¿Qué tal?
Muy bien gracias, ¿y tú?.
Razonablemente bien, gracias.
Lo cual no restaría validez a Yeshua ni a su obra y aun cuando fuese un simple popurrí de creencias anteriores eso lo hace incluso más valioso por ser el "continuador" de todas las tradiciones precedentes.
¿Continuador de qué, y en qué sentido? Temo que andas sobre terreno pantanoso al respecto de la supuesta obra de esa supuesta persona cuya imagen de empresa es un refrito de anteriores imágenes que no dejan de ser eso, imágenes, no viéndose en ningún caso comprobada la relación entre mito e historicidad. Admitamos que existe el mito, y admitamos que hay una historicidad de un tal Yeshua. De ahí a que ambas cosas sean complementarias hay un trecho que sólo depende de la fe, no de los hechos constatables. Una fe que es innecesaria, aunque cada uno se agarre a lo que prefiera. Pero es innecesaria.
Sí es cierto que hubo interpolaciones de escribas y tal, pero también es verdad que las investigaciones en torno al Testimonium Flavianum han sido profundas y profusas con el objetivo de pulir al máximo los textos de toda adición posterior, empleando manuscritos sirios (si mal no recuerdo).
Respecto a la interpretación, habla de un agitador llamado Jesús (el Cristo, el Masiah), no varios. Realiza una descripción "bastante" minuciosa del sujeto
Ilústrame, si tienes a bien, con alguna descripción o enlace al tema. Pero insisto en que la existencia de un revolucionario llamado Jesús o Perico de los Palotes poco tiene que ver con nada que nos afecte o debiera afectar, y por supuesto tal existencia por sí misma no es garante de mesianismo, ya no digamos de divinidad absoluta ni desbarres semejantes, además de tener escasa influencia todo el tinglado en sí mismo (no sus consecuencias) sobre nosotros. La coyuntura sociopolíticoreligiosa de la época, vamos.
La prueba sería únicamente la fe, que implica creer que Jesús es el Mesías, aquel que cumple las profecías de Isaías, Amós, Jeremías et al.
Ya, pero ¿para qué? ¿Para qué te sirve constatar, por h o por b, que Jesús era la sublimación de la tradición mosaica?
Consta en los evangelios, claro, que es la palabra atribuida a Jesús plasmada al papel tras recorrer los vericuetos de la tradición oral durante algunos años.
¿Atribuída por quién? Puedo creer como mucho en Jesús, y en que montara un pifostio consecuente con la tradición judía, el orden del Cosmos y lo que tú quieras. Pero los evangelios no son más que publicidad interesada. La esencia del cristianismo se vio corrompida y manipulada según intereses de poder desde bien pronto. No hablemos ya de lo que conocemos por Biblia, batiburrillo que no viene al caso, pero menudo cajón de sastre que es eso.
Respecto a la fuente, si bien esto proviene de los evangelios canónicos no hay que obviar a los apócrifos, los cuales corroboran lo escrito en los "oficiales". Muchos de ellos fueron expelidos del corpus oficial por aviesos motivos, pero son interesantes fuentes de información para comprobar que la información se transmitió longamente.
Ah, bien, pues eso. No comparto que meramente corroboren la sustancia de los canónicos, pero nos meteríamos en un análisis bastante poco veraniego al contrastar esto; aunque como prefieras.
Acerca de la modernidad de su mensaje es bien claro. El Evangelio de Mateo, primer libro del NT, narra cómo en un sermón que dio en una de las colinas próximas a Cafarnaún Jesús expuso el nuevo espíritu que habría de imperar. Por ejemplo en Mateo 5.38 elimina un mandato de Éxodo 21.24 que no es sino el clásico ojo por ojo, diente por diente. Continuando con Mateo, en 5.43-48 exhorta a amar al enemigo a diferencia de lo que se dice en Levíto 19.18 que habla de amor por el prójimo y odio por el enemigo. Personalmente observo en esto un mensaje modernizador y ciertamente transgresor con respecto a lo anterior. La ruptura con lo judío.
Claro, pero volvemos a lo mismo. Sabemos que los evangelios existieron, pero no tenemos constancia de que lo que se cuenta en ellos sea la verdad histórica. Eso es así. No obstante, veo que extraes convenientes conclusiones del relato, pero a lo que voy es que no hace falta la figura del tal Jesús para poner en práctica tales valores. En su día pudo haber sido una referencia literaria, o real si quieres, válida, pero a estas alturas estamos libres cultural y moralmente de ataduras altamente condicionantes en los siglos precedentes al I de nuestra era. Si erramos es porque lo decidimos, no porque estemos sujetos a una religión tan cerrada, estricta e influyente a todos los niveles de la vida cotidiana como la judía. Es un tema complejo, no obstante, la influencia de la figura de Jesús a lo largo de los siglos, con aristas no infinitas, pero sí numerosísimas.
Yo también creo que existió. Respecto a los judíos, creen que no cumplió las profecías y continúan esperando a su mesías, quien ya se demora en exceso por lo que se ve.
Pero curiosamente de una cultura como la judía, de su tozudez respecto a la negación de Jesús se produce el extraordinario desarrollo de su actividad financiera a lo largo de los siglos, de la cual hemos heredado una enorme masa cultural en diferentes órdenes. El mismo puto Hollywood, sin ir más lejos. El mismo que financió la película esta de Mel Gibson, de hecho.
Creo que para un cristiano desapegado de cualquier institución organizada hay ciertas partes de la figura de Jesús que son perfectamente excluíbles, pero me temo que los milagros (p.e) no son una de esas partes.
Bueno, si crees en los milagros puede ser bastante entretenido charlar sobre eso.
¿Puedes profundizar en esto?
Pues que vivimos un mundo más complejo y relativo, donde el matiz es el rey de cada jugada, donde poner la otra mejilla es una idiotez estéril, donde la compasión y el amor han de ser modulados en función de la propia supervivencia que nos permita alcanzar cotas de poder más grandes desde las cuales influenciar más positivamente a nuestro entorno, donde el karma no es tan simple, plano y descifrable como en los bonitos relatos bíblicos, en donde las parábolas son de una simpleza argumental que en nada se puede comparar al solo hecho de ir a comprar el pan en una sociedad como la nuestra. O si no, dime cómo coño aplicas tú el amor por tu enemigo de forma que no quedes a muy corto plazo hundido en la miseria con la estricta puesta en práctica de tal principio. Estoy siendo bastante vago, pero espero que me entiendas.
Coincido en que cualquiera que reflexione puede concluir, aunque no necesariamente, que comportarse armoniosamente con el vecino es mejor que darle bofetones o que tal vez sea más productivo pensar que la vida no tiene por qué ser un juego de suma cero sino un juego cooperativo en el que hay un equilibrio que permite que todas las partes salgan beneficiadas. Y todo ello sin apoyarse en ningún libro sagrado.
Pues entonces, ¿por qué remitirnos a una historia tan brumosa y poco definida como la de Jesús? ¿Por qué ceñirse a ninguna referencia en realidad, en vez de actuar de forma directa, personal?
No, y de hecho no pertenezco a ninguna iglesia. Voy por libre interpretando el mensaje cristiano según mis luces me permiten y realizando mis propias pesquisas. Yo también busco la verdad, solo que hay muchas vías para hallarla y alcanzarla. Esta es una más, compatible con otras.
Bien, pero no entiendo, como decía, esa necesidad de irse a bases tan poco claras, eso sí, legendariamente hermosas, para tomar contacto con la verdad. ¿Por qué complicarse?
Es muy razonable, sin embargo un guía puede, tal vez, permitir que uno halle tal respuesta más raudamente (en plan abrirte la mente y ansí).
O no. No lo sé. En mi caso, necesito aprender por mí mismo; cuando me intentan enseñar desconecto inconscientemente del supuesto maestro. Ya me pasaba en el colegio, luego con multitud de personas que pretenden dirigir tu vida en base a sus experiencias (en el mejor de los casos) o a lo que les han contado, cuando no les han pagado por ello directamente. No sé si estoy divagando, lo que quiero decir es que la experiencia estrictamente personal es sagrada. Intransferible y fundamental.
No siento mucho aprecio por la Iglesia, y ya digo que no estoy ligado a ninguna institución.
No sabes lo que me alegro.
Pero sin mariconadas.
Claro.