Hay dos puntos de inflexión en todo esto.
1) La voxera, con todo lo rayada que estaba y con lo claro que lo tenía para quedarse embarazada, era una ocasión seria de mantener una relación normal con una señora. Salir huyendo de allí y cambiarlo por una hamburguesa con sabor a cartón de gasolinera podría ser un error enorme en tu vida.
Como la providencia no es tan hijaputa, tuvimos a
2) Crank C, otra cagada tremenda no haber intentado ver a dónde llevaba aquello. Otra oportunidad de una relación normal y puede que estable, en este caso con la ventaja de que cada uno vive en un sitio y los fines de semana estar juntos, evitando todos los malos encuentros que tiene la convivencia diaria.
Todas las petardas que hubo por ahí y de los episodios más lamentables (la Chelo Gª Cortés con hija subnormal, la chupatetas de Vall d'Uixò y demás) poca cosa se podía sacar más que un nunca mais. Pero las dos oportunidades perdidas para vivir una relación normal y a partir de ahí construir esas u otras relaciones más provechosas se perdieron inútilmente.
Siempre se puede confiar en que no hay dos sin tres. Pero salir corriendo en la tercera ocasión será un error fatal.