VeteranoPara festejar mi post número mil he decidido postear sobre un tema que frecuentemente se soslaya en el foro: los mensajes privados y de paso comento mis experiencias con los duendecillos, conmigo no se aburren demasiado.
Tal que así será el foro dentro de cien años.
Entablar contacto a través de ésta herramienta es relativamente fácil, sólo hay que vencer la timidez (para quien la tenga) y mandar un mensaje con más o menos gracia, una crítica no pública o una aclaración. Dependiendo de la respuesta se verá si hay empatía por la otra parte o pasan de ti como de lanzar flores a las que no enseñan carne en el foro.
No, esta chica creo que no pulula por el foro.
Tardé un tiempo en empezar a enviar mis mensajes privados, recuerdo el primero y a la primera especialmente; descubres que, pese a todo, detrás de los nicks hay personas con sentimientos muchas veces distintos a los que les hubieras adjudicado previamente en una mala imitación de bruja Lola. Una vez asentada la primera curiosidad me sobrevino otra vez el antojo de saber quien se escondía tras un avatar y me lancé de nuevo al placer de los duendecillos. Así fui repitiendo el proceso con resultados dispares, pese a ello todos mis interlocutores de mensajes poseen un algo especial que nunca hubiera imaginado. Importante añadir la información cruzada sobre otros habitantes y opinantes en PL, encuadres distintos de personas tan lejanas como cercanas, no obstante se suele guardar el anonimato.
Qué color más horrible tiene el pop-up de los privis.
Los privados que recibo son articulados por personas distintas: en mis andanzas he encontrado desde foreros sobre los que pesa un baneo y que me han revelado parte de sus inquietudes hasta gente bastante cerrada y anónima, pasando por nombres conocidos por la mayoría. También he tenido mis desengaños o rechazos por parte de algún usuario que al poco de lanzar diálogos epistolares no me entendían o me ignoraban supinamente; nadie es perfecto y menos quien se encuentre en éste foro donde nos autocalificamos de frikis.
Ups, lo lamento, estos se cuelan en cualquier parte.
Para acabar y resumiendo, gracias a todos aquellos foreros que se han cruzado conmigo privadamente y me han mostrado algo o mucho, asimismo a los que han discutido o coincidido por esos hilos de dios. Extensivos mis agradecimientos a las chicas, valientes donde las haya para enfrentarse a la horda de sarracenos salidos que desean envainar su alfanje, de paso a esa sociedad que nadie conoce y la que recientemente se le han suprimido los simbolitos para que sea más secreta, resultan elementos concordantes. Al resto que les den…
algo que les guste.
Si alguien se ha atrevido a leerse todo este rollo y me va a faltar al respeto, me adelanto: lo mismo digo de ti.
Nos leemos.
Tal que así será el foro dentro de cien años.
Entablar contacto a través de ésta herramienta es relativamente fácil, sólo hay que vencer la timidez (para quien la tenga) y mandar un mensaje con más o menos gracia, una crítica no pública o una aclaración. Dependiendo de la respuesta se verá si hay empatía por la otra parte o pasan de ti como de lanzar flores a las que no enseñan carne en el foro.
No, esta chica creo que no pulula por el foro.
Tardé un tiempo en empezar a enviar mis mensajes privados, recuerdo el primero y a la primera especialmente; descubres que, pese a todo, detrás de los nicks hay personas con sentimientos muchas veces distintos a los que les hubieras adjudicado previamente en una mala imitación de bruja Lola. Una vez asentada la primera curiosidad me sobrevino otra vez el antojo de saber quien se escondía tras un avatar y me lancé de nuevo al placer de los duendecillos. Así fui repitiendo el proceso con resultados dispares, pese a ello todos mis interlocutores de mensajes poseen un algo especial que nunca hubiera imaginado. Importante añadir la información cruzada sobre otros habitantes y opinantes en PL, encuadres distintos de personas tan lejanas como cercanas, no obstante se suele guardar el anonimato.
Qué color más horrible tiene el pop-up de los privis.
Los privados que recibo son articulados por personas distintas: en mis andanzas he encontrado desde foreros sobre los que pesa un baneo y que me han revelado parte de sus inquietudes hasta gente bastante cerrada y anónima, pasando por nombres conocidos por la mayoría. También he tenido mis desengaños o rechazos por parte de algún usuario que al poco de lanzar diálogos epistolares no me entendían o me ignoraban supinamente; nadie es perfecto y menos quien se encuentre en éste foro donde nos autocalificamos de frikis.
Ups, lo lamento, estos se cuelan en cualquier parte.
Para acabar y resumiendo, gracias a todos aquellos foreros que se han cruzado conmigo privadamente y me han mostrado algo o mucho, asimismo a los que han discutido o coincidido por esos hilos de dios. Extensivos mis agradecimientos a las chicas, valientes donde las haya para enfrentarse a la horda de sarracenos salidos que desean envainar su alfanje, de paso a esa sociedad que nadie conoce y la que recientemente se le han suprimido los simbolitos para que sea más secreta, resultan elementos concordantes. Al resto que les den…
algo que les guste.
Si alguien se ha atrevido a leerse todo este rollo y me va a faltar al respeto, me adelanto: lo mismo digo de ti.
Nos leemos.
Forero del todo a cien
Clásico
Freak
Asiduo
