Pues en el aeropuerto no me han pedido más (de momento) que la tarjeta de embarque. He visto cómo se llevaban a dos chavales a un apartadizo, imagino que para mandarlos de vuelta al agujero infecto de PAUs y VPOs monstruosas del que hayan salido, pero poco más. Los controles son completamente random.
Un huevo de peña, eso yes. Anda que no nos gusta el cachondeo. No nos culpo.
Como anécdota, se me ha pegado al culo un armario de 2x2 que llevaba mucha prisa por pasar el control. Justo cuando estaba al límite del sensory overload, a punto de meterle un grito de pura hembra maña, saca dos rollizos cachorritos albinos de carlino del maletín y los deposita primorosamente sobre el suelo de la terminal, regalándome el momento más precioso de toda la madrugada. Nunca juzguen un libro por la tapa y tal.