Mañana tengo otra competensia, pero como llueva lo que dicen que tiene que llover, creo que me voy a rajar.
1160 m de desnivel positivo en 32 kilometros de absoluta locura donde el 90 % es sendero y pendientes máximas de subidas y bajadas cercanas al 30%. Entre el punto más alto y más bajo del circuito apenas hay 180 m de diferencia, así que para que quepa este desnivel... imaginaos.
Amigo, espero que no hayas sido un puto loco yendo a esa carrera con barro, porque puede ser una pista de patinaje para suicidas.
Pues sí, vamos con el final de la Titan.
La etapa 5, la etapa Garmin de navegación merece un post aparte. Resumiendo, se trata de una jornada donde no existe un track como tal ni hay balizas ni señales por donde ir, te dan las coordenadas de los 4 CPs y las 3 EH y ya como vayas tú de uno a otra, es cosa tuya. Entre medias, dos bancos de dunas previstos y tropecientos bancos de arena que te cortaban el ritmo constantemente, amén de un terreno rocoso sin "caminos" claros donde ciclar. Además, a las 9 y media de la mañana la temperatura ya sobrepasaba los 32 grados.
Salimos y como el año pasado, estampida de 400 corredores cada pequeños grupos hacia sitios dispares, nosotros tiramos en dirección un pequeño pueblo para rodear la parte principal del primer banco de dunas, que te tienes que comer si o si, y al menos entrar por un costado e intentar andar menos que los demás. Zasca en toa la boca, justo antes de llegar al pueblo un banco de arena enorme que ya nos hace poner pie a tierra y andar unos 10 minutos. Torcemos tras el pueblecito y ya si, primer banco de dunas a saco. Los primeros 5 minutos en las dunas todo es emoción. Qué bonito, qué pasada, qué maravilla, fotos por allá, fotos por acá... pasados 2 minutos más te estás cagando en todo porque ya no digo ciclar, que ni de coña, sino que andar es un coñazo y duro de cojones, te hundes todo el rato y la arena se te mete en todas partes.
Yo ya tenía el plan previsto de ir en calcetines, zapatillas a la mochila y fuera, al menos se anda más cómodo, y la temperatura de la arena lo permite. Pasada una hora y media o dos, llegamos al primer CP, justo al final de las dunas, no sin antes salirnos por un lateral para rodear la última que se podía ciclar por una parte de tierra, nos ahorramos unos 500 metros de arena, algo es algo. Allí nos encontramos al crack de 65 años, que llevaba una hora esperando a otro participante con el que había prometido hacer la etapa completa. ¡Una hora esperando y tan tranquilo! Pero cabrón por dónde has ido tú jajaja. Nos indica que vamos bien, que luego nos veremos en el segundo paso de dunas. Tiramos palante y tras una travesía por lo que parece un antiguo río que ahora en lugar de agua tiene piedras, llegamos al segundo banco de dunas. Ahí optamos por entrar por un lateral, buscando una zona que no esté pisada por el resto de corredores, puesto que si la arena está algo más dura se puede andar algo mejor. Calcular otro par de horas hasta el CP2, y de nuevo ciclamos por una llanura pedregosa a 10 por hora como máximo hasta alcanzar el CP3, tras el que hay un giro de 180 grados según el GPS. O sea, la etapa está diseñada como Mad Max, ir a tomar por culo y dar la vuelta jajaja. Y ahí empezaría la parte mentalmente más dura de esta Titan para todo el mundo.
Se trataba de una llanura de unos 40 km hacia la EH3 y el CP4, pero es muy complicado de explicar si no lo vives, la mente juega un papel fundamental en un tramo así. A quien se le explique que íbamos rodando por pedregales más o menos complicados a 10-14 km/h dirá, vamos no me jodas, sois unos taraos. Pues a nosotros no se nos dió mal. Fueron como 3 horas largas interminables, con la cabeza de muchos corredores muy cocida, empezando por mi chica, que físicamente iba bien pero cada vez pedaleaba más lentamente. Tuve que tirar de psicología para que no se parara, pero veía a todo Dios muy mal de la sesera. Llegados a la EH3, que estaba cerca del CP4, veo que aunque no vamos mal del todo de tiempo para el corte, tampoco vamos sobrados si seguimos a ese ritmo, así que decido picar la competitividad de mi chica y le digo claramente "Si seguimos así, nos vamos a tomar por culo" consciente de que de piernas iba bien, coño. Ella reacciona al instante y salimos como posesos en dirección al CP4, no sin antes encontrarnos otro banco de dunas más pequeño que nos entretiene otros 15 minutos andando. A partir de ahí tiramos como cabrones y con algo de viento en contra a muy buen ritmo y llegamos a una zona que me es familiar. A lo lejos se divisa un complejo, claro la primera intención es "¡El hotel!" pero yo reconozco el tramo del año anterior y hago de poli malo, este es sólo el primero de los edificios que nos vamos a encontrar, pero aún nos quedan unos 10 km de camino de mierda. Ya vamos sobrados de tiempo, tenemos como una hora y media larga antes del corte, así que le digo que relajamos el ritmo que ya no hace falta que se encienda más, y además de cabeza vamos jodidos, ya que yo durante el tramo chungo he ido haciendo como que no pasaba nada y entreteniéndola pero por dentro me iba carcomiendo porque veía peligrar la Titan en serio. Llegando al hotel nos pilla una tormenta de arena de la hostia, no se veía nada a 10 metros, por suerte es sólo un remolino y pasa en 2 minutos, pero digamos que ya no necesitaba comer nada más llegar, jejeje. Y meta, hostia puta qué dura la etapa, menuda encerrona nos tenía preparada, al final 1 hora y media de sobra con el corte, pero me dicen en la llegada que va a haber sangría porque hay gente perdida, 17 abandonos por el momento y se estima que unas 30 personas lleguen fuera de control. Jooooder qué carnicería.
Nos duchamos, zampamos y me voy hacia la línea de meta para intentar ayudar en algo a los corredores que vayan llegando, aunque sea con ánimos. Menuda experiencia. Gente que llega derrengada, se caen al suelo nada más llegar a meta, algunos con hiperventilación. Ver estas cosas te hace valorar más lo que has hecho llegando en considerables buenas condiciones, a pesar de haber sufrido tela. Pasadas las 10 horas del cierre de control, siguen llegando corredores, y nos enteramos que hay un grupo de 8 de la gente de AcciónTitan (un grupo reivindicativo por una enfermedad) que han tardado casi 5 horas del CP3 al CP4. Casi una hora después del cierre, llega el crack de 65 años con el compi al que prometió acompañar. Menudo momentazo. Un puto crack de 65 años que ha elegido no ser finisher de su sexta Titan por cumplir su palabra a otro compañero. Me quito el sombrero, hostias, eso es un señor y lo demás tonterías. Tras hablar con ellos veo que están jodidos por estar fuera, pero contentos por la experiencia compartida que han vidido. Esto es la Titan, amigos, esto es.
Tras esa inolvidable etapa afrontamos la última, de 80 km muy respetables. Pero es otra historia, tras la experiencia del año pasado, y viendo que han dado un tiempo casi infinito para hacerla, aviso a la parienta de que es hora de tomársela con mucha tranquilidad, disfrutarla a saco haciendo fotos y tal y sin prisa, que irse de la Titan con buen sabor de boca es fundamental. Al principio está agobiada por la experiencia del día anterior, pero se va relajando cuando ve que mucha gente ha optado por la misma opción de ir casi de paseo, que nos lo hemos ganado, coño. Los primeros 20 km son duros de cojones por el terreno lleno de pianos que te destrozan el culo a pesar de ir con la suspensión desbloqueada, pero luego desaparecen para dar paso a dos pasos de montaña acojonantes de bonitos. Ahí disfrutamos de lo lindo, aunque alguna rampa del 19-20% la hacemos andando, que ya no están las piernas para adornos y total, qué más da. Luego vino la felicidad absoluta, una llanura ¡con viento a favor! en la que meto todo el desarrollo y vuelvo a ver después de días los 35-38 km/h en el GPS. De ahí al final no demasiado que remarcar, algún banco de arena toca cojones para romper el ritmo pero a esas alturas ya te importa tres cojones. Y llegamos a la meta, donde tenía guardada la traca final, jejeje. Ya tenía avisado a un colega pa que me grabara, pero vamos nada más cruzar la meta, y después de la entrega del ladrillo de Finisher, me saco de la mochila una brida en forma de anillo que llevaba preparada, hinco la rodilla y zasca, le hago la pedida con dos cojones allí mismo a mi chica, que ya está llorando como una mona por la llegada así que imaginaros el rato que siguió llorando después, jejeje. Como no para de sollozar, le digo que vale pero que diga algo que hay gente mirando, hostias, y ya si, el resto se pone a aplaudir como cosacos. Luego me di cuenta que a los corredores que entraron después de nosotros durante 5 ó 10 minutos a los pobres nadie les hizo ni caso, jooooooder. Me entrevista el speaker y todo, yo estoy tranquilísimo aunque contento del copón, pero mi chica no está para hablar, y de ahí ya nos vamos para recoger el maillot, entregar el dispositivo geolocalizador y coger la maleta y al hotel, a meternos una ducha histórica y zamparme al menos 10 coca colas seguidas.