LeChuck
Freak total
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Esta semana ha pasado una cosa. Para mí y casi todo el mundo es un pequeño drama ajeno como hay cien mil cada día. Para los protagonistas sin embargo se trata de un hecho que pone toda su existencia del revés.
No es un hilo en el que pretenda sacar ninguna conclusión, ni debatir nada. Simplemente es tan peculiar, tan tremendo, que siento la necesidad de escribirlo.
Tiene mi tía por vecinos a un matrimonio, ya jubilados ambos. Son buena gente. De estos que te tratan como si fueses su sobrino aunque coincidan contigo un minuto en el ascensor cada dos meses.
Tienen una hija que rondará los 40, normal y corriente. Y tenían un hijo, de estos medio vegetales. Humanos fallidos que no pueden hacer otra cosa que mantener los órganos vitales en funcionamiento y emitir gruñidos. Tengo entendido que su estado es debido a una negligencia médica, que de no haberse dado hubiese resultado en un ser humano normal y funcional.
A lo largo de los años, y desde la adolescencia, yo pasé a su casa a hacer algunas ñapas. A instalar un antivirus, actualizar algún programa del PC con el que hacían cosas de gente mayor como mirar pisos en Idealista, a configurar la TDT cuando se implantó, etc.
Nunca vi al hijo. Estaba en una habitación emitiendo gruñidos y atragantándose de vez en cuando y jamás me atreví a comentar nada, ni estuvo nunca a la vista. Creo que temían que la situación me resultase incómoda. Solo sé que le hablaban como si fuese un niño. Como se habla a los bebes.
En los últimos meses su salud empeoró y los médicos le dijeron a este matrimonio que su hijo iba a picar billete pronto. Así que llegado el momento se lo ingresó y se lo sedó a la espera del último hálito. Mi tía describió el proceso como una auténtica tortura, por la incertidumbre y por la absoluta dedicación que requería el momento.
Finalmente la semana pasada murió. Hasta ahí nada del otro mundo.
Nunca supe ponerle aspecto o edad a esta persona. Resulta que tenía 45 añazos. Una esperanza de vida muy, muy por encima de lo que los expertos médicos se atreverían a calcular. Si me hubiesen preguntado no hubiese dicho más de 30.
Imaginaos la vida de esta pareja. Tienen un hijo, siendo relativamente jóvenes, y una negligencia medica se lo jode. Lo deja inservible. Primero de todo, vivir psicológicamente con ese drama, con como hubiese sido la vida si las cosas hubiesen ido bien. Asomarte a la ventana y ver a los padres con sus hijos sanos. Y que no se trata de un embarazo que vaya a ir mal, que en algunos casos los médicos te avisan para que puedas abortar, no. Es algo con lo que tienes que cargar sí o sí, con cojones y con resignación cristiana.
Luego, toda una vida dedicada al cuidado de tu hijo, que no es muy diferente de una planta, pero con una carga de responsabilidad infinitamente mayor. Nada de dejarlo solo. Ni vacaciones, ni escapadas, ni una tarde en el cine. Todos tus proyectos personales y sueños, anulados. 45 años dedicados al cuidar de un ser 100% dependiente. Incluidas todo tipo de cosas desagradables y deshumanizantes como afeitarle, limpiarle el culo y a saber qué más.
No es diferente de esos casos de negros que se pasan toda la vida entre rejas por un crimen que cometió otro pero les cargaron a ellos.
Me pregunto también como será la vida ahora. Gastados los mejores años de tu vida en otra persona, al menos ahora tienes una vejez para ti mismo. Y aún así 45 años dejan mucha huella como para ponerte la piel de persona corriente y salir a hacer cosas por ahí.
Algo tan simple como salir los dos juntos de casa a hacer la compra o a dar un paseo debe de ser de lo más extraño.
Y eso es todo lo que tenía que contar.
No es un hilo en el que pretenda sacar ninguna conclusión, ni debatir nada. Simplemente es tan peculiar, tan tremendo, que siento la necesidad de escribirlo.
Tiene mi tía por vecinos a un matrimonio, ya jubilados ambos. Son buena gente. De estos que te tratan como si fueses su sobrino aunque coincidan contigo un minuto en el ascensor cada dos meses.
Tienen una hija que rondará los 40, normal y corriente. Y tenían un hijo, de estos medio vegetales. Humanos fallidos que no pueden hacer otra cosa que mantener los órganos vitales en funcionamiento y emitir gruñidos. Tengo entendido que su estado es debido a una negligencia médica, que de no haberse dado hubiese resultado en un ser humano normal y funcional.
A lo largo de los años, y desde la adolescencia, yo pasé a su casa a hacer algunas ñapas. A instalar un antivirus, actualizar algún programa del PC con el que hacían cosas de gente mayor como mirar pisos en Idealista, a configurar la TDT cuando se implantó, etc.
Nunca vi al hijo. Estaba en una habitación emitiendo gruñidos y atragantándose de vez en cuando y jamás me atreví a comentar nada, ni estuvo nunca a la vista. Creo que temían que la situación me resultase incómoda. Solo sé que le hablaban como si fuese un niño. Como se habla a los bebes.
En los últimos meses su salud empeoró y los médicos le dijeron a este matrimonio que su hijo iba a picar billete pronto. Así que llegado el momento se lo ingresó y se lo sedó a la espera del último hálito. Mi tía describió el proceso como una auténtica tortura, por la incertidumbre y por la absoluta dedicación que requería el momento.
Finalmente la semana pasada murió. Hasta ahí nada del otro mundo.
Nunca supe ponerle aspecto o edad a esta persona. Resulta que tenía 45 añazos. Una esperanza de vida muy, muy por encima de lo que los expertos médicos se atreverían a calcular. Si me hubiesen preguntado no hubiese dicho más de 30.
Imaginaos la vida de esta pareja. Tienen un hijo, siendo relativamente jóvenes, y una negligencia medica se lo jode. Lo deja inservible. Primero de todo, vivir psicológicamente con ese drama, con como hubiese sido la vida si las cosas hubiesen ido bien. Asomarte a la ventana y ver a los padres con sus hijos sanos. Y que no se trata de un embarazo que vaya a ir mal, que en algunos casos los médicos te avisan para que puedas abortar, no. Es algo con lo que tienes que cargar sí o sí, con cojones y con resignación cristiana.
Luego, toda una vida dedicada al cuidado de tu hijo, que no es muy diferente de una planta, pero con una carga de responsabilidad infinitamente mayor. Nada de dejarlo solo. Ni vacaciones, ni escapadas, ni una tarde en el cine. Todos tus proyectos personales y sueños, anulados. 45 años dedicados al cuidar de un ser 100% dependiente. Incluidas todo tipo de cosas desagradables y deshumanizantes como afeitarle, limpiarle el culo y a saber qué más.
No es diferente de esos casos de negros que se pasan toda la vida entre rejas por un crimen que cometió otro pero les cargaron a ellos.
Me pregunto también como será la vida ahora. Gastados los mejores años de tu vida en otra persona, al menos ahora tienes una vejez para ti mismo. Y aún así 45 años dejan mucha huella como para ponerte la piel de persona corriente y salir a hacer cosas por ahí.
Algo tan simple como salir los dos juntos de casa a hacer la compra o a dar un paseo debe de ser de lo más extraño.
Y eso es todo lo que tenía que contar.
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