[RETARDS] El repulsivo verano y los playeros

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Agarejo

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1 Ago 2023
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El oscuro y anhelado noviembre, casi en su final, nos evoca, a todo amigo de las tineblas, ese sabor, ese regusto, incluso placer que produce la nocturnidad temprana, el tumbarse con una manta para mirar al techo. Decia Thomas De Quincey en sus Confesiones de un Comedor de Opio, que nada más idóneo que las tardes de noviembre con una taza de té en las manos.


Pero que bueno, que eso lo pongo para cagarme en los muertos de los playeros y de su asqueroso verano, de los gilipollas que les gusta el calor y el olor a salitre y el hedor del bañador meao, sobreviví a este verano a duras penas, con síntomas escleróticos, Señor, no me proporciones otro enero en que los días empiecen a ser más largos.

Aunque el mal siempre triunfa:
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¿Algo más placentero que un día de densa niebla fumando un cigarro por la calle con un anorak a eso de las 7ymedia después de tomarse tres carajillos?
 
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Desde que ya no tuve veranos de 3 meses de vacaciones he odiado cada vez más el calor. Conforme voy haciéndome viejo voy cada vez llevándolo peor.
 
Desde que ya no tuve veranos de 3 meses de vacaciones he odiado cada vez más el calor. Conforme voy haciéndome viejo voy cada vez llevándolo peor.
Es posible que sea distinto que el de tu época escolar, las sensaciones son otras, ahora todo huele peor, todo sabe peor; también las tías hasta parecen más feas, a pesar de las plastas de maquillaje que usan, los avances en peluquería y sesiones de gimnasio, huelen mal las puercas, vienen a ser todas lo mismo, personalmente me han empezado a dar asco. El mundo cada vez es más feo, por ello el recogimiento de esta época del año es motivo de satisfacción para los que queremos perderlo de vista.
 
Es posible que sea distinto que el de tu época escolar, las sensaciones son otras, ahora todo huele peor, todo sabe peor; también las tías hasta parecen más feas, a pesar de las plastas de maquillaje que usan, los avances en peluquería y sesiones de gimnasio, huelen mal las puercas, vienen a ser todas lo mismo, personalmente me han empezado a dar asco. El mundo cada vez es más feo, por ello el recogimiento de esta época del año es motivo de satisfacción para los que queremos perderlo de vista.
Juntas dos conceptos que no tienen por qué ir juntos. Verano y playa. El verano es cada vez más insoportable porque efectivamente cuanto más viejo te haces peor se soporta el calor y sólo eso hace odiar a esa época del año.

Pero la playa puede ser muy placentera. Ses Illetes o Mitjorn en Formentera, o cualquier cala del este de Mallorca en mayo, cuando no aprieta el calor y no hay gente, arena blanca y una mujer desnuda a tu lado mientras lees un libro o echas una siesta del borrego acariciado por una leve brisa y el sol que aún no pega fuerte sobre la piel... Ver el pandero de la churri conforme se va hacia la orilla y disfrutas de esos movimientos... Es inigualable. Por otro lado, si vives junto a la playa, en los meses antes del verano, madrugar y mientras todo está teñido del rojo del amanecer meterte en el mar con una tabla antes de ir a trabajar, això és mel de romer. Lo mismo en otoño.

Verano no, playa sí.
 
Juntas dos conceptos que no tienen por qué ir juntos. Verano y playa.
Llevas razón, aunque un playero sólo puede darse en Verano, de hecho una de las mañanas más gratas que he pasado fue después de transnochar de bar en bar toda la noche, encontrarme por esta época, lloviendo, y otro tío, que tenía pinta de ejecutivo y de ser forastero, iba de corbata, y paseábamos ambos por la playa, ambos con cierta cara de idiotas sonreíamos mientras nos llovía en nuestro caminar por la arena.
 
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Eres de los míos. Odio el calor, a muerte. Y más si vives en un sitio como servidor donde hay un 200 mil % de humedad. Le gustará a quien tenga una piscina en su casa y pueda pasarse el día con el culo ahí metido, pero si tienes que currar, moverte, hacer vida normal, que a la que das 4 pasos estás sudando que parece uno una regadera, lo lógico es odiar el puto verano y a los cabrones a los que les gusta el calorcito todavía más.
 
Juntas dos conceptos que no tienen por qué ir juntos. Verano y playa. El verano es cada vez más insoportable porque efectivamente cuanto más viejo te haces peor se soporta el calor y sólo eso hace odiar a esa época del año.

Pero la playa puede ser muy placentera. Ses Illetes o Mitjorn en Formentera, o cualquier cala del este de Mallorca en mayo, cuando no aprieta el calor y no hay gente, arena blanca y una mujer desnuda a tu lado mientras lees un libro o echas una siesta del borrego acariciado por una leve brisa y el sol que aún no pega fuerte sobre la piel... Ver el pandero de la churri conforme se va hacia la orilla y disfrutas de esos movimientos... Es inigualable. Por otro lado, si vives junto a la playa, en los meses antes del verano, madrugar y mientras todo está teñido del rojo del amanecer meterte en el mar con una tabla antes de ir a trabajar, això és mel de romer. Lo mismo en otoño.

Verano no, playa sí.

Mar sí, playa no.
 
Llevas razón, aunque un playero sólo puede darse en Verano, de hecho una de las mañanas más gratas que he pasado fue después de transnochar de bar en bar toda la noche, encontrarme por esta época, lloviendo, y otro tío, que tenía pinta de ejecutivo y de ser forastero, iba de corbata, y paseábamos ambos por la playa, ambos con cierta cara de idiotas sonreíamos mientras nos llovía en nuestro caminar por la arena.

Cruising en la playa.
 
Cruising en la playa.
ehh, no era nada guarro, lo que sucede es que ese hecho intrascendente no lo he olvidado, alegría del fracaso, no sé el tío ese lo que pensaba, lo mismo venía de follarse a una noruega que encontró en la calle, aunque no llevaba el pelo engominado ni le daba un aire a James Estevar
 
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El verano se disfruta cuando eres joven, guapo y tus padres tienen cuartos.
 
Estoy contigo.

El disfrutar escuchando buena música en un salón, frente al calor del fuego de una chimenea de leña mientras escuchas al viento y la lluvia golpear los cristales, no tiene precio.
 
Yo odiaba el calor y por eso me fui a vivir al Cantábrico. Ha sido cojonudo no pasar de 28 grados en todo el estío. Y disfrutar de la playa, a 3 minutos de mi casa, en junio y septiembre, cuando los urbanitas no joden la marrana, merece la pena. Un ratito cada día, para no empacharte.
 
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