Eterno Navegante
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Jose Julio estaba enamorado de marta, dos años detrás de ella llevaba el cabrón. E insistía sin, cómo a él le gustaba decir, ser DEMASIADO pesado.
Ella pasaba de él, por supuesto, por una razón tan simple como que le gustaba otro tío (o mejor dicho, otros tíos). Cada dos o tres fines de semana se la veía hablando animadamente con alguno, o simplemente quedaba “en secreto” (cosa difícil en los pueblos, pero posible) con alguno y echaba la noche por ahí fuera.
Eso a Jose Julio nunca le desanimó demasiado, porque como todos sabemos ya a estas alturas, el amor te hace ser un mucho gilipollas, te pone la venda en los ojos y no te la quita hasta que a las hormonas no les da la gana de tranquilizarse un poco. Así que el tío seguía saludándola y babeando por un rato de su compañía. Un tío no mal parecido, que dejaba escapar oportunidad tras oportunidad porque según decía “nunca jamás amaré a otra”.
Una tontería de frase, algo que se dice desde el más puro sentimiento, sin razonar que el tiempo trae otras frescas olas y se lleva las presentes. “Nunca jamás amaré a otra”, decía, y todos creíamos que era mentira. Salvo que no lo era.
Jose Julio fue diagnosticado de cáncer de pulmón hace dos meses. No seamos hipócritas, él se lo buscó fumando como un condenado día y noche, y consumiendo paquetes de tabaco los fines de semana a la par que entre pecho y espalda se metía sus buenos litros de cacique.
Los hechos son los hechos, y Jose Julio se muere. Efectivamente el noventa por ciento de los cáncer de pulmón acaban en muerte, y el de este chico es de los del noventa por ciento. Tampoco ha sido ninguna sorpresa.
Lo que si lo fue es que al poco de salir de las pruebas del hospital, le faltó tiempo para volver a pedirle, por enésima vez, una oportunidad para ir a tomar algo juntos, conocerse mejor y “ver qué pasa”.
Y esta vez, ella le dio el SI.
El porqué, no tengo ni idea, y no me atreveré a aventurar si fue por pena, o por intentar una rápida y relampagueante boda que deje a esta chica los bienes materiales de Jose Julio, cosa que aun no está nada clara, pues no se ha hablado nada de boda. Pero todos piensan que si ella está con él, algo esconde, o simplemente el chico le da pena. Hay comentarios para todos los gustos. Incluso que se ha enamorado de verdad de él, siendo victima del extráño sindrome de las enfermeras en el campo de batalla, que se enamoraban de sus pacientes más graves.
Pero como dije, lo que cuenta es el trasfondo del asunto, y en los meses que le quedan hasta volver al hospital y ponerse en tratamiento permanente de oxígeno y medicamentos para el dolor, está saliendo con Marta.
Marta es, por cierto, mi prima, de ahí que sepa bien la historia.
Ahora la cuestión, porque sinceramente, ni tan siquiera me he parado a especular, pero me pregunto dos cosas: La primera es si Marta habría acabado saliendo con J.Julio alguna vez si no hubiera ocurrido este para él trágico suceso. Si él la habría acabado conquistando al final y esto sólo ha acelerado el proceso.
La segunda es saber porqué a raíz de esto Marta le ha dado la oportunidad. Porque sinceramente no la veo yo de alma cándida y caritativa, no es de esas. Pero tampoco la veo una arpía interesada en las pelas. Aquí pasa algo y no sé que es.
Mientras tanto, ahí están, haciendo momentos y presumiblemente follando y todo.
P.D. Si, ya sé que Jose Julio es un nombre de telenovela barata, pero qué culpa tendré yo de eso, hijos de puta.
P.D.D. Una cosa si es cierta, el chico tenía razón en una cosa: nunca jamás amará a otra.
Ella pasaba de él, por supuesto, por una razón tan simple como que le gustaba otro tío (o mejor dicho, otros tíos). Cada dos o tres fines de semana se la veía hablando animadamente con alguno, o simplemente quedaba “en secreto” (cosa difícil en los pueblos, pero posible) con alguno y echaba la noche por ahí fuera.
Eso a Jose Julio nunca le desanimó demasiado, porque como todos sabemos ya a estas alturas, el amor te hace ser un mucho gilipollas, te pone la venda en los ojos y no te la quita hasta que a las hormonas no les da la gana de tranquilizarse un poco. Así que el tío seguía saludándola y babeando por un rato de su compañía. Un tío no mal parecido, que dejaba escapar oportunidad tras oportunidad porque según decía “nunca jamás amaré a otra”.
Una tontería de frase, algo que se dice desde el más puro sentimiento, sin razonar que el tiempo trae otras frescas olas y se lleva las presentes. “Nunca jamás amaré a otra”, decía, y todos creíamos que era mentira. Salvo que no lo era.
Jose Julio fue diagnosticado de cáncer de pulmón hace dos meses. No seamos hipócritas, él se lo buscó fumando como un condenado día y noche, y consumiendo paquetes de tabaco los fines de semana a la par que entre pecho y espalda se metía sus buenos litros de cacique.
Los hechos son los hechos, y Jose Julio se muere. Efectivamente el noventa por ciento de los cáncer de pulmón acaban en muerte, y el de este chico es de los del noventa por ciento. Tampoco ha sido ninguna sorpresa.
Lo que si lo fue es que al poco de salir de las pruebas del hospital, le faltó tiempo para volver a pedirle, por enésima vez, una oportunidad para ir a tomar algo juntos, conocerse mejor y “ver qué pasa”.
Y esta vez, ella le dio el SI.
El porqué, no tengo ni idea, y no me atreveré a aventurar si fue por pena, o por intentar una rápida y relampagueante boda que deje a esta chica los bienes materiales de Jose Julio, cosa que aun no está nada clara, pues no se ha hablado nada de boda. Pero todos piensan que si ella está con él, algo esconde, o simplemente el chico le da pena. Hay comentarios para todos los gustos. Incluso que se ha enamorado de verdad de él, siendo victima del extráño sindrome de las enfermeras en el campo de batalla, que se enamoraban de sus pacientes más graves.
Pero como dije, lo que cuenta es el trasfondo del asunto, y en los meses que le quedan hasta volver al hospital y ponerse en tratamiento permanente de oxígeno y medicamentos para el dolor, está saliendo con Marta.
Marta es, por cierto, mi prima, de ahí que sepa bien la historia.
Ahora la cuestión, porque sinceramente, ni tan siquiera me he parado a especular, pero me pregunto dos cosas: La primera es si Marta habría acabado saliendo con J.Julio alguna vez si no hubiera ocurrido este para él trágico suceso. Si él la habría acabado conquistando al final y esto sólo ha acelerado el proceso.
La segunda es saber porqué a raíz de esto Marta le ha dado la oportunidad. Porque sinceramente no la veo yo de alma cándida y caritativa, no es de esas. Pero tampoco la veo una arpía interesada en las pelas. Aquí pasa algo y no sé que es.
Mientras tanto, ahí están, haciendo momentos y presumiblemente follando y todo.
P.D. Si, ya sé que Jose Julio es un nombre de telenovela barata, pero qué culpa tendré yo de eso, hijos de puta.
P.D.D. Una cosa si es cierta, el chico tenía razón en una cosa: nunca jamás amará a otra.