Mientras Karpov también derrotaba -aunque de manera ajustada- a Anand en el Campeonato del mundo de la FIDE en 1998, Kasparov ya tenía decidido que su retador para el título de la PCA sería su antiguo alumno y analista Vladimir Kramnik. Había conseguido los patrocinadores necesarios para el match, y sólo faltaba el trámite de otorgar legitimidad al retador. Así las cosas, se organizó en Cazorla el match de candidatos entre Kramnik y Shirov, y todos los planes del Ogro se vinieron abajo cuando el letón derrotó al ruso. Entonces Kasparov se negó a enfrentarse a Shirov y preparó igualmente su defensa del título ante Kramnik, alegando que nadie quería patrocinar un match contra Shirov, por devaluado. Esto provocó que letón y ruso no volvieran a darse la mano en una partida hasta Linares 2003. En cualquier caso, y pese a que es obvio que Kasparov despojó a Shirov de su legítima oportunidad de pelear por el título, hay que hacer ver que el balance entre ambos hasta la retirada de Kasparov en el 2005 fue de 17-0 a favor del Ogro, con 15 tablas.
La nueva doble K se enfrentaría a finales del año 2000, en lo que se vino a denominar Campeonato Mundial Clásico de Ajedrez. Y es que la FIDE había iniciado su incremento de ritmo para las partidas y su sistema de eliminatorias (sin privilegios para el vigente campeón) para dilucidar campeón del mundo, lo que había hecho que un semidesconocido Khalifman se convirtiera en Campeón del mundo FIDE en 1999 tras derrotar en la final a otro semidesconocido (Akopian) Desde entonces, Kasparov se referiría a ambos como "los turistas de Las Vegas", pues allí se había celebrado el Mundial. En la esfera del ajedrez clásico, Kasparov y Kramnik empataban en el primer puesto del torneo de Linares en Marzo del 2000, lo que sumado al hecho de que Kramnik era el único jugador de la élite ante el que Kasparov no tenía un score positivo (de hecho, lo tenía negativo) hacía del futuro enfrentamiento un evento con cierto grado de incertidumbre, pese al indudable favoritismo del Ogro.
El 8 de Octubre daba comienzo en Londres un match que sería una pesadilla para Kasparov, quien no fue capaz de imponerse al aspirante en ninguna partida, mientras éste se alzaba con la victoria en dos de ellas, lo que le convertía en el nuevo campeón del mundo del ajedrez clásico por un resultado de 2-0 con 13 tablas. Kasparov, desconcertado por la elección de la a la postre considerada solidísima defensa Berlinesa por parte de Kramnik como principal arma para enfrentar a e4, no tuvo en ningún momento posibilidad alguna de darle la vuelta al match, acusando al aspirante de emplear aperturas secundarias por miedo a una batalla de verdad. Kramnik, por su parte, contó una historia -no se sabe si en serio o en broma- acerca de cómo durante el visionado de un partido de hockey sobre hielo había comprendido que lo importante era ser sólido en defensa para que luego te bastaran tan sólo uno o dos goles para ganar el partido.
El caso es que Kasparov había perdido el título de Campeón del mundo después de 15 años, y a partir de entonces y en su afán de conseguir un match de revancha no hizo más que tratar de provocar a Kramnik, quien alegaba que, si el Ogro quería volver a jugar contra él, debía clasificarse en un match de candidatos. Lo cierto es que los argumentos esgrimidos por Kasparov resultaban convincentes: 1) seguía siendo el número 1 en la lista ELO, 2) seguía siendo netamente superior a cualquier otro jugador del mundo a excepción de Kramnik, 3) él mismo se había enfrentado a Karpov en cinco ocasiones por la supremacía mundial, 4) Kramnik no podía hablar de obtener legitimidad en un match de candidatos cuando él mismo había perdido ante Shirov en el suyo.
Por si fuera poco, y en medio de este acoso y derribo al orgullo de Kramnik, ambos toman parte en el torneo de Astana en el verano del 2001. Quiere el destino que tengan que enfrentarse en la última ronda del mismo con Kramnik con negras pero con medio punto de ventaja sobre el Ogro. La sólida defensa Berlinesa hace su aparición en el tablero y Kasparov la hace
saltar por los aires.
Y ahora, ¿qué?