No, la historia de meditar fregando platos proviene de una anécdota que contaba Thich Nhat Hanh sobre los templos budistas, donde había que fregar más de 100 platos diarios y esto se utilizaba como aprendizaje para practicar la atención plena y la presencia. Lo de la atención plena no es un concepto originario del mindfulness, existe en las filosofías orientales desde hace siglos.
Pero sabes de sobra que una cosa son las viejas enseñanzas de los maestros budistas y otra muy diferente lo del mindfulness moderno, que tiene más que ver con el postureo que con otra cosa.
En el budismo hay mil prácticas de meditación diferentes. No hay una sola manera. Fuera del budismo hay otras disciplinas aparte del mindfulness que también proponen otras maneras de meditar.
La práctica de meditar es totalmente lo contrario a luchar y esforzarse.
Lo mismo, esa es la teoría, que está muy bien, pero aquí no estamos teorizando, estamos hablando de realidad. Si tú has meditado, habrás experimentado la lucha que hay que afrontar las primeras veces con la mente. La mente, cuando pierde el control, se revela, y la lucha interna consiste en controlar, en volver una y otra vez a la respiración, a centrarte en tu cuerpo, en tu postura o en una visión concreta. Una y otra vez, y una y otra vez. Si te sientas y te relajas y ya está no estás meditando. La lucha y el esfuerzo es contra uno mismo. Porque además, la gente que hoy en día emipeza a meditar, lo hace normalmente para escapar de una situación jodida, un miedo, un trauma, una obsesión... y contra eso la mejor arma es la meditación. Sí, la teoria habla de paz y armonia, pero la práctica es una lucha contra uno mismo y sus demonios.
Esto los budistas lo consideran una actitud propia del estresado y ansioso entorno occidental, siempre ocupado en conseguir los objetivos cuando meditar es todo lo contrario, es dejar de luchar.
Nosotros no estamos en un templo budista, estamos donde estamos. Y repito, quién medita, más aún en nuestra sociedad, no lo hace para contemplar el paso del tiempo y la vida, lo hace para escapar. Para escapar de ese estres y esa ansia que mencionas no basta con sentarse, coger una postura y repetir un mantra.
Es posible alcanzar un estado meditativo de muchas maneras distintas. Mucha gente simplemente no seguiría practicando si todo fuera difícil y coñazo desde un principio con lo cual tampoco tendría sentido. La meditación no es para una élite que la practica como si se entrenara para el Iron Man, es una práctica para todos que puede y debe adaptarse a la mente de cada uno.
Correcto, cada uno debe encontrar su forma de meditar. A unos les va bien la Vipassana, a otros la Zazen, otros repiten un mantra, otros se centran en un punto concreto, otros necesitan videos de youtube que les guíen... cada uno ha de encontrar su propio camino en el mundo meditativo. Pero no es fácil, no lo es. La gran mayoría de gente que empieza a meditar lo deja a los pocos días porque nota que su corazón se acelera y sus traumas y pensamientos persiste y/o se acrecentan ya que la mente no quiere perder el control. Decir que meditar cuando uno está jodido es fácil no es verdad, es muy jodido. Con perseverancia y en pocos días se pueden conseguir cambios importantes, pero es un proceso, una disciplina.