Ferris contra el mundo

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Me va a costar arrastrar fama de sabandeño, pero ahí lo tienes, hijo de tu puta madre.

Supongo que es mi último mensaje como freak.
Sí, ahora eres frikazo, con tu subnormal de oro y todo. A ver si te mueres pronto por dentro como los buenos :lol:
 
Sí.

































Una vuelta de 360 grados.
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Necesitaré años y soy clase media.

Pero siempre me quedará LA HONRITA.

@Ferris, te quedan 17 días, a ver si le damos la vuelta al asunto.

Te equivocas. Ferrisuco ya va por León, camino de hacer estragos, de romper el mercado en Valencia.
 
Última edición:
Se veía venir. Espero al menos que alguien haya tenido peores marcas que yo.
No te creas que es fácil tener peores marcas. Alguno habrá, claro, pero serán pues eso, un señor de sesenta años que se ha registrado ahí no sabe ni cómo, un tarado, freaks en el peor sentido de la palabra...
 
Muchas gracias por sus palabras de aliento.
Si quieres te miento y te digo que tienes posibilidades de quedar con algo que no sea un monstruo, no te jode. Sería como si le dijera a Echenique que no se preocupe que seguro que mañana va a correr y dar saltos.

Mientras hagas lo que haces y seas como eres esto es lo que hay para ti. Y si no te lo crees, mira la realidad. Entretanto, puedes creer que estás en el buen camino.
 
Espero que a Ferris el Tinder le haya abierto los ojos sobre su posición, que no es precisamente "clase media".
 

Definición weberiana​

De acuerdo con Weber, la sociedad se estratifica como un continuo a lo largo de tres dimensiones paralelas: la económica, la política y la social. Hasta cierto punto, su modelo es afín a la imagen vulgar de la estratificación, aunque define de manera rigurosa las variables que emplea. De acuerdo con el concepto de Weber, las clases objetivas no necesariamente se corresponden con las identificaciones subjetivas efectuadas por los individuos, sino que se definen por las oportunidades que se les ofrece en los mercados su dotación de capital. Las dimensiones son:

  • el «estatus económico», que equivale a la riqueza, es decir, a los ingresos y el capital del que se dispone; la mayor diferencia entre las clases se concentra no en el nivel de ingresos — aunque las disparidades en este pueden ser de hasta un 1000 % entre el quintil superior y el inferior en las sociedades industriales modernas —, sino sobre todo en el volumen y la estructura del capital del que se dispone. La clase media normalmente no dispone de suficiente capital como para dedicarse simplemente a recibir el interés que produce, sino que debe implicarse activamente como empresaria en la gestión de este, como comerciante o industrial en pequeña escala por ejemplo. Weber distingue además los poseedores de capital económico de los poseedores de habilidades especiales por las que pueden obtener un precio relativamente elevado y un cierto grado de control sobre el mercado en el que ejercen;[1]
  • el «estatus político», que equivale al poder; aunque es más difícil definir el poder en términos formales o cuantificables que la riqueza, equivale en términos generales a la capacidad que se posee de determinar, directa o indirectamente, la acción de otros. En el modelo de Weber, el poder se concentra sobre todo en el ámbito de la política, a través de la legislación y del monopolio legítimo de la violencia que concentra el Estado. Al estar el control del Estado en manos de una élite, la distribución desigual del poder se concentra en estos;
  • el «prestigio», la capacidad de influir sobre la acción ajena a través de la impresión carismática que uno produce. El prestigio puede codificarse en medios institucionales, como los términos o títulos honoríficos que se conceden legalmente, o simplemente ejercerse en la interacción social.
El concepto de clase weberiano está basado sobre todo en la primera de estas dimensiones, la económica. La situación de clase es una determinada posición en un mercado, que define objetivamente las posibilidades de acceder a determinados bienes y oportunidades que circulan en este; el aspecto más característico de una posición de clase, en términos de Weber, es precisamente la clase de oportunidades vitales que se abren a los miembros de la misma a partir de la posesión o no de determinados tipos de bienes, y a la manera en que explotan estos en un mercado. La similitud objetiva entre individuos tiende a definir trayectorias y conjuntos de experiencias afines entre estos, aunque los valores que los individuos adscriban subjetivamente a estas sean diferentes. A la vez, la posesión de determinados tipos de bienes define la posibilidad de actuar en determinados mercados, y recibir en ellos determinados beneficios, que a su vez constriñen los conjuntos futuros de posibilidades vitales.

Al distinguir Weber entre los diferentes mercados de capital —industrial, comercial, educativo, etc.— y las diferentes inversiones a las que puede aplicarse este capital, postula la existencia de grandes distinciones en el seno de la clase media. De hecho, los estudios de Weber en ningún momento identifican una "clase media" como tal; lo que otros analistas subsumen bajo ese término se dividen, en el análisis weberiano, entre la inteligencia técnica —profesionales y técnicos de cuello blanco, que no disponen de capital propio pero sí de habilidades a partir de las cuales pueden obtener rentas apreciables— y la pequeña burguesía, la clase formada por los poseedores de capital que sin embargo no pueden evitar el trabajar ellos mismos en su explotación.

Uno de los puntos cruciales del análisis weberiano de clase es que la clase no es necesariamente una realidad reconocida subjetivamente; los individuos poseen un conjunto determinado de posibilidades, pero no necesariamente son conscientes de ello y de que otros comparten ese mismo destino objetivo. La conversión de las condiciones objetivas en identificaciones subjetivas —comunidades— no es invariable.


Definición marxista​

En la teoría marxista, las clases no se definen por su posición en escalas lineales de poder, prestigio o riqueza, sino por su función estructural en las relaciones de producción (es decir, de explotación). Las relaciones sociales de producción, que constituyen la estructura básica de la sociedad, están definidas por el uso y la posesión de los medios de producción, es decir, de aquellos bienes que no están destinados al consumo directo, sino que se utilizan para producir otros bienes. El control sobre los mismos, que es relativamente independiente del volumen del consumo, determina la evolución futura de la producción.

Aunque Marx no presenta en ningún momento una teoría formal de las clases sociales —estaba trabajando en ella a su muerte—, la idea de clase es fundamental en toda su obra. El Manifiesto Comunista afirma que "la historia de toda la sociedad hasta la fecha es la historia de la lucha de clases". En muchos lugares de su obra se elabora la noción de clase a partir de la noción de que es la relación entre las clases productivas la que define el curso de la historia, la teoría llamada materialismo histórico.

En el capitalismo, a diferencia de formas de producción anteriores, las relaciones de producción económicas definen completa y absolutamente la estructura social; mientras en el feudalismo, por ejemplo, factores aparentemente extraeconómicos, como el estamento (desigualdad jurídica), influían sobre la posición social, en el capitalismo ésta está íntegramente determinada por la posesión de medios de producción y la forma de trabajo (desigualdad económica). La situación estatutaria se transforma íntegramente en situación de clase, y todas las ventajas sociales dependen exclusivamente de la posesión de los medios de producción. Es decir, lo que define la clase no es simplemente lo que se posee, sino lo que se hace, la actividad en la que la persona se ocupa.

En el esquema marxista, la estructura capitalista se divide simplemente entre proletarios u obreros —es decir, aquellas personas cuya única posesión es su propia fuerza de trabajo— y capitalistas o burgueses —es decir, aquellas personas cuya propiedad de los medios de producción define su posición en el intercambio económico, al permitirles usar su riqueza para aumentar el caudal de la misma a través de la explotación de la fuerza de trabajo de los obreros.

Como otras clases —la de los terratenientes, por ejemplo— la clase media en el sentido marxista es un residuo de épocas anteriores, que subsiste temporalmente en el sistema capitalista. Marx la considera formada por aquellos que poseen algo de propiedad, pero no la suficiente para poder dedicarse íntegramente a la explotación de la clase obrera (nótese la diferencia con Weber, que consideraba que los propietarios que debían destinar su tiempo a la actividad empresarial eran también, de algún modo, parte de la clase media). La relación de los pequeñoburgueses —sinónimo, en Marx, de la clase media— con el trabajo es por lo tanto ambivalente: defiende la propiedad privada de los medios de producción, pero se opone a los principios políticos de la gran burguesía, partidaria de la liberalización irrestricta, al ser consciente de que es incapaz de competir con aquella. Esta ambigüedad, que se refleja en conflictos internos, reduce el papel de esta clase como actor político; en la medida en que tiene un carácter propio, la pequeña burguesía es reaccionaria, abogando por el retorno de los antiguos medios de control social que limitaban el desarrollo del capitalismo. De acuerdo a las previsiones de Marx, la pequeña burguesía tendería a desaparecer, siendo absorbidos los más exitosos de sus miembros en la alta burguesía —de acuerdo a la ley de concentración del capital—, mientras que la mayoría de los mismos se proletarizaría.

La teoría marxista posterior se interesaría con frecuencia por la sorprendente persistencia de la clase media; muchos análisis intentaron demostrar que, de acuerdo con las previsiones de Marx, esta estaba en efecto desapareciendo. El radical incremento de la diferencia entre los extremos superior e inferior de ingresos pareció confirmar tal hipótesis. Otras opciones teóricas intentaron describir el surgimiento de la «nueva clase media», formada por profesionales de cuello blanco, las filas crecientes de burócratas y empleados administrativos, y la «aristocracia obrera», dando lugar a las teorías postfordistas. Otras, finalmente, afirmaron que la oposición en el seno de las sociedades avanzadas se veía trasladada a las relaciones globales, cumpliendo la polarización entre los países centrales y la periferia del mundo temporalmente el papel de la radicalización de la contradicción entre proletarios y capitalistas dentro de una misma sociedad.

En conclusión podríamos definir a la clase media, según la teoría marxista, como aquel sector social de trabajadores que son dueños de sus propios medios de producción, o al revés: aquel sector social de los dueños de los medios de producción, cuya fortuna no da para contratar obreros, por lo que es el mismo quien trabaja los medios y se dedica a la producción de mercancías. lo importante de este sector, es que la producción de su trabajo no es alienada, es decir, que disfrutan del producto de su trabajo.

Eran los comerciantes que se encontraban con buena estabilidad económica, y podían pagar sus impuestos sin dificultades.
 
Espero que a Ferris el Tinder le haya abierto los ojos sobre su posición, que no es precisamente "clase media".
Sí.

Una app va a hacer en dos semanas lo que la dura, irrebatible e implacable realidad no ha conseguido hacer en cuarenta años.

Dices unas cosas tú que ya te vale.
 
Ni caso @Ferris.
Si no has follado será que esta semana has tenido mala suerte.
Que duda cabe de que hace quizá unos 50 o 60 años lo tendrías más fácil, pero considero que solo invirtiendo un poquito más y hacerte usuario premium, gold o lo que sea tendrás muy buenos resultados, tío. Tú paga lo maximo que permita la aplicación y verás.
Ninguna otra cosa hace falta que cambies, lo cual sería alterar tu honrita, y que cojones! Lo estás haciendo todo bien, eres un superclase media/ media alta. Si acaso no ir tan a saco, que vean que tú no eres el típico que solo busca un rollo de una noche, un tipo bueno, un ‘buena gente’.
Ánimo tigre.
 
Última edición:
Ya me pierdo con tus hilos, @Ferris. ¿Cuándo has quedado con las tres puercas?

Por otro lado, ¿Qué sabemos de Rosalinda?¿Se mantiene el contacto por whatsapp al menos?
 
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