gilaferdez rebuznó:
¿Por qué se exigen exámenes para obtener una carrera o conducir un coche, cuando traer un hijo al mundo es la mayor responsabilidad? Sobre todo ahora que hay superpoblación mundial...
Porque se considera un derecho fundamental de las personas, como la libertad, la igualdad y la dignidad. Por esa misma regla de tres, se tendrían que hacer pruebas para decidir quién es digno de vivir y quién no, incluso quién puede elegir en qué trabajar o a quién forzamos a asumir la tarea de mulo de carga.
Hay ciertas cosas que no puede decidir el Estado por el individuo, la paternidad es una de ellas.
adrenalinico rebuznó:
De hecho creo que en el antiguo COU se daba latin de forma obligatoria y nadie negara que en general su preparacion era mejor que la de los actuales sucnors de la ESO.
Como ya le han dicho se impartía en segundo de BUP para todos los estudiantes y luego se ampliaba o no en función de la opción que eligieras.
Pero no era por aquello por lo que había mejor nivel académico. Y aquí entronco con la pregunta original del hilo. Ha cambiado la percepción de en qué debe consistir la escuela. Ahora, lo más importante es que los niños (o adolescentes) no sufran, no se sientan mal ni marginados, ahora se pretende que, rodeados por un entorno de buenrollismo, se conviertan en personas maravillosas.
A todas luces esto constituye un error tremendo. Los adolescentes son perezosos y rebeldes, no será el buen rollo y el trato agradable lo que les motive para esforzarse. Antes, cuando suspendías un par de asignaturas (o tres, no recuerdo bien) repetías curso. Y por repetir te convertías en un bicho raro, perdías todas las amistades, te sentías retrasado, menos válido, diferente. Y sufrías, claro que sufrías, pero te dabas cuenta de que tus actos tenían consecuencias y de que no esforzarse suponía perder. Ahora, sin embargo, suspender es una anécdota, porque todo sigue igual, llevas la misma vida de parásito que antes y así jamás comprenderán que el esfuerzo es necesario.
Esta misma actitud se ha extendido a los padres. Antes los padres respetaban a los profesores y su criterio era más importante que el del niño, los maestros gozaban de autoridad ante los padres. Ahora, sin embargo, los padres protegen a los hijos de los profesores, disculpan sus defectos y piensan que sus hijos son lelos, cuando en realidad son vagos. No se toman el tiempo ni tienen la voluntad de educarlos, les basta con mantenerlos y protegerlos, sin darse cuenta de que no están educando personas que sean capaces de valerse por sí mismas, sólo parásitos.