En este hilo, algo contamos unos cuantos foreros viejunos:
Aparte, alguna vez pasabas miedo paranoico (el crimen de Alcasser fue por aquella epoca). Una vez dos chavales se ofrecieron a llevarnos a una amiga y a mi, de una disco a otra, porque no teníamos coche. Qué calvario pasemos en los asientos de atrás, con los dos, delante, puestos hasta arriba, ofreciéndonos amablemente dronjas y bebida todo el camino. Y nosotros, rechazando todo -el rulo de 5 000 pesetas, las rayas gordas sobre un espejo- muy modosas. Hablaban entre ellos en calvenciano y se hacían gestos de complicidad.
Yo al principio iba tranquilo, porque solo veía dos mozos generosos y simpáticos, con una puestada encima que flipas, ¿sabes, Pedrito? Uno de ellos era el típico gañanazo hetero, atlético y morboso, pero mi amiga, con su cara de terror, me contagió sus ominosos pensamientos, y ya andaba yo palote, barruntando mi joven cuerpo profanado y abandonado desnudo en aquellos descampados que una vez alumbraron los desgraciados personajes de Blasco Ibáñez, cuando llegamos al parking, y mi gozo en un pozo.