Eliminar el deseo= ¿mayor felicidad?

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Idi Amin

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16 Ago 2009
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Abro este hilo inspirado en este de Cachondo Mental

https://foropl.com/foro-rapinas/132...-lo-que-hace-que-coja-mas-asco-este-pais.html

y en tantos otros que ha escrito.

No te lo tomes como algo personal, Cachondo, te cojo como ejemplo de algo que puede ser casi universal.

Todos en nuestra vida nos hemos preguntado en algún momento si no seríamos más felices sin sentir ningún tipo de atracción hacia las mujeres. Sin sentir ese imperativo animal de querer follarnos todos sus agujeritos, con todos los problemas, humillaciones, riesgos, locuras que intentar eso conlleva.

Tomemos por ejemplo a Cachondo. En cada mensaje, destila una desesperación astronómica. Y, a pesar de los problemillas mentales que pueda tener Cachondo, que ahí no me meto, todo tiene su raíz en QUERER FOLLAR. Todas las humillaciones, historias y frustraciones de Cachondo y tantos otros vienen por el hecho de querer poseer un pequeño agujerito húmedo y carnoso. Mi pregunta es: ¿no sería Cachondo más feliz si eliminase Cachondo (o millones de Cachondos) de su ecuación vital el deseo, mediante castración o alguna otra forma? Yo creo que sí.

¿O quizá el problema va más allá y se trata realmente de una necesidad de sentirse querido? ¿Los hay que pueden castrarse sin tener que recurrir a la química o cirugía, únicamente mediante fuerza de voluntad? ¿Es algo contra lo que podamos luchar? ¿Cómo sería nuestra vida si no deseásemos esos coñitos con tanta ansia?
 
Nos haríamos maricones, a lo Hediondo o Demian.
 
Idi Amin rebuznó:
Todos en nuestra vida nos hemos preguntado en algún momento si no seríamos más felices sin sentir ningún tipo de atracción hacia las mujeres. Sin sentir ese imperativo animal de querer follarnos todos sus agujeritos, con todos los problemas, humillaciones, riesgos, locuras que intentar eso conlleva.

Tomemos por ejemplo a Cachondo. En cada mensaje, destila una desesperación astronómica....

¿O quizá el problema va más allá y se trata realmente de una necesidad de sentirse querido? ¿Los hay que pueden castrarse sin tener que recurrir a la química o cirugía, únicamente mediante fuerza de voluntad? ¿Es algo contra lo que podamos luchar? ¿Cómo sería nuestra vida si no deseásemos esos coñitos con tanta ansia?

Hace ya 2500 años que un tio sentado junto a una higuera llegó a esa conclusión. Yo creo que efectivamente, si no elimina la alegría de vivir, es conveniente domesticar el deseo.
Pero llevamos el software del deseo de serie...y sin él probablemente no se hubiesen renovado las generaciones durante millones de años.

A nivel práctico, un tio como cachondo/oktoberfest debería domesticar su deseo (bajar el nivel de exigencia a base de palos) y aplicar la inteligencia yéndose a vivir a otras latitudes de menor renta per capita, donde sus atributos, misteriosamente, brillen más.
Por ejemplo yo tengo una amigo que no se comía una rosca en España, lo destinó su empresa a Republica Dominicana, y ahora no le faltan opciones de ligue.
Aquí Cachondo está condenado a extinguirse. Cruel naturaleza dixit.
 
Depende.
Concretando en el caso del sexo si eres un macho alfa está claro que ni de coña. Si eres un tipo normal, a veces tiene hasta gracia todo lo que rodea al cortejo y el ligero masoquismo que hay en la alternancia de decepciones(muchas)/triunfos(pocos). Si eres un macho epsilón sin duda.

En cuanto al deseo en general, si el nivel es suficiente alto como para hacerte sentir vivo y lo suficiente bajo como para no hacerte infeliz en tus aspiraciones, bienvenido sea.
 
Idi Amin rebuznó:
¿O quizá el problema va más allá y se trata realmente de una necesidad de sentirse querido?

Más que sentirse querido ,Valorado. Si una tia buena te elije a tí será que eres valioso. Si te ignoran tanto ... ¿Sera porque no valgo mucho?

Muchos de los lamentos no son por no tener cariño o sexo , es por sentirse rechazado.

Idi Amin rebuznó:
¿Los hay que pueden castrarse sin tener que recurrir a la química o cirugía, únicamente mediante fuerza de voluntad?

Yo no diría fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad solo sirve para ponerse a régimen durante 3 días (no dura más) . Más bien hablaríamos de resignación o aceptación.

Idi Amin rebuznó:
¿Cómo sería nuestra vida si no deseásemos esos coñitos con tanta ansia?

Una cosa es desear y otra cosa es tener. Evidentemente seríamos más felices si no viéramos todos los días algo que deseamos con ansia y no vamos a tener. Si los deseáramos y los tuviéramos ... tampoco seríamos felices. Nos aburriríamos de ellas y desearíamos otra cosa que no tuviéramos. Las personas somos así , unos infelices profesionales.
 
Habeis descubierto el budismo.
Una de las premisas del budismo, es que el deseo produce sufrimiento. Si eliminas el deseo, desaparece el sufrimiento, y ya tienes el camino directo a la iluminacion.

Esto no significa que te conviertas en un trozo de granito insensible a todo, sino en llegar a un nivel de conciencia superior en que las cosas de la vida no te produzcan el deseo que produce sufrimiento.

Ejemplo.
Conoces a una chica, hablas con ella, tu notas que hay conexion, y decides invitarla a cenar. La tipa pone unas excusas raras, y por motivos desconocidos deja de tener contacto contigo. Sufres como un cabron, no puedes entender como siendo tan guay, no quiere salir contigo.

El problema no esta en la chica, o que tu eres un feo pagafantas. El problema esta en tu vida anterior que te portastes como un hijo de puta, y en esta las estas pagando de una en una.
Entonces tu mision en la vida es hacer el bien, para que en la siguiente vida, folles con un monton de modelos suecas y actrices porno buenisimas como hace Martin Sheen.
 
yoruba rebuznó:
El problema no esta en la chica, o que tu eres un feo pagafantas. El problema esta en tu vida anterior que te portastes como un hijo de puta, y en esta las estas pagando de una en una.
Entonces tu mision en la vida es hacer el bien, para que en la siguiente vida, folles con un monton de modelos suecas y actrices porno buenisimas como hace Martin Sheen.

Es lo de siempre, todo está interconectado. También es un poco como la bazofia de "Me llamo Earl"

Quizás si dejasen de ver tanto "Me llamo Earl" e hiciesen otras cosas, no tendrían que poner en práctica la brillante y productiva táctica de suprimir el deseo para no sentir sufrimiento.

Sin deseo a pocos sitios se llega, otra cosa es que se confunda deseo con ansiedad que es producto de no ser capaz de ser realista a la vez que soñador.
 
Hale Hunk rebuznó:
Sin deseo a pocos sitios se llega, otra cosa es que se confunda deseo con ansiedad que es producto de no ser capaz de ser realista a la vez que soñador.

Estas atrapado en la ilusion de lo que llamas realidad. Si consiguieras la iluminacion, el conocimiento ultimo de la realidad subyacente a la ilusion que es tu vida, el deseo dejaria de tener sentido.

Yo te podria enseñar a encontrar el camino de la felicidad. Deja todas tus pertenencias materiales y entra en mi asociacion de amigos del Nirvana.
 
Nevermind es un discazo, pero a parte de eso no veo que la relevancia que se les da sea justa.

Demasiado hype e historia de infancia difícil, espíritu incomprendido y final fatal, todo ello tintado con el drama de la heroína.
 
Solo en individuos como cachondo sofocar el deseo puede tener motivos terapéuticos, pero de un caso 'enfermo' no puede derivarse una regla universal.

El deseo, como el hambre, la sed y la envidia hace que ocurran cosas.

La filosofía budista es para cobardes y maricones, una traición a nuestra naturaleza.

Siempre preferiré la poética del perdedor a la placidez del sedentario.
Prefiero sentir la rabia de la derrota a la anestesia del cobarde.
Prefiero el dolor al aburrimiento.

Y gracias al deseo tienes este foro, ¿ Que mas quieres ?.
 
yoruba rebuznó:
Habeis descubierto el budismo.
Una de las premisas del budismo, es que el deseo produce sufrimiento. Si eliminas el deseo, desaparece el sufrimiento, y ya tienes el camino directo a la iluminacion.

Siempre he estado cerca, muchas veces inconsciente, de filosofías orientales. Después de pensar en el tema, llegué a la conclusión que afirmas, y es muy importante darse cuenta de ello para poder controlarse.

El año pasado me pasé una buena temporada de asexualidad voluntaria. Entonces, aprendes a diferenciar la frustración que genera follar con tías que apenas conoces. Porque follar de vez en cuando con tías que conoces de noche es mucho más frustrante que no follar; saldrán mil idiotas a rebatírmelo, pero habiendo pasado ambas etapas y mirando las dos sin ninguna nostalgia lo aseguro.

Cuando aprendes a convivir con la austeridad, frenas el deseo sexual y la paz comienza a tomar forma como algo similar a la verdadera felicidad. Estuve ahí, pero más tarde decidí que soy joven y tengo que vivir cosas y sufrir para sacar sabiduría estos años, así que vuelvo a estar en el ruedo :lol:
Ya no estoy tan salvaje como en mis peores etapas, de todos modos.



PD: El caso de cachondo es totalmente ajeno a lo que digo, pero lo he escrito porque encaja bien con el planteamiento del hilo.
 
Temo haberme explicado mal, no pretendía abrir un hilo con inspiraciones budistas. Está claro que el deseo es necesario en el hombre, pero yo planteaba la posibilidad de eliminarlo en aquellos individuos a los que está sobradamente demostrado que no les compensa (he tomado el caso de Cachondo, por ser bastante ilustrativo). Todos nos hemos planteado algo así en algún momento de desengaño o de forma pasajera, pero desgraciadamente hay hoy en día muchos hombres que difícilmente van a ver satisfecho dicho deseo. A ésos me refería más bien.
 
Idi Amin rebuznó:
Está claro que el deseo es necesario en el hombre, pero yo planteaba la posibilidad de eliminarlo en aquellos individuos a los que está sobradamente demostrado que no les compensa (he tomado el caso de Cachondo, por ser bastante ilustrativo).

La cuestión es si después de probar lo que es lucharías por suprimir el deseo voluntariamente. Si no has mojado en tu vida, ¿es más fácil ignorar eso? ¿Los curas que no violan niños, se masturban?
 
Todo deseo no consumado/realizado produce frustración. Los hechos aislados son llevaderos, pero si es una constante en tu vida el no poder satisfacer esos deseos, ¡ay hamijos!, ahí ya tendríamos un problema.

De todos modos, eliminar el deseo sería como ponerle un viejo parche a un balón pinchado: una simple, y poco efectiva, solución temporal. La frustración aparecerá por alguna otra parte. Con las necesidades básicas cubiertas, ya no tenemos límites. Vamos a querer siempre más. De lo que sea. Sexo, dinero, vaginas en lata, ropa, aparatos de última generación...

Así que la solución, más que en eliminar, estaría en saber qué necesitamos, buscar soluciones válidas y REALES a corto plazo y no exigirse más de lo que uno esté dispuesto a asumir.
 
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"Qué pacífica sería la vida sin amor, Apso. Qué segura, qué tranquila... y qué insulsa..."

Hola, hijos de puta. Hablemos de eliminar el deseo.

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Siddharta Gautama nació en el seno de una familia noble del clan de los Sakya aproximadamente en el año 563 a. C. en una aldea al pie del Himalaya. Su madre Maya Devi era una de las esposas del rey. Según la tradición oral, poco después de su nacimiento un sabio brahmán profetizó que Siddhartha llegaría a ser un gran gobernante o un gran maestro religioso, lo que consternó a Suddhodana, que quería que su hijo siguiera sus mismos pasos y que un día le sucediera en el trono. Por ello su padre lo protegió de la dureza de la vida, fuera de palacio, para evitar que el hijo desarrollara su tendencia hacia lo espiritual. Pensó que el mejor modo de evitarle la tendencia a la religiosidad consistía en impedirle toda experiencia con el lado amargo de la vida, de modo que creó en torno de él una vida llena de placeres y con el menor contacto posible con el sufrimiento de la realidad.

Los 29 primeros años de la vida del príncipe Siddartha transcurrieron completamente ajenos a toda actividad espiritual, siempre vivió con su familia. Los detalles de la infancia y juventud de Siddartha narran una vida rodeada de enorme lujo y comodidad. Recibió la mejor educación y formación posibles en su tiempo. Siddartha comenzó a sentir curiosidad por conocer cómo eran las cosas en el mundo exterior y pidió permiso a su padre para satisfacer su deseo. Suddhodana accedió, pero preparó la salida de su hijo ordenando que despejaran las calles de toda visión que pudiera herir la sobreprotegida conciencia del príncipe. No obstante, sus cuidadosos arreglos fracasaron pues Siddartha, aclamado por la multitud a su paso por las calles, no pudo dejar de percibir el dolor bajo sus formas más agudas, por primera vez se percató de la vejez, enfermedad y muerte.

La historia de Barlaam y Josafat nos cuenta que el descubrimiento de la vejez, la enfermedad y la muerte fue traumático para Siddartha. Se dio cuenta de que también él estaba sujeto al mismo sufrimiento y su ánimo se tornó sombrío, pues se preguntaba cómo alguien podía vivir en paz y felicidad si esto era lo que le deparaba la vida. En una nueva salida al exterior, el príncipe vio a un anacoreta, un monje mendicante, del cual se sintió impresionado por su carácter apacible. Decidió adoptar, también él, la vida de los monjes que vivían en extremo ascetismo, pasando antes unos años como mendigo. Siddartha vivió como un príncipe hasta los 29 años; luego abandonó su hogar, dejando atrás a su esposa y a su hijo. Partió con la cabeza rapada y ataviado con un vestido amarillo de itinerante, sin dinero ni bienes de ninguna clase, en busca de la iluminación.


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Teófilo Puigmalt Van Patten, también conocido como Teo, fue una conocida estrella de la literatura infantil. Vivió atrapado dentro de un espejismo donde los gitanos eran buena gente y no te atracaban. Ahora ronda la treintena y ha estado en la cárcel dos veces, donde conoció al cantante de Jarabe de Palo. Es un adicto al sexo y ha participado varias veces en programas de reinserción.

La tuvieron 20 años encerrado en la prisión de oro que eran sus libros, un edén paradisíaco donde no existían la violencia, el vicio, el choque de civilizaciones, el fracaso, el sexo ni Iker Casillas. Era el mundo perfecto, pero sin embargo frío y aséptico. Hasta que un día escapó al mundo real donde encontró la miseria, la desesperación, las adicciones, la estupidez y el nihilismo. Quedó fascinado por el lado salvaje de la vida, hasta tal punto que se propuso instruir a los niños sobre la realidad de la existencia. Editó una serie de títulos donde relataba algunas de sus experiencias con la cara más aberrante de la condición humana:

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Hasta que fue expulsado por la editorial de su paraíso de cartón piedra. Reclamo la pasta que le debían por los royalties, vendió sus derechos de imagen y se registró en el foro.
 
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