Hace años acabé en urgencias por una orquiepidimitis aguda después de una sesión doble de pajillismo extremo de 10-12horas diarias. Dos días seguidos. Un fin de semana non-stop. Rabo en carne viva y un cojón con principio de aplastamiento que casi no podía ni andar por los impactos continuados.
Esto es ser forero de verdad y lo demás son mariconadas.
Llegué un viernes por la tarde a casa a eso de las 8 y me la estuve pelando como un mono hasta que empezó a salir el sol... Sin crema ni vaselina ni mariconadas.
Lo mejor del asunto y el motivo es que sólo me corrí una vez, al final, porque estaba haciendo NO FAP (llevaba cerca de 25 días sin expulsar una sola gota de lefa y tendría 22 o así por lo que me salía la energía y la testosterona por las orejas) y para mí correrme era perder, pero si me la pelaba y aguantaba todavía había partido. Así que me la pelaba pensando
bueno un poco más y luego paro y así pasaron las horas...
Al día siguiente me levanté y más de lo mismo pero esta vez fue peor, mi polla ya había sido sometida a un castigo durísimo la noche anterior y ese día ya fue terrible. Acabé en urgencias pensando que me había destrozado un cojón o me había hecho una hernia o algo. Le dije al médico que me lo había hecho con un golpe y él me dijo -un golpe? Eso no sale por un golpe... me miró con mirada inquisidora como diciendo
sé lo que has hecho puto enfermo.
A final enantyum para bajar la inflamación y fuera.
Por qué cuento todo esto? Porque hoy me ha vuelto a pasar.