwin y a las de Dios. Porque Miguel era como los muñecos, solo tenia tres posiciones: "si", "nooooooooooooo" y un gruñido de mono que acompañaba con un chasquido constante de la palma de una mano contra anverso de la otra.
Cuando los sabados mis padres me decian: "mañana vamos a comer con los Martin" a mi ya se me ponian los pelos de punta al saber lo que me esperaba. Terminar de comer y mi madre pronunciaba mi condena: "Anda vete a jugar con Miguel" y lo que mis padres no comprendian es que la integracion no sirve de nada con una persona que no hacia caso a nada de lo que decias y al que de pronto le se cruzaba el cable masas y te soltaba una galleta, que tu respondias y que terminaba irremisiblemente con castigo por mi lado y una sonrisa paternal por parte de su padre acompañado de un: "jejeje que fuerte es mi Miguelillo".
Visto que no se podia jugar con Miguel opte por la opcion de llevarme directamente mi Gameboy a las reuniones y ponerme a jugar con el mirando; "dejasela", me decian mis padres, y yo que sabia de lo que era capaz el retarded de mi compañero tenia mas claro que el agua que mi Gameboy no tocaba sus manos. Vivimos encuentros de paz y armonia Miguel y yo jugando al Super Mario Land. Yo jugaba, el miraba, los dos nos divertiamos y no habia problemas; hasta el dia que los hubo.
A base de practica y perseverancia consegui llegar al Boss del penultimo mundo del Super Mario, el submarino, pero muy tieso de vidas.
Con mi ultima vida estaba a punto, a puntito, de pasarmelo (creo que solo le debia quedar un toque) pero cuando pense que tenia pillada la secuencia de como atacaba cometi un fallo y me terminaron matando. Game Over. Y me quede con cara de Downie yo tambien. Estaba jodido, si, pero sorprendentemente Miguel se lo tomo peor que yo y aprovechando mi frustracion, con el consiguiente descuido, me quito la GameBoy de las manos para, acto seguido, al grito de !!!!!!!!! NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!!!!!!!!!!!!!! estamparla contra el suelo dejandola en un estado tal que asi.
!!!!!!!!! DOUBLE OWNED COMBO !!!!!!!!!!!!!!!!!
Para mas inri mis padres me dijeron que la culpa encima era mia por habermela llevado y que si queria arreglarla era mi problema. Ese dia jure que me iba a vengar de lo sucedido.
CAPITULO 2: CASTIGO
Una cosa tenia clara, si queria vengarme de ese maldito retard no podia ser algo que yo le hiciera directamente porque mis padres, que estaban sensiblizados con su trisomia, me lo harian pagar caro a mi asi que lo mejor podia hacer era aprovecharme precisamente de su retardo. Cuando me dijeron que la proxima comida iba a ser en un merendero de la periferia de mi ciudad me acorde de una broma que le habian gastado a un colega del colegio y lo vi claro.
Pille mis ahorros y fui a la tienda del barrio a comprar suficientes petardos como para invadir Marruecos. Basicamente tenia dos modelos:
El estandar de mierda
Y luego el petardo que era un autentico pepino nucelar de polvora y destruccion, que aqui se conocia como "Dragon", y cuya explosion solo era superada por su precio.
Terminamos de comer en el merendero y mi madre canto musica para mis oidos: "Vete a jugar con Miguel". Una vez estuvimos alejados le dije "¿Quieres jugar a las bombas?" a lo que me respondio con un "Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii", "Vale, te voy a explicar como funciona, es como en las pelis con la dinamita: pillas un petardo (de los baratos en este caso), lo enciendes, cuentas hasta tres y lo sueltas, ¿lo has entendido?", "uuuuuuuuuuuuuumgggggggrrrrrrrrrrrr", me respondio. Tire el primer petardo y Miguel estaba feliz de eso de hacer explotar las cosas. Una vez hube tirado dos o tres para que viera como funcionaba le pase uno para que hiciera lo mismo, lo encendio, lo tiro y vi que disfruto mucho. Cuando habiamos tirado unos cuantos mas le dije a Miguel: "Oye, ¿quieres probar ahora con uno mas grande?", "siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii" me dijo y le pase el "Dragon" que habia comprado y
al que le habia acortado la mecha. Conto 1,2 y PUUUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMM le exploto en toda la mano
Lo siguiente que vino fue el desparrame de LOL, Miguelillo corriendo por la campiña arriba y abajo gritando como cerdo en una matanza. Se fue directo a un charco de agua y barro que habia a unos 20 metros de nosotros y metio la mano en las aguas putrefactas a fin de aplacar su dolor pero al mismo tiempo poniendose perdido de barro mientras yo a 5 metros miraba la situacion revolcandome de risa cual cocreta :137 :137 :137 :137 :137.
Luego cuando me acerque a mirarle la mano ya no me hizo tanta gracia porque tenia una quemadura considerable derivada de la potencia del dragon que era mucho mayor que la del petardo con la que le gastaron la broma al compañero de mi clase. Me fui corriendo a contarle a nuestros padres que habiamos tenido un accidente con los petardos y se tuvieron que llevar a Miguel a urgencias.
Lo que vino despues fueron innumerables meses de castigo por jugar con petardos, pero en la condena del juicio sumarisimo no se pudo demostrar voluntariedad en la accion. Lo bueno es que cuando quedaban mis padres para comer ya no tenia que oir un "vete a jugar con Miguel", nos quedabamos sentados en la silla y mas felices que unas pascuas. Cada vez que me miraba me asociaba a lo mal que lo habia pasado y se hacia popo encima. Pobrecillo, encima sus padres me compraron una Game Boy nueva para mi santo.